Deseos Letales

6

Tracy:

¿Esta es una clase de cita con mi jefe?

Con mi jefe, el señor Crowell.

—Dama, caballero, acompáñenme por favor.—Nos indica uno de los hombres que será quien nos atienda en este elegante restaurante al que nunca creí que pisaría.

Nos dan una mesa y amablemente retira la silla para que yo tome asiente, los dos lo hacemos y nos entregan la carta.

Observo el menú completo para la cena y la boca se me hace agua con cada imagen en cada página.

—¿Encontraste que pedir?

Levanto la mirada y lo encuentro observándome con esos ojos fuertes, el calor invade mis mejillas y aparto la mirada al no resistir y observo la carta.

Paso saliva.—Aun no..

—Elige lo que desees, ira por mi cuenta.

Eso no.

—Creo que ya hubo mucho por su cuenta este día, Señor Crowell.

—Dominic.

Abro los ojos.

—No estamos en la oficina, no tienes que llamarme Señor Crowell.—Pronuncia y su voz baja.—Tampoco todo el tiempo.

—Es por respeto.—Me sincero con él.

No me da una respuesta y el mozo se acerca a nosotros.

—¿Ya tienen una elección?

Asiento con la cabeza y le digo mi pedido, mi amplio pedido, Dominic Crowell sonríe cuando termino y le da el suyo, el mozo se retira.

—¿Siempre tienes un apetito voraz, Tracy?

Vergüenza...

El mozo regresa con un vino y unas copas.

—Especialidad de la casa.—Nos indica el.—¿Me permite?

Muevo la cabeza en un afirmativo si, él nos sirve, primero a mí y luego a él, pruebo un poco y mis ojos se abren, demasiado fuerte para mi gusto.

—Sus pedidos llegaran pronto, disfruten de su velada, pareja

¿Pareja?

Se retira y mi jefe se vuelve hacia mí.

—¿No le agrada mucho los vinos?

—No suelo tomar mucho más que para un cumpleaños, navidades u año nuevo y si lo hago por mis padres más que todo.

Dominic coloca el vaso sobre la mesa luego de darle un sorbo.—Suena a que sus padres son el alma de la fiesta.

Recuerdo cada una de esas celebraciones.

—Sí, lo son.

El vuelve a beber de su vaso.

—¿Y qué hay de us...—¿Usted o tú?, Él dijo que lo llamara por su nombre.—De ti, Dominic.

Sonríe al escucharme llamarlo exactamente por su nombre.

—¿Se lleva bien con sus padres?

—Con mis padres adoptivos, sí.

¿Padres adoptivos?

—Es..

—Soy adoptado, Tracy.—Me responde.—Mi padre es el fundador de Enterprises Crowell, aunque decidió retirarse cuando mi madre enfermo.

—Su madre...

—Ella ahora mismo se encuentra bien y goza de una buena salud, pero al pasar tanto tiempo con ella, le hizo recordar porque fue la mujer que eligió en su vida y que si fundo la empresa fue por alguien.