Cᴀsᴀɴᴏᴠᴀ

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Todos en el lugar sabían de el gran hombre que cumplía los deseos carnales de las mujeres y hombres también, el hombre que te hacía llegar al séptimo cielo de tanto placer y lujuria.

Una sola vez necesitabas para saber que el era perfecto en la cama. "Tú eres el único, amor mío" "Tú eres la única, amor mio", eso es lo que te decía cuando pasaban esa noche tan especial.

Casanova.

Ese es el nombre que ganó con el paso del tiempo por las personas del lugar, el lugar en el cual vivió toda su vida y se acostumbro a ser llamado así. Todos sabían que él era una tentación y que no debían caer en ella, cosa que es ignorada por los más jóvenes los cuales caen en las palabras dulces del casanova como hojas en otoño. Pero como no caer si él, tan pálido, con un cabello tan negro como la noche y unos labios pequeños y brillosos, pero ágiles al momento oportuno, con una mirada felina que tanto te excita, si, él es así.

Nadie sabe su nombre... Solo una persona que conocerá por destino.

———

El pelinegro caminaba por la plaza sintiendo miradas de lujuria y curiosidad por parte de muchos hombres y mujeres.

¿Quién sería su víctima hoy?, se preguntaban todas las personas. Talvez sea una bailarina del cabaret o un actor del teatro ambulante, pero no no sería así.

Iba caminando pensativamente con lo que su único amigo HoSeok le dijo en la mañana.

"—Debes tener un esposo o esposa, ahora mismo amigo mío. Porque el ministro realmente te arrestara y matará."

Claro que tenía mal entendidos con el gobierno, pues su error más grave fue meterse con esa virgen, que ya no es virgen, la cual sería esposa de el gobernador del lugar y eso no se debían de enteran, ni el gobernador, ni el pueblo entero.

Iba caminando hasta encontrarse con su pequeño ayudante JungKook, quien trataba de ayudarlo a no joderse la vida.

"—Jungkook, necesito casarme ya."

"—Bueno esta la hija del bibliotecario, Shin SuRan. El hijo del párroco, Park JiMin y..."

"—Calla, mejor dime ¿quien es él?"

Sus ojos quedaron hipnotizados por ese joven de piel tan acaramelada, que pasaba por la calle, tímido y callado, eso demostraba su mirada que vagaba por todos lados. SeokJin, Kim SeokJin era el nombre de ese joven que lo había dejado como un idiota por tanta belleza que poseía.

JungKook le había dicho que SeokJin era un extranjero que había llegado y quedarse en este pueblo por el empleo que su padre consiguió aquí, como el nuevo jefe de una empresa. El pelinegro no hizo más que ignorar esa información, no le interesaba su dinero, ni su estatus, con sólo verlo a él sabía que había conseguido la maldita lotería e incluso más que el mismísimo Rey Midas.

Despidiéndose de su ayudante camino hasta acercarse lo más que pudo al pequeño SeokJin, pudo apreciar mejor sus facciones, pestañas largas y negras como la misma noche, sus labios gruesos y rojos que daban ganas de morderlos, y sus ojos tan claros como la miel. Estaba enamorado, más que eso, lo acortejaria y enamoraría de la manera correcta, eso haría.

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭, 𝐓𝐰𝐨 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 © ♕𝐘𝐎𝐎𝐍𝐉𝐈𝐍♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora