Capítulo 3

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Shuri andaba de un lado a otro mientras que Leah sólo la miraba con una expresión de pánico.
Nadie sabía que había pasado, nadie, ni siquiera los que la princesa wakandiana había dejado a cargo de esa tarea.

— ¿Shuri? —le llamó Leah, mirándola pasar frente a ella una y otra vez revisando sus tecnológicas pantallas holográficas.

— ¿Qué pasó? —les cuestionó a todos, buscando una posible respuesta.

— No sabemos. Estábamos monitoreando sus signos como todos los días y...

Leah dejó de escuchar a partir de ese momento. James ya no se encontraba en la cápsula, sino acostado sobre una camilla. No había estado tan cerca de él en meses, y ahora que estaba a su lado parecía irreal.

— ...Tuvimos que sacarlo de la cápsula en cuanto notamos que algo no estaba bien.

— Leah, no hay nada extraño. —le informó Shuri, mostrándole la pequeña pantalla sobre sus manos— Todo esta en orden, debió ser...

— No, algo pasó. Estoy segura de que algo pasa.

— Ya revisamos todo. —insistió, pues era verdad— Él está bien. Míralo, seguirá durmiendo tranquilamente hasta que...

Pero el soldado en la camilla murmuró algo que no alcanzaron a entender. Leah se apresuró y rápidamente se acercó hasta quedar frente a frente con él.

— ¿James? —murmuró en su oído, esperando escuchar su voz en respuesta— ¿Bucky? —volvió a llamarlo.

Cuando comenzó a moverse, Shuri la tomó del brazo y la apartó. Hace un tiempo le había explicado que debido a todo lo que le habían hecho a su mente, podían correr el riesgo de que quien despertara fuera el Soldado del Invierno y no James como tal.

Apenas intento abrir los ojos y soltó un quejido, de esos cuando la luz matinal te lastima la vista. Luego miró a su alrededor sintiéndose un tanto extraño, como si una parte de él ya no estuviera.

— ¿Leah? —pronunció en voz baja, apenas audible para ella.

La mencionada soltó el agarre de la princesa Wakandiana y corrió a su lado.

— La ultima vez que desperté en una habitación blanca me enamoré de la chica que estaba a mi lado. —dijo con cierto tono de broma.

Leah rió un poco. Recordaba a la perfección el día que lo conoció y aún sentía esa sensación de mariposas.

— Tienes suerte de que sea la misma, James Buchanan.

Luego de esto lo abrazó tan fuerte que tuvo que pasar un buen rato para que se separaran. Algunos incluso podían jurar que hubo ciertas lágrimas.

— Bienvenido, Sargento.

•—•—•—•

James sólo veía caminar a su novia de un lado a otro, rebuscando entre sus cosas algo que no sabía muy bien que era. Miró a su alrededor, curioso por la pequeña casa que ahora les pertenecía al menos por el tiempo que siguieran en Wakanda. Leah se había esmerado en adaptarlo para ambos, los pocos muebles y algunas repisas estaban llenas de fotos de ambos y otras tantas junto a todo el equipo, incluso donde aparecía Tony. Sentía algo de curiosidad sobre él, y si Leah había llegado a contactarlo pero no parecía ser el momento adecuado para preguntar.

Finalmente escuchó a Leah soltar un pequeño grito y regresó con él sosteniendo algo en manos. Puso la libreta de color café sobre sus manos, estaba abierta, por lo que pudo leer lo que estaba escrito en ella.

Yo soy James Buchanan Barnes. Nací el 10 de marzo de 1917.
Me uní al ejército en 1937.
Fui capturado por HYDRA en 1945.
Mi mejor amigo es Steve Rogers, el Capitán America.
Estoy enamorado de Leah Marie Carson.
Sam Wilson aún es insoportable.

— ¿Recuerdas esto? —le preguntó la chica, un tanto impaciente.

— Si, lo escribí cuando estuvimos en Bucarest.

Leah asintió y le entregó la foto que hasta ahora no se había dado cuenta que estaba en su mano.

— ¿Y esto? —volvió a preguntar.

En ella se mostraba a todo el equipo, en aquellos días en que todos eran unidos. Incluso Thor aparecía en ella. Quizá no haya pasado tanto tiempo con ellos pero llegaba a sentir algo de nostalgia

— Fue en el cumpleaños de los Maximoff. Sam bebió tanto que terminó bailando sobre las mesas.

La chica contuvo la carcajada, no había tiempo para eso, esto era más importante ahora que las escenas de Sam.

— Ok, ¿y algo de esto?

Esta vez le mostró una foto de sus épocas en el ejército. Hace mucho que no la veía, y extrañamente recordó cada detalle de su uniforme, el día en que se enlistó y cuando partió a la guerra. Después de eso, aunque recordaba algunas cosas, otras aún eran algo confusas. Y eso fue lo que le explico a Leah, a lo que ella respiro un poco más aliviada. James había vuelto, y según Shuri, era cuestión de tiempo para que su antiguo yo regresara totalmente.

Luego de eso, emocionada le dio un extenso tour por toda la, aunque de verdad no era muy grande, las largas explicaciones de cada lugar y por ende la decoración que había escogido hicieron que se llevara más tiempo del necesario. Pero eso no le importo a él, amaba como sus ojos brillaban cuando le contaba el proceso que le llevó semanas en tener todo listo para cuando él despertara. Sus pertenencias estaban perfectamente acomodadas. Era como si siempre hubiera estado ahí, aún cuando era la primera vez que pisaba ese lugar.

— ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? —cuestionó Leah, después de todo tenían planes, agradecían la hospitalidad de T'Challa pero quedarse mucho más tiempo en Wakanda no era uno de ellos.

James se recostó sobre la cama atrayendo a Leah con él.

— No lo sé, T'Challa dijo que podíamos quedarnos cuanto quisiéramos. Podría empezar a trabajar... —comentó Buck.

— Hace poco hable con Steve, quiere que vayamos con ellos. Aunque no sé en donde estén ahora.

— Seguramente enloquecerá cuando le digas que me sacaron del cubo de hielo. —dijo, y ambos rieron. Quería ver a su amigo, pero por ahora quería unos días a solas con su novia— ¿Crees que podamos...? Tú sabes...

Leah se giró hacia él con una sonrisa juguetona y una ceja alzada. En un movimiento rápido y sin que él se lo esperara ya estaba sobre él, con las piernas a cada lado, y beso sus labios con delicadeza. Pero luego se separó abruptamente haciendo que Bucky gruñera en descontento.

— Necesitas descansar. —dijo firme— Así que buenas noches, soldado.

Volvió a darle un beso rápido y se metió entre las cobijas. Bucky aún estaba sorprendido pero después de un rato rió y se acosto junto a ella perdiéndose en un profundo sueño.

2 | DUSK TILL DAWN (BUCKY BARNES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora