Las clases pasan más lento de lo normal y eso es realmente, realmente leeeento. ¿La razón? Tengo dos: 1. Me muero de ganas por hablar con Sam y por fin aclarar todo este drama y 2. Las clases sin mi mejor amigo son aún más aburridas. Así que la razón es en realidad una: Sam.
Dios, que bien se siente al fin dejar salir los sentimientos reprimidos. La opresión de mi pecho al fin desapareció y no me siento mal, ni culpable ni nada al pensar en Sam de manera romántica, no me parece mal añorarlo como algo más que como un amigo. Y yo que estuve tanto tiempo negando y reprimiendo mis sentimientos. Si hubiera sabido lo bien que se siente dejarse ir, lo hubiera hecho antes.
Camino ansiosamente por el pasillo, saliendo de mi última clase y dirigiéndome por mis cosas.
-Violet- una voz más o menos conocida me llama antes de que llegue a mi destino.
-Hola, Vicky- le sonrío abiertamente. Verla ya no me provoca esa incómoda punzada de celos, ahora sólo me recuerda la voz de Sam antes de dormirme diciéndome que no es a ella a quien quiere.
-Oye, ¿sabes que onda con Sam?
Me siento triunfante, feliz de ser la única enterada de la razón de su ausencia.
-Fue con Paula.
Vicky se me queda viendo con expresión perdida. Otro punto para mí: ella no sabe de quien hablo.
-Su hermana mayor- aclaro.
-¿No era Julie?
-Paula es aún más mayor.
-Oh.
Nos quedamos repentinamente en silencio, sin mirarnos la una a la otra. Nunca he hablado realmente con ella, quizás en otras circunstancias podríamos haber sido buenas amigas, aunque tampoco es como que exista una verdadera razón para que no lo seamos ahora.
-Bueno, me tengo que ir- digo antes de que el silencio me oprima demasiado. Empiezo a alejarme, pero Vicky se queda ahí parada, perdida a mitad del pasillo y no puedo más que volver sobre mis pasos y preguntar-: ¿lo necesitabas para algo?
-No- agita la cabeza como saliendo de su ensimismamiento-. Bueno es que dijo que me ayudaría con algo y no me aviso que se iba y... no te preocupes, ya hablare yo con él- completa agitando una mano frente a su rostro, como restandole importancia.
-Muy bien. Nos vemos, supongo- digo ahora si alejandome tranquila, aún con el buen humor despidiendo de mi cuerpo en oleadas.
Cuando llego a casa me pongo de inmediato a hacer mi tarea, concentrándome de más en los problemas de matemáticas, dejando que los números me absorban y me lleven a su aburrido mundo del olvido. No me gustan las mates, pero generalmente consiguen atraparme hasta olvidar todo y hacer que el tiempo pase más rápido, aunque tiene sus consecuencias, generalmente termino exhausta después de pasar la tarde con los números y la calculadora.
Mi madre al fin regresa de su largo y absurdo viaje como a eso de las 5, cuando mi estómago ruge de tal forma que Daniel, encerrado jugando videojuegos en su cuarto con Luke, no para de quejarse mientras su amigo se dedica a burlarse de mis sonoras tripas.
-¿Te quedas a comer?- invito a Luke a pesar de que sé que a Sam no le haría gracia verlo cuando venga.
-Claro- asiente de buena gana, ayudándome a poner los servicios.
Mamá ni siquiera come con nosotros, termina de servir los platos y se va de inmediato a su cuarto, arguyendo estar demasiado cansada para comer siquiera. Aún así la comida transcurre con buen humor, los tres mosqueteros reencontrados al fin después de más de tres años. Cuando término miro el reloj, ya casi dan las 6, ¿dónde rayos se ha metido Sam? Según le dijo a Daniel, llegaría después de clases y las clases terminaron ya hace casi cuatro horas.
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CPS(Comento Para Saber)
RomanceVi siempre ha pensado que la preparatoria es un buen lugar para enamorarse, ¿por qué no? Y sobretodo es un buen momento para olvidarse de su psicópata ex novio. Sin embargo, Loan, un enigmático chico lector, no se encuentra en su instituto, de hech...