Septiembre©

Capítulo XVIII: La Decepción

Ya era tiempo de volver al trabajo, y allí estaba Vicky, ansiosa por saber cómo me había ido en mi cita con Brandon.

-¿Y? ¿Qué tal?, ¿cómo te fue con Brandon? -dijo Vicky emocionada.

-Bien, es decir, no sé. Es muy guapo y agradable, pero la verdad, no sé si lo vuelva a ver otra vez -dije mientras me sentaba en mi escritorio.

-Bueno, ahí no estoy muy segura -dijo Vicky mientras miraba al techo con cara de malvada.

-¿Qué hiciste Vicky? -le dije mirándola seria.

-Ayer me llamó para pedirme la dirección de la agencia. Creo que planea verte de nuevo -dijo sonriendo.

-Y claro, se la diste -dije dejando de mirarla y algo molesta.

-Por supuesto que se la di. Estoy harta de verte sufrir, lo tuyo con Thomas no tiene ningún futuro y Brandon es un buen hombre, mereces ser feliz amiga -me dijo sonriendo triste.

Creo que de verdad le afectaba mucho mi situación. Pobre Vicky.

Más tarde bajé a las fotocopiadoras, necesitaba copias de algunos diseños barrocos para la nueva campaña en la que trabajaba. Y allí estaba Andrea conversando con su amiga Martha, como las detestaba a las dos.

Escuché que algo decían sobre Thomas, así que me agaché detrás de una copiadora para escuchar lo que hablaban pero sin que pudieran verme.

-No puedo creerlo -decía Martha con un tono burlesco.

-Te lo juro, esa mojigata está saliendo con Thomas, vieras como le pedía disculpas a ella luego de haberlo besado, fue penoso -dijo Andrea riéndose.

-Así que cuando supe que estaba comprometido con Zoe. ¡Bam! Vino a mi cabeza como un rayo. Y dije, este hombre será mio -dijo Andrea alardeando.

-Ay Andy, no sabes cómo te admiro. Lo que quieres lo consigues -dijo Martha.

Pero que par de idiotas y zorr... ¿Qué demonios fue lo que hizo Andrea?

-Así que bueno, resumiendo, fui una tarde a la oficina de Thomas y le dije que le diría todo a Zoe y al señor Crawford sobre la relación que tenía con la mojigata esa -dijo Andrea.

-¿En serio? -dijo Martha riendo. ¿Y qué te dijo?

-Bueno, me ofreció dinero, pero claro, yo no lo acepté. No era dinero lo que quería. Así que estuve bastante rato amenazándolo hasta que se dio cuenta de lo grave que era la situación. La fusión se iría por el caño, la agencia se vería desprestigiada y todo el esfuerzo que su padre había invertido por 30 años en la compañía se iría al demonio, y claro, él sería el culpable de todo -dijo Andrea.

-Ay que mala eres -dijo Martha emocionada. ¿Y entonces?

-Entonces accedió. Dijo que aceptaría cualquier cosa con tal que mantuviera el secreto. Y yo le dije que quería una noche con él, sólo una. Entonces, un día luego del trabajo, que Thomas dijo que Zoe y Anna irían a ver lo del vestido de novia, nos reunimos en los estacionamientos y fuimos en su auto a un motel.

¡¿Qué?! No podía creer lo que oía. Pero claro, recuerdo ese día, ambos actuaban muy extraño.

-Fuimos a un motel muy lejos de aquí, claro, no queríamos ser reconocidos. Era algo de "Sun... Sunset", bueno qué importa. Llegamos a la habitación y creo que no podía contenerse porque quería hacerlo todo muy rápido. Y ni te imaginas cómo es como amante. ¡Qué delicia! Sólo con recordarlo siento que mi cuerpo tiembla. Y como besa... esos besos...

Y fue ahí cuando no aguanté más, me levante de detrás de la copiadora y salí corriendo fuera de la agencia. Cómo dolía.

Me senté en las escaleras de la entrada y comencé a llorar. Era un llanto desgarrador y sentía como si mi corazón se saliera por mi boca. Me dolía el pecho, sentía como si hubiera 1000 kilos sobre él, los que apenas me dejaban respirar. Intentaba calmarme pero no dejaba de temblar. Y fue ahí cuando aparece Brandon. A penas me vio corrió hacia mí.

-Anna, Anna, ¿estás bien? Tranquila -me dijo sentado a mi lado y abrazándome para tratar de consolarme.

-Brandon, sácame de aquí, por favor Brandon -le dije llorando desesperada.

Brandon me llevó a su auto y condujo sin decirme nada, creo que no quería presionarme.

Se detuvo luego de largo rato en un parque, nos sentamos en una banca mirando la montaña.

Luego de un largo silencio decidí hablarle.

-¿Brandon? ¿Por qué viniste? -dije mientras miraba la montaña.

-Vine porque te extrañaba, necesitaba verte -dijo mirándome.

-Pero si ni siquiera me conoces -le dije mirándolo.

-Pues, ahí tienes tu respuesta. Porque quiero seguir conociéndote te busco, te extraño. No paré de pensar en ti todo el fin de semana -me dijo tomándome la mano.

-Brandon, gracias -le dije sonriendo.

Brandon no se imagina lo que significó para mí que estuviera a mi lado en ese momento. Fue como un ángel.

Sonó el teléfono de Brandon y él se alejó para responder. Mientras, me quedé observando la montaña, era hermosa.

-Le dije a Victoria que estás bien y que estás conmigo. Estaba muy preocupada -dijo con su teléfono en la mano y sentándose a mi lado.

-Gracias Brandon -dije sonriendo.

-¿Tienes hambre?, creo que deberías comer algo, vamos -me dijo sonriendo y abrazándome mientras caminábamos.

No sé qué hacía Brandon, pero me hacía sentir muy segura, protegida.

Fuimos a un café, bebimos capuccinos y comimos pastel. Brandon me hacía mucho reír, me sentía relajada con él, por un momento olvidé todo lo que había escuchado de Andrea. Pero apenas volvió a mi cabeza, decidí contarle todo a Brandon, creo que merecía saberlo.

-Ese hijo de pe... -dijo mientras golpeaba la mesa con el puño. Él no pudo hacerte eso, no mereces algo así -dijo Brandon muy enojado. No puedo creer que existan ese tipo de idiotas. Si eso me hubiese pasado a mí, yo te hubiera elegido Anna, lo juro -dijo mirándome a los ojos. Ahora veo por qué todo fue tan incómodo esa noche, ustedes tenían algo -dijo mirando la mesa.

-Anna -dijo tomándome de las manos. Sólo quiero que sepas que si necesitas un amigo, alguien con quién salir, con quién llorar, con quién discutir, yo estaré ahí para ti -dijo mirándome fijo.

-Gracias Brandon, lo tendré siempre presente -dije sonriendo.

Me llevó a mi apartamento y nos despedimos con un abrazo. Lo vi irse. Brandon realmente era un gran hombre. Me siento muy agradecida.