CPS(Comento Para Saber)

Tacos <3

-¿Estas bien?

La voz de Sam me hace pegar un brinco a pesar de que lleva a mi lado todo el camino.

-Si, claro- contesto de manera automática, distraída.

-No luces muy bien- insiste mi amigo.

-Sólo estoy cansada- suspiro-. ¿Y tú?

-¿Yo que?

-Te vi en la dirección. ¿Qué pasó?

Sam pone mala cara.

-Las mascotas idiotas de Xavier me persiguieron por todo el lugar y como no podían conmigo, decidieron que lo mejor era destruir la evidencia. Así que ahí va otro celular. Debería comprarlos por docena.

-¡¿Te rompieron el teléfono?!

-Sí, justo antes de que nos encontraran y llevarán a la dirección. Obtuvimos un buen regaño por saltarnos las clases, pero al menos los chicos tienen que reponermelo.

-Menos mal- resoplo.

-Ahora, si ya terminaste de intentar desviar el tema, dime ya enserio que te pasa.

No puedo evitar formar un mohín. Sam me conoce demasiado bien. O le digo lo que me pasa o... le digo. No hay de otra.

-Ya sabes, lo mismo de siempre: Xavier.

Mi amigo se tensa a mi lado mientras frunce el ceño. Sé que esta luchando por controlarse y no ir en buscar de Xavier ahora mismo.

-Te juro que algún día matare a ese maldito.

-Y yo te estaré eternamente agradecida.

Por el rabillo del ojo, puedo ver como Sam sonríe ligeramente. Al menos eso conseguí.

Luego de la escuela, mi amigo nos pasa a dejar a Daniel y a mí a casa, y quedamos para que me recoja en dos horas. Hoy, viernes 24, es la fiesta del colegio y tenemos que estar ahí para organizar ciertas cosas que nos corresponden a los de prepa.

La fiesta no esta mal, pero me hubiera gustado estar completamente libre este día. El día en que por fin conoceré a Loan.

Algo se retuerce dentro de mí, aunque no consigo identificar que exactamente. Y no es especialmente bueno. Intento ignorarlo.

A las 5:15 estoy lista para llamarle a mi amigo a pesar de que no lleva tanto retraso. Pero así soy yo: la reina de la puntualidad, apodo con el cual Sam suele burlarse de mí. Busco y busco mi celular, mas no lo encuentro por ninguna parte. Según yo, lo deje en mi mochila de gimnasia y mi mochila esta...
En el coche de Sam.

Suspiro. Ya lo buscare cuando venga por mí. Por otro lado, tengo el celular de Xavier justo en mi bolsillo y no creo que una llamadita le afecte. Además, el susodicho ya debe saber que fui yo quien se lo robo.

Deslizo la pantalla para desbloquearlo y me encuentro con nueve dígitos encerrados en círculos. Genial, tiene contraseña. Aunque más sorprendente sería que no la tuviera.

Para mi buena suerte, fuera de mi casa suena el inconfundible claxon fuerte y vibrante del auto de mi amigo. Salgo corriendo y me subo de un brinco a su coche.

-Olvidaste tu mochila- me dice como recibimiento.

-Lo sé- proclamo poniéndome el cinturón de seguridad-. Traigo el celular de Xavier.

-Genial.

-Tiene contraseña.

-¿A ver?

Se lo paso y al instante se pone a deslizar el dedo por la pantalla. Me lo regresa en menos de un segundo. Desbloqueado.