Tracy Roth es una estudiante destacada que termino ganando un pasaje de trabajo directo a Enterprises Crowell, una empresa en la que se destaca por solo tener trabajadores hombres.
¿Por qué?
Digamos que es una orden rígida y dictada por el magnate...
Así que solo deje que lo trajera, por más que fuera solo un desmayo, yo quería asegurarme que todo estaba muy bien.
Afortunadamente lo estuvo.
—Hey..—Pronuncio acercándome a la cama. Dominic acaba de abrir los ojos.—Ya despertaste.
Cierra y abre los ojos por lo menos en dos ocasiones.
—¿Cómo te sientes?
—¿Qué sucedió?.—Dice adolorido.
—Perdiste el conocimiento.—Contesto.—Llame a tus padres, ya deben estar por llegar.
—Lo siento.
Lo observo confundido.—Por hacerte pasar por esto.
—Dominic...
—¡Dominic!.—Reconozco la voz de su padre, me giro y lo encuentro de pie junto a su madre, entrando a la habitación.
El señor Crowell se acerca a mí y coloca su mano sobre mi hombro.
—Gracias.
Dicho esas palabras, me suelta y se acerca a su hijo, la señora Crowell se queda de pie donde esta y yo me acerco a ella.
—Ana...
—Acompáñame, por favor.—Me pide y mis cejas se alzan.
Ella me guía a los pasillos y sigo sus pasos luego de mirar a Dominic por última vez.
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—Quiero agradecerte por estar con el cómo te lo pedí.—Dice ella con voz temblorosa.—Si no hubieras estado con él no sé qué hubiera pasado.
—No, es mi culpa.—Pronuncio.—Sabiendo que los medios recién se habían enterado de nuestra relación era bastante obvio que nos interrumpieran y aun así acepte ir con él.
—Dominic toma sus decisiones, Tracy, el decidió invitarte y tu aceptaste. Lo entiendo.
—Señora Crowell...
—¿Cuánto tiempo seguirá así, mi bebé?.—Solloza.
Me acerco a ella.
—Señora Crowell, el esta bien.. Está yendo a terapias, es más, quiere aplicarse una hipnosis.
—No... eso no.—Me interrumpe.
Mis ojos se abren.
—Dominic no puede.. Debe haber otra manera, si él quiere sanar, tiene que hacerlo sin saber nada.
¿Qué?
—Señora Crowell...
—Es su madre biológica.—Me aclara.—Ella es una mujer mala, ella le hizo daño a mi bebé.
Mis labios se separan.
—¿Daño?
Ella asiente con la cabeza.
Trago el nudo en mi garganta.—¿Qué clase de daño?
Sus ojos me observan y su labio inferior tiembla.
—Mucho daño, Tracy.
El corazón se me acelera.
—Ella...
—Cariño.
La respuesta no llega, el señor Crowell nos ha interrumpido, observa a su esposa y le pide que entre a la habitación.
—Dominic quiere verte.
Ana Crowell asiente con la cabeza, me da una última mirada e ingresa con su esposa.
Me quedo en silencio y sola en los pasillos, procesando lo que acaba de decirme.
La madre biológica de Dominic es la responsable de que él tenga esta condición, esta fobia.
Ella le hizo daño.
¿Qué clase de daño?
¿Qué clase de daño puedes ocasionarle a una persona como para que adquiera una fobia como esta?
Su madre...
¿Qué le hizo esa mujer a Dominic?
Hola..
Preparen sus corazones para los siguientes capítulos.
Entramos a la recta final, nos quedan nueve más el epílogo.
