Sonrisas finguidas

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Vicky:

Me tiro de espaldas en mi cama mientras me llevo las manos inmediatamente a mi rostro. Dios, ¿por qué no puedo ser una chica normal, una que no salga corriendo, una que al menos diga adiós? Pero no puedo, no puedo hacer nada más que salir corriendo cuando llega la hora de despedirse. Odio las despedidas y aún más, odio las primeras veces, siempre son un asco. Y tengo miedo de que pase lo que se supone que tiene que pasar. Si fuera una película romanticona o un libro de Nicholas Sparks, Sam y yo nos quedaríamos un momento en silencio en su auto, observaríamos la cercana entrada de mi casa y lanzaríamos suspiros al unísono, luego nuestras miradas se trasladarían uno al otro y nos miraríamos con anhelo... Y bla bla bla hasta llegar al parte del beso.

Y yo no quiero eso.

No es que nunca haya besado a nadie, pronto cumpliré 17 años, eso sería bastante extraño, pero la mayoría de los besos que he dado no han tenido importancia. Chicos en fiestas, novios que acepté porque creí que, a pesar de no gustarme, algo podría pasar, que una chispa podría surgir con tan sólo intentarlo. Nunca fue así. Las chispas nunca surgieron y mucho menos el fuego.

Estoy cansada de regalar besos a sapos que no se convierten en príncipes, por eso no quiero besar a Sam, no quiero hacerlo hasta estar segura de que él realmente me gusta y, sobre todo, yo a él.

Así que creo que nunca lo besare porque estoy más que segura de que Sam está profunda e irremediablemente enamorado de Violet. Sin embargo no es el único enamorado de su mejor amigo. Agh, ¿por qué el mundo es tan complicado?

Para despejar mi mente llamo a Mine, hablar con mi mejor amiga siempre funciona.

-¿Hola?- responde al tercer timbre.

-Hola, bebé- saludo.

-¿Cómo estas, amors? ¿Qué tal el viaje con Sam?- dice, una insinuación tiñendo sus palabras. Espera que haga lo mismo que haría ella, que me atreviera a algo más porque yo suelo ser incluso más atrevida que ella en todo... menos en temas de amor.

-Bien, normal- contesto.

-¿Y eso quiere decir que...?

Suspiro, no quiero hablar de esto, le hablé para poder pensar en otra cosa.

-Pues que fue un viaje normal en auto, me llevo a mi casa y ya. Cantamos y disfrutamos el viaje. Punto.

-Muy bien- dice Mine al fin, captando mi indirecta.

-¿Y tú que?- inquiero.

-¿Yo?

-Sí, no me has hablado de nadie últimamente y eso me tiene preocupada.

Mine vacila un momento al otro lado del teléfono, pero en cuanto habla no hay quien pueda callarla.

-Pues hay un chico, pero no sé, me gusta mucho y tengo miedo de que esto vaya en en serio.

-No puedo creer que estés preocupada por una relación seria.

-Ya sabes que soy un alma libre- se defiende y ríe nerviosamente, esa clase de risa que sólo lanzan los enamorados-. Además aún no sé si en verdad le intereso.

-¡Obvio le vas a interesar, eres la mujer más bella que conozco!- bueno, quizás exagero, pero Mine es bonita, tal vez no una modelo de pasarela, pero si bonita y tiene su propio estilo, lo cual le otorga puntos extra.

-¡No exageres!- ríe. Otra vez esa risita nerviosa.

-¿Y quién es?- no puedo evitar sonar ansiosa. ¿Y si dice el nombre de él? ¿Si queremos al mismo chico? Si es así no podría interponerme, no haría nada. Tendría que olvidarme de él, así de buena amiga soy.

CPS(Comento Para Saber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora