Tracy:
Los ojos de Dominic se me quedan viendo cuando me uno a el en mi habitación, estoy con mi pijama blanco y mi cabello lo traigo suelto, me acerco a él y me sonríe.
Coge mi rostro entre sus manos con cuidado.
—Dominic.
—Estoy bien...
Busco su mirada.
La última vez que dijo que estaba bien...
—Prometo no empujarte.—Pronuncia con una sonrisa antes de besarme.
Le devuelvo el beso y lo subo de nivel, pero en el instante en que caemos justos sentándonos sobre la cama, yo lo detengo al sentir su respiración agitada.
Me aparto de él.
—Tracy...
Quiero que el este seguro de que no debe sentir miedo de esto.
—Tócame tú.—Le pido.
Los ojos de mi novio se abren, yo sonrio tímida.
—Esta noche tócame tú, Dominic.
Retrocedo un poco y observo como traga saliva cuando coloco ambas manos sobre mi ropa de dormir, sujeto el filo de mi pijama de tiras y lo subo, su mirada no se aparta, me observa con admirador, deseo de que continué y lo hago, quito la prenda y dejo al descubierto mis pechos frente a el.
La mirada de Dominic está en mis pechos, mis pezones.
Traga con fuerza y sube esos hermosos ojos azules a los míos, yo le sonrio dándole seguridad, bajo mis manos por en medio de mis pechos, mi abdomen y lo ubico sobre los shorts de dormir.
Lujuria, deseo, un rastro fuerte de ellos hay en su mirada y ahora no lo aparta, continua siguiendo mis manos y al pasar vuelvo su manzana de adán contraerse.
No hay nada de peligroso en esto...
Quiero que lo sepa.
Me pongo de pie colocándome delante, el sube los ojos y yo le sonrio, una delicada sonrisa cruza los labios de mi novio y es mi pase para continuar, lo hago dejando caer mi short y quedando de pie y desnuda frente a él, con mi cabello rojo hacia adelante.
—Eres muy hermosa.
Tres palabras suficientes para ponerme roja, Dominic se me queda viendo, con una mirada fuerte y llena de deseo, en ningún momento lo pierde y yo me acerco sin preguntárselo.
No lo toco, él lo hace.
Dominic me acaricia mi piel y mis ojos se cierran, sus manos fuertes y varoniles me toman las caderas y acerca su rostro a mi abdomen, es difícil mantener las manos sin tocarlo, pero lo hago por él y solo las tengo en el aire mientras los labios de Dominic van a mi vientre.
Me besa muy despacio, siento primero sus besos suaves, como si buscara cuidarme, como si quisiera ir despacio conmigo y ser mi primera vez cuando no lo es, pero me agrada esto, se siente muy bien que un hombre, el hombre que deseo me trate este modo.
—Dominic..—Pronuncio su nombre y abro los ojos.
Ahora su mojada lengua comienza a deslizarse por mi abdomen mientras sus ojos se mantienen cerrados, tengo el corazón subiendo hasta mi garganta y mi entrepierna se siente húmeda, tan humeda y mucho más que su lengua traviesa.
Jadeo y bajo la cabeza, tengo el impulso de separar las piernas y lo hago.
Los ojos de Dominic me observan.—¿Puedo seguir intentando?
Yo le sonrio.—Tócame todo lo que desees.
Le he dado el permiso, el me da una sonrisa tranquila y vuelve a lo suyo, sus manos se ubican sobre mis muslos y los va subiendo, mi estómago se contrae y mi espalda se endereza cuando esas manos llegan a mi trasero.
Jadeo y separo más las piernas, Dominic me besa justo en mis muslos y mi boca se abre.
Me gusta ..y dejo que me lo haga a su manera.
La boca de Dominic acaricia provocando sensaciones más fuertes al llegar a mi vagina, la sensación me hace apretar los parpados y me encanta.
Mi corazón no deja de acelerarse y sigue, ahora lamiendo desde mis labios menores hasta llegar a mi clítoris, su lengua prueba de mí completamente, lleva mis deseos más arriba y me fascina de muchas maneras.
Yo me siento igual de afortunada de ser su primera vez y lo hace demasiado bien para ser una primera vez, por más que note y me trasmita su nerviosismo, quizás para alguien experto podria ser poco, pero yo lo disfruto mucho.
Quizás porque es el, no, definitivamente porque es Dominic Crowell, mi novio.
Dominic se deja llevar, su lengua sigue descubriendo del sexo, de mi sexo, se hunde en mi entrepierna y quiero tocarlo.
Rayos, realmente quiero tocarlo, pero me aguanto y me conformo en cerrar los ojos, en dejar que el siga dándome como lo ha estado haciendo y cuando creo que no puede darme más sensaciones como las que estoy sintiendo, el cierra y empuja mi trasero con ambas manos, me aprieta los glúteos y empuja provocando que su cabeza se hunda más en mi parte íntima y su lengua penetre más ha hondo mi vagina.
Jadeo encantada, sorprendida por lo mucho que hemos avanzado hoy.
Me encuentro en el cielo y no quiero salir de el, gimo y él se detiene al yo alcanzar el climax.
Dominic aparta la cabeza de mis piernas y se levanta a mirarme.
—¿Tracy...?
—Ha sido perfecto...—Pronuncio agitada.
Él sonríe y yo me acerco a él, tímida lo toco de los hombros y caigo en la cama con él, Dominic se sube encima de mi como esa noche en la habitación de su departamento.
Aún no ha terminado.
Ya no le pido que me toque, él lo hace por sí mismo y sus manos bajan de mi rostro por mi cuello, siente mi pulso y su mirada vuelve a mis ojos, le doy una mirada que le da seguridad y de lo que se quedan quieto sus manos, continúan bajando, llegan a mis pechos y cubre uno de ellos, su mano masajea mi seno, pellizca mis pezones y finalmente cambia esas manos por sus labios.
Chupa de mi pecho y ya no aguanto más, cojo su cabello, él se detiene y ambos nos miramos, creo que he cometido un error, hasta que él me sonríe.
—Es perfecto.—Repito otra vez.
Dominic niega y esta vez me contesta.—Perfecto ha sido encontrarte, Tracy Roth.
Hola..
Cuando me refería a que ya saben lo que se viene me refería a esto.
Todo el tiempo pensando lo peor de este dulce angelito como yo JAJAJAJJA
Dominic y Tracy avanzaron un poco *.*
>>Yiemir.

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Deseos Letales
RomanceTracy Roth es una estudiante destacada que termino ganando un pasaje de trabajo directo a Enterprises Crowell, una empresa en la que se destaca por solo tener trabajadores hombres. ¿Por qué? Digamos que es una orden rígida y dictada por el magnate...