— No me quejo, este lugar es increíble. —dijo, caminando de un lado a otro con el teléfono en su oído— Aunque extraño Nueva York, eso no puedo negarlo.
Escuchó una ligera risa por parte de su amigo al otro lado de la línea.
— Lo sé, también yo. —admitió, a pesar de que a veces tenía mucho de que quejarse en cuanto a esa ciudad— Pero ir de un lado a otro no está tan mal, ¿sabes? Te llegas a acostumbrar.
— Cuando dices eso, lo único que imagino es a Sam quejándose por todo.
Esta vez Steve carcajeó.
Leah extrañaba la sonrisa contagiosa de su amigo, esa que siempre lograba animarla en días difíciles.— Como no tienes idea.
Hubo un momento de silencio. Tal vez era porque los dos pensaban exactamente lo mismo pero ninguno se atrevía a sacarlo al tema.
En seis meses fue lo único en lo que pudieron pensar. Desde que llegó a Wakanda, solía desaparecer por horas, caminando hasta el atardecer. A veces lloraba, a veces sólo pensaba. Recordaba con nostalgia aquellos días en la Torre Stark, en el Complejo. ¿Por qué todo tuvo que terminar así?— ¿Has sabido algo de él?
Escuchó a Steve suspirar. Sin verlo podía asegurar que su expresión ahora era de pesar.
— No. ¿Qué hay de ti?
— No desde esa vez. —respondió desanimada— Creí que al menos respondería mi carta con un "vete al diablo"
— Tú no mereces que te trate así.
— No, si lo merezco. —dijo, al mismo tiempo que se sentaba sobre el césped— Ambos nos ganamos un lugar en su lista negra y tal vez es hora de que aprendamos a vivir con eso. Tony nunca nos va a perdonar.
— Debemos ser los peores amigos del mundo.
— Tenemos nuestros momentos.
Fue un largo rato en el que siguieron conversando, poniéndose al día. Eso incluía el proyecto en el que ella y Shuri llevaban tiempo trabajando, algo que sorprendió y emocionó al capitán.
— Sabes que puedes venir con nosotros cuando quieras, todos te extrañamos. —volvió a insistir— Es mejor que estes con tu equipo, no me gusta que estés sola.
— Lo sé, yo también los extraño. —dijo sincera. Muchas veces pensó en irse con ellos, pero había una razón muy poderosa por la que no lo hacía— Pero me quedaré aquí. He hecho buenos amigos, así que no me siento tan sola. El pronóstico para James es favorecedor así qué tal vez el poco tiempo lo tengamos de vuelta.
— ¿Lo dices en serio?
— Si. —dijo animada— Ha sido difícil desde que se congeló, aún no puedo creer que me haya convencido. Debí encerrarlo en la habitación con llave hasta que desechara esa tonta idea.
Steve rió ligeramente. No sólo ella intento convencerlo, también él incluso mucho antes de que Leah se enterara pero sólo había fracasado en el intento.
— Te las has arreglado muy bien, lo sé.
Ella se quedó callada, odiaba los nudos en la garganta y odiaba también que Steve supiera con exactitud cuando tenía uno.
— No ha sido fácil. —respondió con dificultad. Cómo le hacía falta su querido amigo, ese rubio anticuado que siempre estaba para ofrecerle su hombro— Todo esto del equipo, Tony, James en un maldito cubo de hielo. Sé que ustedes tampoco la han tenido fácil, y que soy una total llorona, pero es que a veces no sé que hacer. Hay días en los que me siento bien y otros en los que me siento como una intrusa aquí.
— Lo sé, pequeña. Pero todo se solucionará, con el tiempo así será.
•—•—•—•
Steve guardo de nuevo el celular en su bolsillo y tan pronto como se dio la media vuelta las preguntas comenzaron a llover de manera consecutiva así que no tenía tiempo de responder alguna.
— Se quedará en Wakanda. —dijo, de forma que así respondía todas las preguntas.
— Nada la hará cambiar de opinión, ¿no es así? —lamentó Natasha.
Steve negó.
— No dejará a Bucky. Además, todos sabemos cómo le afectó todo esto
El equipo estuvo de acuerdo con eso. El distanciamiento de Tony les había afectado a todos pero sobre todo al capitán y a Leah.
— Pero hay una buena noticia. —anunció, esperando así poder cambiar los ánimos— Dijo que todo va bien con Buck, si todo sigue así pronto podríamos tenerlos de vuelta con nosotros.
— Han pasado seis meses, ya debió haber despertado. —opinó Sam, con un poco de mal humor. Esto de no tener una vivienda fija lo irritaba.
— Debimos quedarnos en Wakanda como lo dije al principio. —dijo Pietro— Tendríamos donde vivir cómodamente y estaríamos con Leah.
— ¿No querrás decir: "Estaría con Leah"? —inquirió el moreno alzando una ceja. Pietro bufó, se cruzó de brazos y no volvió a decir nada.
— Iremos pronto. —aseguró el capitán, y luego miró a su alrededor sin encontrar a cierta joven— ¿Y Wanda?
Natasha miró a sus otros dos compañeros los cuales se notaban tensos y nerviosos.
— Con Visión.
•—•—•—•
Cuando regresó al laboratorio Shuri la esperaba algo impaciente, lo supo por su postura tensa que mostraba. Caminó hacía ella sintiéndose preocupada, ¿algo le había pasado a James?
— Dime que no tienes malas noticias. —dijo con pesar, desde hace mucho que no pasaba nada malo y esperaba que todo siguiera así.
— No, no en realidad. —dijo— Pero dime una cosa, ¿la próxima vez que Steve Rogers te insista ir con ellos, lo harás?
— No puedo irme, ¿recuerdas? Aún tengo asuntos pendientes aquí. —contestó, pasando de largo hasta llegar a la gran ventana que ofrecía una bella y amplia vista al paisaje.
— Eso lo sé. —habló al mismo tiempo que giraba su silla siguiendo el camino que su amiga hacía— Te pregunto porque ya me he encariñado lo suficiente contigo como para llorar si te llegas a ir. Estoy consciente de que tan pronto como tu novio despierte querrás irte a Nueva York.
Leah sonrió.
Ese era el plan, si. Pero sus propias experiencias le decían que nada de lo que planeaba salía como quería.— Como sea, estoy preparada para eso. ¿Sabes algo de fabricar armas? Creo que a James le gustaría tener una.
— No muy bien, una vez Tony me explico algo pero... —se detuvo. Era doloroso aún mencionar su nombre porque ya no se sentía con confianza para decirlo libremente.
— ¿Te puedo hacer una pregunta? —pidió Shuri al notar su expresión.
— Claro.
— ¿Qué pasó con ese tal Tony Stark? Mi hermano me ha contado, pero nunca he escuchado tu versión.
¿Su versión? ¿Acaso tenía derecho a
contarla? No era más que una mentirosa y traicionera a palabras de su antiguo amigo. Después del daño que le había hecho, ¿con qué valor podría ella contar su versión?— Señorita Leah. —la llamó uno de los chicos que rondaba el laboratorio— El Sargento Barnes...
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2 | DUSK TILL DAWN (BUCKY BARNES)
Fanfiction- Lo perdí. -dijo la chica entre lágrimas. - Lo sé. -le respondió el chico- Pero yo puedo hacerte feliz. ¿Cuál era el problema? Fácil. Él no era James.