Mᴏᴏɴ

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Cada noche iba a ver las estrellas, ese cielo nocturno que fue testigo de millones de cosas, millones de besos y caricias.

Era algo cómico pues, pese a los meses YoonGi seguía subiendo al techo de la casa, cada noche como lo había prometido. Lo había prometido junto al amor de su vida que subirian todas las noches a disfrutar de la hermosa vista nocturna.

Pero ya no tenía sentido estar ahí, sin las caricias de SeokJin, sin sus abrazos que ponían al pálido más que sonrojado y nervioso, pero nunca lo admitía, sin las risas que tanto amaba y más que nada sin sus besos, esos deliciosos besos que sabían al dulce más sabroso del mundo, tanto que ni el mismo caramelo superaba a los besos de SeokJin.

El sol y la luna deberían estar celosos del gran amor que YoonGi y SeokJin se tenían, pues se veía más que inquebrantable ante todo, como se agarraban de las manos y caminaban por todas las calles de la ciudad, mostrando al mundo lo ridículo que este se veía por juzgar el amor en su total forma.

Y cómo llegaban en la noche para demostrarse su amor, con la luna de único testigo de cómo se susurraban a cada instante "Te amo" siendo la frase más sincera que esta podía escuchar.

Ahora la luna veía a un pequeño chico, sólo en ese techo, que contaba las estrellas, cada noche era igual, desde que se había ido, él subía con sus ojos rojos mientras grababa con su celular todo lo que había hecho ese día y así esperar a que las estrellas aparecieran y contarlas lo más que podía, hasta que el sueño le llegue y despedirse de la Luna, quien se había convertido en su acompañante esas noches. Solo esperaba a que su pequeño dolor acabe. 

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Ya era tarde en la oficina, debía acabar ese proyecto para la próxima semana ais que decidió poner fin a su trabajo el día de hoy. Tomó el ascensor luego se haberse despedido de su secretaria y sentir de nuevo esa mirada de compasión que le daba, pues ella sabía la situación, sabía lo que él sufría cada noche.

YoonGi pasó por el lobby y saliendo del edificio vio a la luna, pero está vez sólo estaba en cuarto menguante como si quisiera ocultar algo. Ignorando esa pequeña punzada en su corazón subió a su auto para ir a su hogar.

Tenía muchas ganas de ir al techo a preguntarle a su fiel amiga porque ya no estaba ahí para acompañarlo, porque quería irse y no ayudarlo con su dolor. Una vez llegó a su casa abrió la puerta y sintió un olor, ese olor que habría reconocido aun cuando los años pasarán, soltó sus cosas y corrió al balcón que tenía una pequeña escalera que conectaba al techo, subió rápidamente para verlo.

Ahí estaba sentado, el amor de su vida, con el cabello ahora negro y sus labios tan rojos como recordaba, tan concentrado estaba en admirarlo que no se había dado cuenta que ahora SeokJin lo miraba mientras tenía sus ojos brillosos por las lágrimas y a punto de soltar una risa abrió sus brazos. El pálido entendió a la perfección y con cuidado de no caerse se acercó para envolverlo en sus brazos y llenar de besos ese hermoso rostro que tanto había anhelado volver a ver.

—Volví mi amor.

Eso era lo único que escucho para luego soltar una risita mientras sentía sus lágrimas correr por sus mejillas y asentir, sin duda estar separados era más que doloroso para ambos. Ahora entendía porque la luna se ocultaba, quería darles ese tiempo de intimidad.

Aunque su novio tuvo que haber viajado a España por su trabajo, a YoonGi le dolía no tenerlo cerca, pero al fin eso había terminado, porque aunque la distancia era enorme había algo que los conectaba, ver todas las noches la luna, que sabía que ambos se extrañaban.

Y que YoonGi y SeokJin se amaban más que nada en el mundo, y aún con millones de kilómetros de distancia esa luna se encargaría de decirle a uno que el otro lo esperaba con ansias. Como todas las noches.

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Mi playlis se volvió una desgraciada esta noche y pues me puse a llorar, porque no hacer una historia inspirando me en eso, Jejeje disfruten el capítulo.

I PURPLE US ><

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭, 𝐓𝐰𝐨 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 © ♕𝐘𝐎𝐎𝐍𝐉𝐈𝐍♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora