Tracy Roth es una estudiante destacada que termino ganando un pasaje de trabajo directo a Enterprises Crowell, una empresa en la que se destaca por solo tener trabajadores hombres.
¿Por qué?
Digamos que es una orden rígida y dictada por el magnate...
Dominic permanece con los labios cerrados y los míos se mantienen igual, el corazón se me sale del pecho y así como en un arranque llevado por mis impulsos lo bese, así me separo de él.
Temo por su reacción, Dominic está en shock.
—¿Cómo estuvo?. —Me atrevo a preguntar.
Sus ojos parpadean y veo su manzana de adán contraerse cuando pasa la saliva.
Dominc no aparta los ojos de los míos y no puedo interpretar con seguridad como se siente.
—Dominic...
—Estoy bien. —Es lo único que responde.
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"Estoy bien"
¿Cómo debo interpretar un "Estoy bien"?
Está bien con el beso y le gusto ¿Es eso?
No le des muchas vueltas.
No puedo dejar de pensar en eso.
Pudo ser peor.
Sí, es cierto. Pudo ser peor.
Pudo haberme apartado y no lo hizo, si no lo hizo es porque le gusto ¿No?
Me desconcentro de mis pensamientos cuando llega un mensaje de Dominic.
"Señorita Roth, la necesito en mi oficina, ahora"
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—Hola...
No nos hemos cruzados en todo el día y desde anoche hasta ahora.
—¿Por qué me nece..
—¿Vas a trabajar hasta tarde hoy?. —Me pregunta con inquietud mientras revisa unos documentos,
—Me faltan los últimos años, pero... después de lo que dijiste quiero tomármelo más despacio, además de que debo tener más cuidado en esas últimas fechas.
—Entonces te llevare a casa. —Pronuncia, pasa las hojas y mi corazón no deja de acelerarse, ahora que estamos solos, lo único que pienso es en hacerle la pregunta.
Y se la hago.
—Dominic.. sobre el beso.
El deja lo que está haciendo para poner los ojos en mí.
Trago saliva. —Si de alguna manera me pase.
—No lo hiciste.
Abro los ojos.
—¿Quieres preguntarme si me gusto?. —Mierda, me ha leído la mente. —Sí, me gusto.
La respuesta que esperaba mi corazón y por la que ahora no deja de acelerarse.
—No puedo decirte que era lo que esperaba, fue extraño y tal vez sea porque nunca he besado a una mujer.
Nunca.
—Pero si me gusto. —El sonríe. —Tienes unos labios muy bonitos, señorita Roth.
Mis mejillas se acaloran y su sonrisa crece.
Trago saliva.—¿Iremos a cenar hoy?
—En realidad me gustaría hacer algo más.
—¿Cómo qué?
—Como cambiar de rutina en nuestras citas, como esta vez cocinar.
¿Cocinar?
Dios mío, habla de...
—¿Te gustaría ir a cenar a mi departamento, Tracy?
Hola...
Tracy y Dominic intentaran volverse más cercanos en el siguiente capítulo.
