Capítulo 23

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MARATÓN

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•Leah•

Apenas tres días cumplidos de la batalla regrese a mi departamento. El mismo que desde hace un buen tiempo no veía, no después de recoger algo de ropa y mudarme temporalmente al Complejo.
Los gobiernos comenzaron a realizar censos nuevamente, y todo indicaba que tuvimos un total éxito. Las cosas poco a poco iban regresando a la normalidad.

Pietro regreso después de un minuto, luego de regresar las gemas a donde pertenecían. Su herida no era tan grave, así que sanaría rápido.

Katia no pudo regresar.
Pero la recuerdo con frecuencia. Tal vez no pudimos solucionar las cosas como debíamos, pero nunca dejaré de agradecerle lo que hizo.

La luz del sol matutino traspasaba la ventana, por lo que me era imposible seguir durmiendo. Además de que mi celular no dejaba de sonar cada vez que el nombre de Wanda aparecía en la pantalla, recordándome la hora en la que debía estar en el Complejo. Según Nat, me darían toda la privacidad que quisiera por al menos una semana. Pero al parecer Maximoff no estaba dispuesta a eso.

Ya entendí. Los veo más tarde.

Hasta que respondí, las notificaciones finalmente se detuvieron. Suspire aliviada.
El reloj de mi mesita marcaba las 7:30 am y volví a maldecir a Wanda. Pero debía admitir que extrañaba que fuera mi alarma personal.

Me giré sobre mi lugar jalando las sabanas hasta mis hombros, encontrándome con una vista por la que mataría a cualquiera que intentara quitármela de nuevo.

Bucky aún dormía pacíficamente a mi lado como si nada en el mundo pudiera despertarlo. Pero yo aún tenía miedo, por muy tonto que eso suene, de que un día despertara y él ya no estuviera a su lado. Supongo que después de lo sucedido era algo normal, y quizá tardaría un tiempo en superarlo.

Pero mientras, me gustaba deleitarme cada mañana con la vista de este maravilloso ser durmiendo a mi lado.
Algunos mechones caían por su rostro y eso lo hacía ver más encantador aún, los aparte con sumo cuidado de no despertarlo. Instintivamente, las yemas de mis dedos iban recorriendo cada centímetro de su rostro hasta llegar a esos llamativos labios que me volvían loca.
Comenzó a removerse, y yo detuve mis caricias de forma rápida, él soltó un quejido en respuesta.

— No te detengas. —dijo, con su voz ronca somnolienta, y sin abrir los ojos aún.

Tomó mi mano y la acercó nuevamente a su rostro, dejando varios besos sobre mis nudillos.

— Lamento despertarte. —susurre.

— Descuida. Si vas a despertarme así todos los días, entonces estoy cien por ciento de acuerdo.

Sonreí al igual que él. Luego pasó su brazo metálico por debajo de mi cintura para rodearla y acercarme más a él, mientras que con la otra acariciaba con lentitud el camino que se formaba de mi cintura a mi cadera. Las imágenes de la noche anterior llegaron a mi cabeza de golpe y no pude evitar sonreír al ver mi ropa hasta el otro rincón de la habitación.

— ¿Qué quieres hacer hoy? Dime, lo que tú quieras. —dijo emocionado, y por más que ese fuera mi plan, no podía.

— La verdad, podríamos quedarnos todo el día aquí y lo consideraría el plan perfecto. —respondí. Y de verdad estaba dispuesta a apagar el celular para que dejara de sonar, pero luego tendría que escuchar muchos sermones y prefería ahorrármelos— Pero tenemos que ver a Steve y los demás hoy.

James arqueó una ceja, pues cuando escuchó la advertencia del capitán, creyó que se refería sólo a mi.

— No creo que sea buena idea que yo esté ahí. —comentó cabizbajo— No creo que Stark quiera verme y tampoco estoy listo para enfrentarme a eso.

2 | DUSK TILL DAWN (BUCKY BARNES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora