PARTE VII - MECANISMOS MAGICOS.

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Narradora-. Cuando la humanidad nació, su entendimiento le permitió darse cuenta de que sus capacidades eran muy limitadas. Arropados por el día y cobijados por la noche, pero finalmente solos ante el peligro y los retos de la naturaleza; los hombres idearon compañeros que con el tiempo perdieron su verdadero significado. "la ayuda para sobrevivir".
Y las nombraron "Herramientas".

Las mismas brujas también las llegaron a usar. La principal era el conocimiento y posteriormente la práctica.

Cada herramienta, con el tiempo genera vida espiritual y desarrolla su propia personalidad o se impregna de la de su dueño.

La magia puede ser caprichosa igualmente. Por eso existe tanto magia blanca, como oscura.
Pero su verdadero estado por así llamarlo, es la magia aplicable.
Cuyo único objeto es facilitar las labores. Nuestra siguiente amiga.
Es prueba de esto último.

//Brian Tyler - Gas Station Dust

El taller retenía el típico aroma del metal y grasa como cualquiera en su clase.
Y aunque el aire mezclaba diversos olores como el caucho, combustible y soldadura quemada; la joven solo percibía el olor de su cigarrillo, el cual sostenía con los labios mientras usaba ambas manos para sujetar una llave mecánica y apretar una tuerca.

Trabajaba en silencio como siempre. Pero tras un instante, observó a detalle el orden de su avance sobre el motor al que daba arreglo.
Retiro el sudor de su frente. Y ahí estaba; esa mueca en su rostro cuando algo no lo encontraba perfecto y aquel sonido gutural quebrando el silencio total.
Un gruñido.

Revisó nuevamente el artefacto, y en efecto algo no estaba bien, faltaba tornillería y la fuga de aceite que intentaba reparar seguía presente.

Pero incluso ante aquella molestia, la chica guardaba la compostura, limitándose a expresiones de molestia. Y ante tal caso, prefirió continuar como si nada.
Ahora buscaba una charola de metal para contener el líquido.

Al ponerse de pie reveló algo asombroso; ya no mantenía la estatura que tuvo en su primer año de academia. Ahora alcanzaba el 1,65 m.
Su figura era esbelta y algo atlética, pues se mantenía en forma con todo el esfuerzo físico invertido en la naturaleza de su oficio.

Su cabello seguía aun largo y sin mayor cambio; pero su rostro había dejado de ser el de una niña para revelar a una bella joven adulto.

El cigarrillo se consumió con una última aspiración.
Ya era tarde y su semblante reflejaba cansancio dado que ya llevaba 12 horas de trabajo continuas y no quiso probar bocado alguno.

Cruzándose de brazos, miró a aquella maquinaria como si le preguntase.
"¿Que voy a hacer contigo?"

Y aunque en su mente afirmó que "ya no más por hoy"; automáticamente volvía a deliberar los cambios que haría y por donde comenzaría trabajar el día de mañana.
Se encontraba tan inmersa en sus ideas; que olvidó que sostenía aun el filtro del cigarrillo en su boca hasta que el calor terminó por recordárselo.
La joven pegó un fuerte grito, pero se mantuvo en calma tratando de soportar el ardor.
Y al cabo de dos minutos.

-. Constanze, ¿hija estas bien?, te escuche gritar... ¡y maldecir lo cual no te permito!
(Dijo su madre entrando en su bodega que era casi tan grande como la casa.)

¿Bueno y por qué no me dices nada?
(Pero la joven seguía presionando la quemadura en su labio inferior al tiempo que intentaba decirle a su madre con la mirada. "Madre no ves que me duele".)

LITTLE WITCH ACADEMIA - Recordemos El FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora