Bipolar

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El martes las cosas mejoran.

Parece que media escuela esperaba una reacción emocional y exagerada de parte de Sam y yo, pero, como no la obtuvieron, mejor se dedicaron a sus propios asuntos.

Hoy se arma una súper escena cuando la novia de Brand, el capitán del equipo, termina con él; lo cual me cae como anillo al dedo pues eso termina de desviar la atención de todo el mundo.

Menos la de Xavier, por supuesto.

En el almuerzo, Sam y yo nos dedicamos a pasear por la escuela, lejos de todos. Hoy no tengo ganas de ir con todos nuestros amigos, en este momento sólo me interesa que Sam y yo estemos bien.

-¿Invitarás a salir a Vicky?

-¿Olvidaras todo lo que pasó con Santiago?

-Touché. Pero si no querías responder, sólo tenías que decirlo, no atacarme con otra pregunta.

-Lo siento, es que estoy nervioso- arguye pasandose una y otra vez las manos por el cabello, dejándoselo de punta.

-Si se nota- me burlo.

-Si, la respuesta a tu pregunta es si- suspira al fin, sin dejar de despeinarse.

-¿Saldrás con ella?- digo con un gritito.

-Aja. O al menos se lo pediré.

-Te dirá que sí- le digo con una seguridad dolorosa. ¿Quien rechazaría a Sam? Es guapo, inteligente, atlético... y mi mejor amigo.

-Habrá que ver- luce desalentado. ¿Porqué luce desalentado?

-Nadie te diría que no.

-No es eso de lo que me preocupo.

-¿Entonces de que?

-¿Así que estas emocionada por mañana?- dice ignorando deliberadamente mi pregunta.

-Aja- contesto aunque sin mucho entusiasmo.

-No lo pareces.

-Aunque no lo creas, por dentro brinco de alegría- miento. ¿Por que no estoy gritando de alegría por dentro y por fuera?

-Si, claro...

La conversación se vuelve un poco incómoda a partir de entonces. Justo lo que estaba intentando evitar. Lo bueno es que el receso pronto se acaba y regresamos a nuestras clases.

A la hora de la salida no espero a hablar con Sam ni lo paso a ver al castigo. No sé porque de repente quiero evitarlo, me siento un poco enojada y no sé porque. Aghh, maldita adolescencia hormonal que me pone bipolar y rara. A veces quisiera crecer ya y dejar atrás todas las emociones extrañas de la juventud. Aunque quizás sea la mejor parte de la vida, así que intento no desesperarme, al menos no demasiado.

Dan y yo caminamos de regreso a casa, pues hoy la temperatura ha decidido premiar nuestra existencia con buen clima. Al principio  andamos en silencio, pero al final mi hermano termina por romperlo.

-Luces fatal.

-Gracias.

-No, neta- insiste.

-Que bien- asiento con el pulgar arriba.

-¿Qué te pasa?

-No lo sé.

-Puedes contarme.

-Ando en mis días- le digo para que se calle. Y funciona, aunque sólo unos minutos, justo después de que su cara de asco desaparezca.

-Has estado muchas veces en "tus días"- mueca de asco- pero nunca luces tan rara.

CPS(Comento Para Saber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora