GIRL AT HOME

694 82 4
                                    

Capítulo doce: Don't look at me, you got a girl at home

Jade:

El lugar era muy grande y lujoso. Parecía ser sacado de un cuento de hadas, hasta comenzaba a sentirme como una princesa.

Miré muchos rostros que no conocía y eso me puso triste, quería saber si había alguien para platicar en el dado caso de que mi acompañante tuviera que dejarme sola por un rato.

Matthew tomó mi mano y nos acercamos a una pareja de edad avanzada. Recordé que una vez soñé que Jason y yo terminaríamos así, aquello me puso algo triste. Aun así, deshice cualquier pensamiento sobre mi ex y nuestras promesas.

—Señores Baker —los saludó Matthew—. Buenas noches.

—Buenas noches, Matthew —respondieron los dos con cariño.

—Buenas noches —dije.

—¿Quién es esta joven tan bonita? —preguntó la señora Baker.

—Oh, casi lo olvido —me tomó por la cintura—. Ella es Jade, mi novia.

Eso era una sorpresa. ¿Desde cuando éramos novios? Vi el rostro iluminado de la señora y no fui capaz de negarlo.

—Es un gusto conocerlos —hable y estreche la mano de ambos.

—El gusto es nuestro —dijo el señor—. Los dejamos, tenemos que saludar al anfitrión de la fiesta.

Nos despedimos y continuamos con nuestro camino, saludando a los que Matthew conocía y eran demasiados, sabía que no recordaría el nombre de todos.

Él se puso a platicar con unos señores sobre un montón de cosas que no comprendí del todo, revisé a mi alrededor, admirando la hermosura del lugar y soñando en poder vivir ahí aunque fuera un día. Sin embargo, algo sucedió. Algo que nunca espere que pasara o al menos no tan pronto.

Miré a Jason entrando al gran salón, estaba muy bien vestido, y con esa actitud tan prepotente cuando llegaba a algún lado. Sentí mis ojos abrirse lo más que pudieron y como el aire comenzaba a faltarme. ¿Qué hacía ahí? Iba solo, algo extraño teniendo en cuenta la última vez que entré a revisar su Facebook.

No soporte la sensación que comenzaba a recorrer por mi cuerpo. Necesitaba abandonar el lugar, tal vez comenzaba a tener visiones.

—Jade, ¿estás bien? —preguntó Matthew.

—Sí —titubee—, necesito ir al baño.

—De acuerdo, yo iré por algo de beber. ¿Quieres algo?

—Sí, lo que sea está bien.

Caminé hacia el baño lo más rápido que me permitieron los tacones, no quería llamar la atención, así que solamente entre a un cubículo desocupado y cerré la puerta. Respire repetidas veces, tratando de tranquilizarme. Cuando creí que lo logré, salí y fui al lavamanos para mojarme un poco el rostro y lavarme las manos.

Estaba lista para reencontrarme con Matthew, aunque tuviera que buscarlo entre el mar de gente. Estuve a punto de tropezarme con alguien en cuanto dejé el baño... El aire me volvió a faltar al ver que se trataba de Jason.

Debo aceptarlo, se veía igual de guapo que la última vez que nos vimos. Cualquier mujer del lugar hubiera caído en sus encantos con bastante rapidez. Vestía unos pantalones negros bien planchados por alguien más y una camisa gris oscura. Su cabello negro lo llevaba peinado hacia atrás y sus ojos verdes me veían con curiosidad.

—¿Jade? —habló—. ¿Eres tú?

Que pregunta más ridícula.

—¿Qué haces aquí? —pregunté en lugar de contestarle.

Sonrió.

—Sabes que a veces por mi trabajo debo venir a esta clase de eventos —se encogió de hombros—. ¿Tú qué haces aquí?

—Vine con alguien.

—¿Tu novio?

—Eso es algo que a ti no te importa —suspire—, en especial por lo que sucedió en mi cumpleaños.

—¿No lo has olvidado? —rio—. Jade, no seas rencorosa.

—Te recuerdo que nunca lo he sido, pero es algo que no podré olvidar por más que quiera.

Levantó sus brazos, demostrando que estaba rendido.

—Entonces, ¿ese tipo de cabello rizado es tu novio?

—No entiendo tu interés.

—Jade, por favor, solo quiero saber a que me voy a enfrentar.

—¿Y tu novia? —miré a mi alrededor, ignorando sus palabras—. ¿No vienes con ella?

—Vaya —me vio de arriba a abajo—, si prestas atención a mi vida en Facebook.

—Ella es muy cariñosa —me encogí de hombros—, era obvio que compartiera su felicidad.

Se acercó a mí, yo retrocedí, pero choqué con la pared. Atreví a verlo a los ojos.

—Yo te sigo queriendo.

—Mentiroso.

—¿Cómo quieres que te lo demuestre? —pasó su dedo por mi barbilla—. ¿Con un beso?

Recordé nuestra primera cita con esa frase, tragué saliva.

—Piensa en tu novia, Jason, ella no se merece esto.

Se alejó de mí, parecía cansado.

—No me vengas con esas frases, Jade. No te quedan.

—Por primera vez en tu vida no seas egoísta —dije con molestia—. Y por favor, déjame en paz.

Comencé a caminar, aunque lo escuche decir algo que no me dejó tranquila.

—Eso no va a pasar, no te desharás tan fácil de mí.

...

Nos cruzamos varias veces con Jason en la noche, por supuesto que Matthew no lo sabía porque yo nunca le había contado sobre mi ex. No pude disfrutar de nuestra noche por más que fingí hacerlo, en especial porque intercambiábamos miradas de vez en cuando, lo cual me ponía nerviosa.

Llegamos al edificio después de la medianoche, estuvimos platicando un poco, ya había logrado olvidar lo sucedido en la fiesta y eso permitió que riera de las bromas de Matthew.

—La pase muy bien esta noche —dije antes de despedirnos, e ignorando a Jason—. En especial la sorpresa.

—Yo también —sonrió—. Fue una noche perfecta. Espero que no te haya incomodado presentarte como mi novia.

—Por supuesto que no.

—Y, espero, no te moleste que siga intentando ganarme tu corazón.

Mis mejillas se sonrojaron, si supiera que ya estaba enamorada de él. Se fue acercando lentamente, por desgracia, yo no me encontraba lista para eso que tenía en mente. Así que puse mi mejilla cuando sus labios estuvieron cerca de los míos.

Matthew depositó un tierno beso.

—Luego será momento para esto —susurro—. Nos vemos.

—Adiós.

Entré a mi departamento, preguntándome si había tomado la decisión correcta.

R E D // Matthew Gray Gubler ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora