CPS(Comento Para Saber)

¡Fuego!

La razón de que este lugar sea tan popular es porque no es un salón, si no una casa o más bien una mansión. Hay ático, sótano, cocina y muchas habitaciones, todo amueblado. Es perfecto, como hacer una fiesta en tu casa, pero sin tener que preocuparte porque tus padres te cachen o rompas algo importante.

Mientras Sam recibe abrazos y felicitaciones, subo a Bingo con ayuda de Leo y Dylan al ático. Lo cerramos bien para que nadie vaya allá y me aseguro de tener al perro cómodo, incluso le llevo algunos bocadillos ya que su estancia va a ser un poco larga y no quiero que Sam se preocupe demasiado por su amada mascota.

La fiesta es increíble, Sam parece todavía incapaz de creérselo.

-¿Neta tú hiciste todo esto?

-Tuve ayuda- me encojo de hombros.

-No seas modesta, esto es increíble.

-Bueno, tal...

-¿Ese de ahí es Xavier?- lo noto tensarse a mi lado.

-Digamos que el lugar no es fácil de conseguir- arguyo temiendo que reaccione mal.

-¿Por eso estuviste con él?- me mira con sus ojos castaños brillando con intensidad.

-Hay que hacer sacrificios por cosas que valen la pena.

No puedo agregar nada más, pues de inmediato me veo aprisionada por los cómodos y familiares brazos de mi mejor amigo.

-¿Valgo la pena al punto de salir con Xavier?- me susurra al oído, provocándome un cosquilleo que me hace estremecer.

-Aún más.

-Eres la mejor, ¿lo sabías?

-Me lo han dicho un par de veces- digo petulante. Cuando Sam me suelta, ambos nos reímos.

-Creo que me gustaba más la chica modesta.

-¿Seguro?- me acerco de nuevo a él y le paso los brazos por el cuello. No sé porque de pronto estoy actuando así, tan segura. Quizá sea porque ahora tengo la certeza de que todo ira bien entre Sam y yo. Además, el ambiente de la fiesta es demasiado bueno como para desaprovecharlo. El lugar, los amigos, la música... todo es tan perfecto.

Mi amigo parece estar de acuerdo con eso, pues posa sus manos en mis caderas y me mira con los ojos brillandole de picardía.

-¿Sabes que amo tus ojos?- confieso repentinamente.

-¿Mis ojos café popo?- se burla aunque sabe que no es así-. Presumida, si tú eres la de los ojos alucinantes.

-Me encantan lo expresivos que son. Siempre reflejan todo lo que sientes.

-¿Puedes saber que siento ahora mismo?- inquiere acercando más su rostro al mío, instalando su intensa mirada castaña en la mía violeta.

Claro que puedo leerlos ahora mismo. Sus pupilas revelan multitud de emociones y tanto anhelo que lo siento como el mío propio.

-Más claro que lo que siento yo misma- asiento esbozando una tímida sonrisita.

Estamos en mitad del salón que es usado como pista de baile. Nos encontramos justo en la mitad del lugar, con muchos cuerpos apelotonandose a nuestro alrededor, bailando al ritmo de una música tranquila que, atrapada voluntariamente dentro de una burbuja personal junto a Sam, no consigo escuchar. Es un momento tan perfecto. Es el momento que había estado esperado, el tipo de momentos que sólo se tienen una vez en la vida y que se desaprovechan multitud de veces.

Yo no pienso desaprovecharlo, no después de todo el tiempo que estuve sin hacer nada. Por fin es mi oportunidad. Nuestra oportunidad para empezar eso que sólo pasa en las películas y aún más. Un amor de libro.