Capítulo 19

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— Chicos, ¿en dónde está Katia?

Ninguno respondió. La impresión y el shock aún era grande, además, no sabían muy bien cuáles eran las palabras exactas para explicar lo que ocurrió. Se limitaron a bajar la mirada y negar con la cabeza. Para el equipo esa era una respuesta bastante clara.

Leah se sintió abrumada, y la respiración comenzó a faltarle. Su cuerpo perdió equilibrio y se tambaleó. De no ser por Tony, seguramente hubiera terminado en el suelo.

Pasaron horas, y el resto de su equipo comenzaba a preocuparse pues llevaba un buen rato frente al lago sin hacer o decir algo.

— ¿Sabemos si tenía familia? —preguntó Stark, a unos metros de donde ella se encontraba.

— Si, HYDRA lo era. Supongo. —dijo el capitán.

— Alguien tiene que ir y hablar con ella, ¿no creen? —sugirió Pietro, refiriéndose a él mismo pero no quería ser tan obvio.

— Tienes razón. —aceptó el dios asgardiano palmeando su hombro, dando unos pasos al frente tomando la responsabilidad del asunto.

— En realidad me refería a alguien mentalmente estable, pero claro...

— Ustedes son muy terrenales para estas cosas, no se ofendan.

Ignorando los reclamos de sus amigos, camino decidido hasta donde se encontraba la chica. Sus pies apenas tocaban el agua, y esa parte del lago se volvió hielo tal como en invierno.
Thor se sentó a su lado con algo de dificultad y con cuidado de no derramar su bebida.
Al principio no dijo nada. Para su sorpresa. Leah se mantenía serena, muy tranquila a comparación de lo que esperaba. De vez en cuando soltaba un suspiro, pero su pecho dolía cada vez que lo hacía. No había ni un rastro de lágrimas, pero claramente dolía. Era una sensación muy difícil de explicar.

— Me siento como una basura. —dijo, después de unos minutos en total silencio.

— No, Leah. —negó el dios del trueno, acercándose a ella y pasando su brazo por sus hombros— No tienes que sentirte así.

— Ella vino buscando mi perdón, yo no la quise escuchar. —su voz se iba quebrando poco a poco— Ahora está muerta.

— No es tu culpa.

— La perdone, de verdad lo hice. —confesó por primera vez— Y nunca se lo dije.

— Estoy seguro de que ella lo sabe.  —le aseguró consolándola— Y es nuestro deber es no dejar que su sacrificio sea en vano. Tenemos mucho que hacer, mi lady.

•—•—•—•

Luego de algunas horas de laborioso trabajo, finalmente pudieron tener el artefacto terminado y listo para usarse.
Las Gemas resplandecían, cada una con su color característico y un brillo particular. Rocket y Tony estaban terminando por darle los últimos detalles mientras el equipo se iba reuniendo en la habitación.

— El guante ya está listo. —informó Rocket— La pregunta es, ¿quién va a chasquear sus malditos dedos?

— Bueno, tú no. Eso es seguro. —bromeó Natasha.

— Yo lo haré. —dijo Thor luciendo muy confiado— Está bien.

Steve y Tony fueron los primeros en negarse de inmediato. Y aunque nadie interfirió o comentó algo, seguramente también pensaban que él no era el indicado para realizar ese trabajo.

— Thor, espera. Aún no hemos decidido quien se lo va a poner. —puntualizó Steve.

— Oh, lo siento. ¿Qué, estabas sentado esperando la oportunidad correcta?

2 | DUSK TILL DAWN (BUCKY BARNES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora