Capítulo IX: El Inicio del Trato

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Desperté antes de que sonara el despertador. Me levanté muy animada y abrí las cortinas para que entrara la hermosa luz del día por la ventana, todo era maravilloso esa mañana. Me preparé un delicioso desayuno, tenía tostadas, café, leche con cereales y jugo natural. Me duché y me dirigí al armario para escoger la falda y blusa más hermosa que tenía, escogí unos tacones, aunque los evitaba para el trabajo, pero este día era especial. Me arreglé el cabello, dejando caer mis largos rizos, y me maquillé preciosa. Estaba perfecta para mi primer día con Thomas.

Cuando llegué a la agencia, él ya estaba en la oficina, así que no pude saludarlo, y tampoco quería interrumpirlo.

Llegué muy animada saludando a todo el mundo con una gran sonrisa, luego ya en la oficina saludé a Vicky, le di un gran abrazo y ella notó algo diferente de inmediato.

-¿Y tú, porqué tan animada? ¿De qué me perdí? -me preguntó extrañada pero muy entusiasmada acercándose con su silla, esperando que le contara el chisme.

La quedé mirando con una sonrisa y comencé a contarle todo lo que sucedió anoche, estaba tan entusiasmada que no podía si quiera disimularlo.

-¡Ay amiga, pero que romántico! Aunque es algo triste al mismo tiempo, ¿qué harás cuando septiembre termine? ¿Serás capaz de dejarlo ir dejándolo casarse con otra después de todo lo que vivirán juntos? -dijo Vicky preocupada.

-No lo sé, lo único que tengo claro es que quiero estar con él, aunque sea por un corto tiempo. Yo sé que no tengo suerte en el amor, pero tampoco voy a dejar de hacer cosas sólo para evitar sufrir. Además, ¿será posible enamorarse en un mes? La verdad no creo que sea tan difícil separarse.

-No sé amiga, nunca digas nunca, cualquier cosa puede pasar, sólo te pido que te cuides, no quiero verte sufrir después -me dijo con unos ojos tristes, como si estuviera viendo el futuro.

Ya era hora de comer, y fuimos juntos como siempre al restaurante, Thomas ya estaba allí y muy pegada a él, estaba Andrea.

Estuve muy incómoda toda la comida, Andrea no dejaba de tocarlo y de hablarle cosas al oído, me daban ganas de matarla, pero traté de disimular para que no se me notara, además tenía a Vicky a mi lado para controlarme.

Andrea era la típica comehombres, usaba faldas muy cortas, blusas abiertas con un gran escote, y claro, no le importaba lo que pensaran de ella, si ni si quiera se controlaba sabiendo que Thomas era su jefe, de hecho, creo eso le gustaba aún más.

Volvimos a la oficina, y cuando estábamos trabajando con Vicky, de repente tocan a la puerta, era Thomas.

-Disculpen, lamento interrumpirlas -dijo algo tímido. Señorita Brown, ¿me permitiría un minuto? -dijo muy serio, sabía que algo tramaba.

Salimos de la oficina y me habló muy bajito.

-¿Cómo estás Anna? No sabes las ganas que tenía de hablarte -me dijo susurrando y sonriendo.

-Bien, ¿y tú? -dije siguiéndole el juego.

-Oye te tengo una invitación -me dijo mientras me daba la mano disimulando la entrega de una nota. En esa dirección a las siete en punto.

-De acuerdo -le dije y sonreí.

-Nos vemos -me dijo mientras se alejaba.

Cuando iba a entrar a la oficina con Vicky, se devuelve.

-Por cierto, estás hermosa el día de hoy -me dijo con su bella sonrisa y yo se la devolví algo sonrojada, la verdad es que no estaba acostumbrada a los halagos.

Por supuesto le conté todo a Vicky, y apenas terminé de trabajar me dirigí a esa dirección, era un lugar bastante alejado de la oficina, no supe que era hasta que entre al sitio. No lo podía creer, ¡era un karaoke!

Ahí estaba Thomas, esperándome en una mesita con nachos y guacamole, también había ordenado unos tequilas.

Yo sólo lo miraba con cara de desorientada, pero riendo.

-¿Por qué me traes aquí? -le dije en voz alta, apenas se escuchaba con el ruido.

-¡Me muero por saber cómo cantas! -me dijo riendo y con cara de malvado.

-Canto pésimo, ¡te odio! -le dije avergonzada mientras él me abrazaba, estaba muy pegada a él.

Estuvimos conversando largo rato y una de las cosas que comentamos fue sobre Andrea.

-Acaso, ¿estás celosa? -dijo con una sonrisa enorme de satisfacción.

-¿Celosa? Estás loco, si no somos nada, no tendría por qué estarlo -le dije sin mirarlo a los ojos, ni yo me lo creí.

-¿No somos nada? -me dijo decepcionado. ¿Y todo lo que ha pasado entre nosotros? ¿Y ese fin de semana? ¿Quieres ponerle nombre a la relación? Bien -y se levantó de la silla muy rápido, se dirigió a un chico que andaba por allí y de repente lo veo subir al escenario.

¿Qué hacía Thomas?, me preguntaba mientras jugaba con la bombilla de mi tequila algo confundida.

-Anna, Anna Brown -dijo Thomas con micrófono y todo. Esto es para ti.

Y de repente comienza a sonar una melodía muy familiar.

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I've been searching for you/I heard a cry within my soul/I've never had a yearning quite like this before/Now that you are walking right through my door
All of my life/Where have you been/I wonder if I'll ever see you again/And if that day comes/I know we could win/I wonder if I'll ever see you again
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Era "Again" de Lenny Kravitz, no había puesto atención a la letra pero realmente decía lo que sentía, y al parecer también era lo que sentía Thomas.

Él tenía una gran voz, y se veía muy guapo cantando en el escenario.

A penas terminó de cantar bajó y caminó hacia mi entre aplausos y me hizo una pregunta.

-¿Quieres ser mi septiembre? -me dijo arrodillado frente a mí, tomándome las manos.

-Sí -le dije, sin poder más de alegría.

Septiembre©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora