COME BACK... BE HERE

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Capítulo tres: I don't wanna miss you like this

Aún conservaba el primer regalo que me dio, también el recuerdo de lo primero que compartimos.

En nuestro caso era una bandana. Puede parecer extraño o cómico, pero es la verdad. Fue lo que ayudó a que nuestra historia comenzara.

Hace unos años —un poco antes de graduarnos de la universidad— varios de nuestro grupo nos reunimos a bailar para un evento de una primaria. La cosa es que minutos antes de salir, me di cuenta de que me faltaba la famosa bandana. Corrí a los vestidores a buscarlo, entonces miré como él salía con el mencionado objeto.

—Creo que vas a necesitar esto.

—Muchas gracias, me has salvado.

—De nada. Ven, deja te ayudo a ponértelo.

Él me gustaba desde hacía un año, así que me puse nerviosa cuando se acercó a mí, en especial cuando miré sus hermosos ojos verdes. Toda la tarde, después de la presentación, pase suspirando y recordando ese momento.

—Listo —me sonrió.

—Gracias.

—¡Jade! —gritó una compañera a mis espaldas—. ¡Ya casi es nuestro turno!

—Tengo que irme —le dije a él después de hacerle una seña de que me esperara—. Nos vemos luego.

—Adiós y suerte.

Le dediqué una sonrisa y fui corriendo al lugar donde nos presentaríamos.

Y por esa razón no podía deshacerme de dicho objeto, lo intenté innumerables veces aquel sábado mientras tiraba muchos regalos de mi ex, pero sencillamente no pude. Terminaba llorando cuando lograba ponerlo en la bolsa y lo sacaba de inmediato.

Tal vez parezca extraño o sin sentido, pero en mi cabeza se sentía como el fin del mundo.

Al final, me quedé dormida con la bandana en mis manos y cuando me desperté lo guardé de nuevo en su lugar.

...

El domingo se trató de eso mismo, limpiar mi departamento y terminar de tirar algunas cosas que me encontraba de él. Lo cual significaba tardarme horas, el objeto que miraba me traía muchos recuerdos y rompía mi corazón.

Acordarme de todo lo sucedido me hacía pensar en lo idiota que yo podía llegar a ser, aún no podía creer que me viera la cara por quien sabe que tanto tiempo y nunca lo sospeche por más que algunos de mis amigos llegaron a advertírmelo.

Pero, de igual manera, lo extrañaba demasiado. Deseaba tanto que apareciera en la puerta y me dijera que todo se trataba de una mentira, de un sueño en el mejor de los casos. Yo le creería, nos besaríamos y él cumpliría todas sus promesas, entre esas vivir juntos y casarnos.

También esperaba que llegara a mi departamento con esas flores que tanto me gustaban y me pidiera una segunda oportunidad. No lo perdonaría, desde luego, sin embargo eso me permitiría volver a ver su rostro y escuchar su voz.

Necesitaba un momento más para tener en que pensar cuando me fuera a dormir.

Aún así termine por poner todo en bolsas y por llevarlas al contenedor de basura más cercana. La ropa que dejó en mi departamento o suéteres que se me olvidó devolver por una u otra razón la done porque se encontraban en excelente estado. Y esas joyas tan bonitas que me regalaba en mi cumpleaños, las vendí. Me dolió, pero fue lo mejor que pude hacer.

...

Martin y Amber me invitaron a salir esa misma noche. Lo pensé por un buen rato, quería distraerme y volver a ese tiempo donde llegaba tarde a casa porque se me iba la noción del tiempo por las conversaciones interesantes que tenía con mis amigos.

Terminé rechazando la invitación y prometiendo que la semana siguiente iría. Sentí que aún no estaba lista para encontrarme con los amigos de mi ex y enfrentarme a escuchar de él o que me hicieran algunas preguntas incomodas, primero quería recuperarme o al menos intentarlo antes de estar con ellos.

Esa noche me quedé mirando series hasta que comenzó a darme algo de sueño. Antes de quedarme dormida extrañe por última vez en el día a... Él y el calor de cuando me abrazaba cuando estábamos por dormirnos.

R E D // Matthew Gray Gubler ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora