𝐱𝐱𝐢𝐯.

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

 ❝𝙼𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚘𝚕𝚎 𝚊 𝚖𝚒 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚊 𝚙𝚘𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚞 𝚗𝚘 𝚕𝚘 𝚑𝚊𝚛𝚒𝚊𝚜❞

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 ❝𝙼𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚘𝚕𝚎 𝚊 𝚖𝚒 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚊 𝚙𝚘𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚞 𝚗𝚘 𝚕𝚘 𝚑𝚊𝚛𝚒𝚊𝚜❞

𝑷𝑶𝑽'𝑺 𝑱𝑼𝑳𝑰𝑬𝑻𝑻𝑬

Seguí corriendo hasta llegar a mi casa, sentía como Payton estaba atrás de mí, pero me negué varias veces a voltear.

Subí rápidamente las escaleras, me dirigí hacia mi habitación y cerré la puerta con seguro.

Recargue mi espalda en esta y me deje deslizar mientras mis lágrimas me acompañaban.

- Julie – escuche detrás de la puerta, era el – por favor abre la puerta.

- No – mi respuesta fue clara y segura, no le abriría la puerta.

- Estrellita por favor – suplico.

- No me llames así Payton – acerque mis rodillas hacia mi pecho y las abrase con fuerza mientras lloraba.

- Por favor – volvió a suplicar mientras golpeaba la puerta suavemente.

- Vete – exclame – quiero que te vayas y no vuelvas.

- Te lo puedo explicar – se excusó.

- ¡Basta! – grite – solo quiero que te vayas por favor – sollocé.

- No me iré Julie – aseguro con voz quebrada.

Suspire rendida, toque mi cuello y sentí el collar que Payton me había dado.

Lleve mis manos atrás de el y me quite el collar que en algún momento fue lo más preciado que lleve puesto, lo sostuve entre mis manos, lo mire con nostalgia y se lo pase a Payton debajo de la puerta.

- No lo quiero – sentí mi vista nublarse nuevamente – puedes hacer con él lo que quieras – declaré mientras más lagrimas se deslizaban de manera silenciosa.

- Es tuyo – ahogo Payton y me lo paso nuevamente por debajo de la puerta.

- ¿Qué parte no entiendes Payton? – pregunte irónica – no lo quiero - imite su acción y lo pase debajo de la puerta, el solo se quedó en silencio.

- Vete – solté.

Oí como Payton suspiraba frustrado mientras caminaba, solté un suspiro de alivio que rápidamente se volvió en más lágrimas.

Me pare de donde me encontraba sentada y me dirigí hacia mi armario, saque de el una sudadera roja que en su momento le había pertenecido a Payton, la mire atentamente y la abrace con todas mis fuerza, acerque mi nariz a ella, todavía quedaba el olor de Payton y llore aún más fuerte.

LA TEORÍA DE TODO  -̶-̶-̶-̶-̶-̶  ᴾᵃʸᵗᵒⁿ ᴹᵒᵒʳᵐᵉⁱᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora