22

34.2K 3.1K 212
                                    

Tracy:

Me quedo con Dominic en su departamento, lo acompaño y lo dejo dormir todo el día, incluso el que sigue.

No vamos a trabajar ninguno de los dos y me ocupo en preparar el almuerzo y la cena junto a una de esas sopas caseras que encontré por internet y de alguna forma resultan sanar a uno.

Ahora mismo estoy preparando unos panqueques para no aburrirme mientras el sigue descansando.

—Dominic está bien, mamá. —Ella es la más preocupada. —Ahora mismo está descansando.

—¿Pero le preparaste la sopa no?

—Si, mama.

—Pobre de mi yerno. —Comenta ella.

Yerno…

—Debería estar ahí para prepararme algo con estas manos.

Alzo una ceja. —Yo lo estoy haciendo.

Y debo decir que lo he hecho bien.

—Mis manos son milagrosas, cariño. —Me asegura. —¿O has olvidado lo rápido que te curabas con las sopita y extractos que te hacía de pequeña cada vez que te enfermabas?

Suspiro.

—Y por eso mismo, se como cuidarlo. Dominic está bien.

Mamá se escucha un poco más aliviada. —Mandale mis saludos a mi yerno y cuídalo mucho, aún no se han casado.

—¡Mamá!

—¿Qué?

—Adiós, voy a colgar.

Le cuelgo y suelto un suspiro.

¿Dominic y yo casándonos?

No debo pensar en eso ahora.




—¿Cómo te siente?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





—¿Cómo te siente?. —Le pregunto después de levantarse a tomar la sopa, parece que le agradó bastante.

—Mejor, gracias por quedarte conmigo esta noche, aunque tuvieras que sacrificar tu trabajo. —Me responde. —Se lo mucho que te gusta trabajar. Lo siento.

Sonrio  de lado  y me atrevo a acariciar su rostro, mis dedos a acarician esa barba corta.—Estoy bien.

Retiro la mano al creer que ya es suficiente y el me la toma.

—Dominic…

Se levanta de la silla y me obliga levantarme a mi tirando con suavidad, nuestras miradas se encuentran.

El se me acerca y mis manos van a sus brazos, cierro los ojos cuando me besa, lo recibo feliz y emocionada, como cada beso que mi novio me da.

Dominic me hace retroceder apretándome contra mi y yo lo detengo, jadeando sobre su boca.

—Estoy listo.

Mi mirada sube a la suya. Lo que dice a continuación me deja sorprendida.

—Estoy listo para hacer el amor contigo, Señorita Roth.




Deseos LetalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora