Deseos Letales

30

Último Capítulo:

Tracy:

Voy a matar a Hugo.

Definitivamente lo haré.

—Te dije que la trajera no que lo hicieras con mentiras.

¿Mentiras? Casi me da un paro cardíaco.

Mi corazón empezaba a creer en lo peor.

—Como sea, amigo, pero tu me dijiste que ella no quería verte.

¿Ah?

—Querías asegurarte de que viniera y vea esto ¿No?. —Le dice Hugo. —Pues ya la traje ¿Y mi gracias?

Me cruzo de brazos, Dominic suspira.

—Ya vete.

—Okey, pero me debes una.

Hugo sale del departamento y yo me quedo a solas con Dominic, de quien ahora tengo toda su atención.

—Lo lamento, no tenía que salir así.

Bajo los brazos. —¿Y cómo debía salir?

Camino por el departamento y observo lo que el ha arreglado, una cena romántica con las luces bajas y una única vela sobre la mesa acompañada de un mantel blanco, dos platos de cenar y deliciosa comida japonesa como el de la primera vez que cocino para mi.

También hay un agradable ambiente de música suave.

Me vuelvo hacia Dominic.

—¿Esto..

—Es para ti, Tracy.

No puedo evitar que mi corazón se emocione.

—Quería hacer algo especial.

—Por ayudarte.

El niega. —Por no abandonarme y para la mujer que amo, aunque también por ayudarme.

Una sonrisa se me escapa.

—Ahora..

El me extiende la mano sorprendiendome. —¿Me concedes esta pieza, Señorita Roth?

Abro los ojos. —¿Qué?

Dominic mantiene su sonrisa. —Te dije que te sacaría a bailar cuando me curara, no.

Mis labios se abren.

—Yo estoy curado desde que apareciste en mi vida, Tracy.

Dominic...

—Una parte de mi sanó y fue porque me impulsarte a atreverme a dar ese paso, por ti, por mi, por los dos, mi amor.

Siento mis ojos temblar.

—Ahora con completa seguridad de que no huire, quiero pedirte si aceptas bailar conmigo.

Siento emoción dentro de mi y mis dedos viajan a su mano, la cojo despacio y ya no tiembla, Dominic esboza una sonrisa y me atrae hacia el, nuestros pechos se rozan y me sostiene muy bien antes de empezar a moverse.

—¿Realmente te sientes curado?

El mantiene su sonrisa. —Eso quiere decir que podemos seguirá adelante.

El pecho se me aprieta.

—La pregunta es si podemos hacerlo juntos. Yo lo quiero.

Yo también.

Sonrio. —¿Tan rápido quiere avanzar conmigo, Dominic Crowell?

Es como iniciar de nuevo.

Su sonrisa se amplía.

Yo suspiro.—Podemos subir un escalón y volvernos amigos con derechos .

Dominic ríe. —Amigos con derecho suena bien, Señorita Roth.

Dejo que mi sonrisa crezca.

—Aunque mis sentimientos por usted van más allá de un "Amigos por derechos".

Los míos también, Dominic, los míos también.

—Te amo infinitamente, Tracy Roth.

La confesión me hace sonreír.

—Y yo a ti. —Pronuncio mirando sus ojos. —Te amo infinitamente, Dominic.

Nos leemos en el epílogo.

>> Yiemir.