Mi capitán

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-¿Dan?
Mi hermano se queda quieto, con los brazos cubriendo su rostro y las piernas contra el pecho. Me acerco titubeante.
-¿Dan?- repito alargando una mano, mas la dejo flotando, sin atreverme a tocarlo-. ¿Estas bien?
-Vete- su voz llega amortiguada hasta mí.
Me muerdo un labio, indecisa. Lo que más se me antoja es irme por donde vine y olvidarme de que vi eso, pero, por otra parte, es mi hermano y no puedo dejarlo.
Me agacho y me siento a su lado en el pasto del jardín.
-¿Estas bien?- que pregunta tan estúpida, obviamente no lo está, pero no se me ocurre nada más que decir.
-Vete, Violet.
-No me iré hasta que me cuentes que te pasa- digo con más decisión de la que siento.
Pasa un rato antes de que Daniel al fin descubra su rostro. Me mira con sus grandes ojos oscuros y brillantes como una noche llena de estrellas. La descripción suena bonita, pero no lo es teniendo en cuenta lo rojos e hinchados que están.
-Pensarás que es tonto- dice al cabo.
-La mitad de las cosas que hago me parecen tontas, así que solo dilo.
Dan inhala profundamente, como si fuera a recitarme el abecedario del derecho al revés de una sola bocada.
-Ella dijo que sólo quería tiempo, pero que seguíamos juntos, sólo que... un poco más separados. Y luego viene y me sale con esto de que el tiempo la hizo reflexionar y blablabla. En fin, que termina conmigo y al día siguiente ya esta con Caleb. No es que no los haya visto juntos antes, pero no pensé que fuera nada. Al fin ella es la única porrista de secundaria y él es un jugador, así que creí que era lo más normal. Y después todos vienen a decirme que era más que obvio, que como no me di cuenta. Y me encabrono y mando a todos a la mierda. Luego me hacen sentir mal y lo peor: me compadecen como si fuera un cachorrito. Y por un momento me siento como uno- toma aire, es increíble lo poco que lo ha hecho para lo mucho que ha hablado-. Así que sí: fui un tonto por no darme cuenta de lo que pasaba justo frente a mí, pero aún así me siento fatal porque en verdad la quería y... ya sé que sueno estúpido, pero en verdad creí que era especial para ella y es obvio que ahora este con Caleb, porque él va en la prepa. Va en tu curso, ¿lo conoces?- pregunta, mas sigue antes de que pueda contestar-. Y pues todas las chicas de mi grado están locas por él porque, según ellas, es muuuy guapo aunque yo no lo creo, porque esta tan peludo como para pensar que la evolución no llegó a él- otra respiración-. Así que fue así de fácil: eres lindo, pero quiero un hombre. No es que un año sea gran diferencia, ¿no? Tú me llevas un año y creo que no eres más madura que yo...
-¡Hey!
-...Así que no lo entiendo. Y lo peor es que realmente me importa ¿sabes? Porque me gustaba enserio, ¿sabes? Y... y creí que le importaba igual que ella a mí ¿sabes?- wow, demasiados sabes-. Creí que esas pláticas en la madrugada al teléfono se habían significado tanto para ella como para mí, pero nada. Todos esos días de risas y besos no significaron nada para ella. Pero para mí si- su voz suena más aguda de lo normal, como si todavía no le cambiara la voz-. Y luego, todos los malditos que me dijeron que fui muy tonto por no verlo, vinieron a consolarme y me dijeron que era una perra y muchas cosas más. Y... y...
-Tranquilo- poso una mano en su hombro, sin saber que otra cosa hacer para que se calle un momento y respire.
-Sé lo que me vas a decir: que ella es una tonta por dejarme y así, pero realmente no quiero escuchar ni ese ni ningún otro de esos consejos típicos de las hermanas- por fin se vuelve hacia mí, con los ojos brillantes por la emoción-. Quiero que seas honesta conmigo.
-Ok- ahora si ha llegado mi momento de hablar-. Siendo sincera: sino escuchara cada día a Sam quejarse de su vida entera- sigo, refiriéndome a mi mejor amigo- probablemente si me reiría, pero he aprendido que los chicos son tan o más dramáticos que nosotras- veo que Dan esta a punto de protestar, así que me apresuro a hablar-. Y si, ella es una tonta, aunque no quieras oírlo.
-Quiero odiarla, pero no puedo. Todavía me importa demasiado- confiesa volviendo a ocultar su rostro-. Y sé que tal vez esto parezca muy tonto, pero me duele, en verdad duele.
Esbozo una sonrisa apesumbrada, deseando volver al tiempo en que nuestras únicas preocupaciones era a quien le tocaba el control remoto.
-Y va a seguir doliendo.
-Wow, hermana, tú si que me alientas.
-¿Querías honestidad? Pues te diré la verdad: sé que soy una simple adolescente como tú, pero he aprendido que cuando eres joven todo te parece el fin del mundo, pero no te angusties tanto, porque es sólo el principio.
-Lo digo enserio: no estas ayudando.
-Sólo quiero que lo sepas. Ahora te va a doler mucho, pero un día llegara alguien que sí valga la pena y... ¿de quien hablamos?
-Cassie.
-Cassie quedara en el pasado, tan sólo como una experiencia de secundaria, por más que duela ahora.
Dan me mira con una sonrisa bailando en sus labios tan mordidos como los míos. Creo que eso viene de familia.
-Sabes mucho para tu poca experiencia.
Pongo cara de pocos amigos: es cierto, sólo he tenido dos novios, mientras que he perdido la cuenta de con cuantas chicas ha salido mi hermano.
-Tal vez.
-Pero te haré caso porque aún recuerdo como te pusiste cuando Jaime terminó contigo. Y ahora estas aquí, entera.
-No me puse tan mal- me defiendo.
-¡Fue todo un drama! Tanto que mamá se la pasó consolandote y papá tuvo que...- sus palabras decaen y yo empiezo a caer presa del pánico. El tema de nuestro padre sigue siendo muy duro para él aún después de dos años. Nunca habla de él y lo he visto llorar muy pocas veces desde entonces, siempre escondido en el baño o en un closet, su muerte afectó a Daniel más que a nadie. Es por eso que me acerque al verlo llorar en vez de huir como realmente deseaba.
-Ok, quizás si exageré- agrego rápidamente, intentando aligerar el ambiente-. Pero yo fui quien cortó con Xavier.
-Otro drama- bufa-. Puede que tu terminarás la relación, pero estabas inconsolable.
-Calla ya- le doy un empujoncito a sabiendas de que dice la verdad.
De repente vuelve a ponerse triste y atrae de nuevo sus rodillas al pecho.
-¿Eso es todo? No le estoy restando importancia- añado-. Sólo quiero saber si hay algo más que te ponga mal.
-Lo extraño- susurra muy bajito, pero es suficiente para que sepa de que habla.
No digo nada. No tengo idea de que se supone que debería decir.
-Te diré otra cosa estúpida, no te vayas a burlar.
No se me ocurriría burlarme en un momento como este. Asiento.
-Es lo más tonto del mundo, sobretodo porque me importa: las chicas se mueren por la barba de Caleb, es como si en vez de rasurarse se la recortara- bufa-. Y entonces pensé que yo apenas me sé rasurar porque mamá fue quien me enseñó- no me mira, luce realmente avergonzado.
Quizás el que tu mamá te haya enseñado a rasurarte es penoso en la mayoría de los casos, pero no tomando en cuenta el contexto, como que tu padre no te puede enseñar porque esta muerto.
-No dejes que te afecte. Ya habrá cosas más importantes de las que preocuparte y esto quedará olvidado.
-Eso espero.
Lo miro. Parece tan pequeño, encogido sobre si mismo. Nunca he visto a Daniel como mi hermano menor, más bien actuábamos como gemelos, pero ahora, a pesar de ser sólo un año, puedo ver la diferencia entre nosotros y me siento con el deber de protegerlo de lo que sea, no quiero que nadie lo dañe.
-Deberíamos entrar ya- digo al cabo.
-Aja- Dan se levanta como si nada y se dirige a la casa. Yo me demoro un poco más. Lo observo entrar.
De pronto, algo dentro de mí se tambalea. Me siento realmente mal por él. No sólo ha sufrido por su primer corazón roto, sino que lo ha hecho solo. Mi padre y Dan no eran lo que se dice uña y carne, pero eran hombres y se entendían. Ahora está en plena adolescencia y los jóvenes necesitamos a alguien del mismo sexo que nos guíe en esta extraña e importante etapa. Yo tengo a mamá a pesar de que no hablo mucho con ella, pero Dan no tiene a a nadie, nadie que le enseñe a rasurarse o que lo aconseje con la chicas. Me siento profundamente impotente por sólo poder darle consejos de "hermana", pero algo es algo ¿no?
Me levanto y me dirijo a la casa. Ya no es hora de dar un paseo, además de que los problemas de mi hermano han hecho que olvide casi completamente mis ansias.
Casi.
Prendo la laptop después de acabar mis deberes y luego de comprobar que mi madre esta dormida como tronco y no nos dará de cenar. Paseo por las redes, aburrida, sin esperar nada. Entonces me encuentro con que he recibido un mensaje hace poco:
"Buenas noches, asesina"
Sonrío. Lo de asesina hace referencia a Celaena de Corona de Medianoche. No me lo pienso mucho antes de responder: "Buenas noches, capitán"
Pero no recibo respuesta, debió desconectarse después de mandarme el mensaje. ¡Me envió un mensaje! Por un momento pienso que si no hubiera hablado tanto tiempo con mi hermano, podría haberlo hecho con Loan, pero deshecho la idea de inmediato: mi hermano necesitaba a alguien y no había nadie más que yo.
Preparo la cena y subo con ella para dejársela a mi hermano antes de dormir. No puedo resistir el impulso de revisar una vez más mi FB. Mi corazón va a mil por hora y me siento estúpida. Es obvio que ya se fue a dormir, no habláremos por hoy...
"¿Chaol? Si Dorian es el guapo" contesta siguiendo con mi referencia del libro.
Esta conectado. Co-nec-ta-do. Ahogo un gritito de emoción bastante patético.
"Pero prefiero a Chaol".
"Entonces me parece un honor que me llames capitán :333".
Capitán. Mi capitán, pienso.
"podrías a ayudarme en algo, bella asesina".
¿Bella? ¡Bella!
"Claro" pienso que es mejor que no me conozca en persona, porque no podría evitar el rubor y la tonta sonrisa que ensancha mi rostro.
"Conoces un libro parecido a Trono de Cristal? Dónde la principal sea una chica fuerte y decidida".
No me lo pienso.
"Hija de Humo y Hueso, porque?"
Y entonces sucede lo inevitable: me rompe el corazón.
"Es para mi novia que cumple años el miércoles. No es muy lectora, pero quisiera adentrarla en este mundo"
"Ah" de pronto se me han quitado las ganas de hablar. "Felicítala de mi parte" agrego para que no se note en mi "ah" lo mucho que me ha afectado a pesar de que no la conozco.
"Por supuesto :3""
Me aparece el mensaje de que esta escribiendo, pero ya no quiero hablar, ni ahora ni nunca.
"Me tengo que ir, príncipe, descansa"
"ahora soy el príncipe?"
"Dorian es el mejor amigo de Celaena, me parece justo ya que somos amigos" escribo con saña, aunque sabiendo en el fondo que al él no le importa en absoluto.
"Quizás" escribe escuetamente. "Pues buenas noches", parece seco, aunque por chat nunca se sabe. No me importa. Desde este momento, juro que Loan dejara de importarme.
Ojala las promesas fueran tan fáciles de cumplir como de hacerlas. Pero ¿como puedo cumplir la promesa si en los días siguientes me sigue hablando? Y eso es justo lo que pasa.

CPS(Comento Para Saber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora