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Capítulo 11: It feels like a perfect night

No podía dejar de verlo.

Vestía muy elegante y eso hacía que se viera más guapo de lo que ya era. Traía puesto un saco y pantalones negros, y una camisa lila.

¿Cómo alguien podía jugar así con las hormonas de los demás?

—Te ves hermosa —fue lo último que escuché.

—Y tú muy guapo.

¿En serio lo dije en voz alta? Sus mejillas un tanto rosas y aquella sonrisa me dijeron que sí.

—Jade, antes de ir al evento quiero llevarte a un lugar especial. ¿Qué opinas?

—Me parece perfecto.

Sin decir algo más, tome mi bolso y caminamos al elevador.

*

Matthew:

Cuando abrió la puerta de su departamento y la vi, sentí como el aire abandonaba mis pulmones.

Se veía tan hermosa.

Recordé el primer día que nos conocimos por alguna razón. La había visto el día anterior cuando salía de su departamento y algo en mí quiso acercarse a ella, por eso la siguiente mañana toqué la puerta y esperé impacientemente a que abriera, hablando de cualquier cosa ridícula que se me vino a la mente.

Y de algo estaba seguro después de conocerla. Estaba enamorado.

Tal vez para los demás podría sonar precipitado por el tiempo que llevábamos siendo amigos, pero para mí no lo parecía. Estaba completamente seguro de que Jade era la indicada y, esa misma noche, le haría saber lo mucho que la quería.

Y, ¿cómo no hacerlo? Era amable, simpática, inteligente, solidaria... Era como encontrar lo que siempre habías querido en tu vida y no planeaba dejarla ir tan fácil. Aunque, parecía que conquistarla me tomaría mucho esfuerzo, ya que parecía que escondía algo y no tenía ni la menor idea a lo que me iba a enfrentar.

Llegamos a mi empresa y de inmediato noté su rostro de confusión al entrar. Por mi parte, me encontraba muy emocionado y moría por ver su reacción al ver la sorpresa que le tenía preparada.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó antes de entrar al ascensor.

—Es el lugar especial.

—¿Tu trabajo? Vaya, debes amarlo. Al menos que... No piensas asesinarme, ¿verdad? —reí.

—No. No planeo asesinarte.

—Te creo. Aun así, Amber sabe que estoy contigo.

Las puertas del ascensor se abrieron y mostraron el cuarto blanco que solía ver todos los días. Dimos unos cuantos pasos, antes de abrir la puerta de mi oficina recordé algo importante. Caminé al escritorio de mi secretaria y tomé lo que le había pedido esa misma mañana.

—Cierra los ojos.

No dudó en hacerme caso. Sus mejillas se pusieron rosas. Se miraba muy tierna.

Me acerqué a ella y traté de ponerle aquel pedazo de tela, pero me temblaban demasiado las manos.

—¿Una venda? ¿No que no me ibas a asesinar?

Al reírme pude tranquilizarme un poco, así pude amarrarla en su cabeza.

—No lo haré, te lo prometo.

Eso pareció tranquilizarla porque la escuché suspirar. Tomé su mano y, con cuidado, caminamos a la oficina. Abrí la puerta, mientras, le susurraba cuantos pasos debía dar. Cerré la puerta cuando ella se encontraba en el lugar que planeé, después le quite la venda. Aun tenía los ojos cerrados.

—Ya puedes abrir los ojos.

Los abrió lentamente y, al ver a su alrededor, estos se abrieron demasiado.

Les había pedido ayuda a unos de mis trabajadores para realizarle esta sorpresa y entre todos lo tuvimos listo antes de mediodía. Quitamos los pocos muebles que tenía y los pusimos en el cuarto de a lado, cerramos las cortinas y mi secretaria puso unas cosas —que no supe cómo se llamaban— que le daban un aspecto de estar en una fiesta, pero en lugar de luces de varios colores solo era de uno; rojo. En cuanto los demás se fueron a sus casas, dejé pétalos de flores en el suelo y una cámara cerca de la puerta.

—¿Te gusta? —le pregunté al ver que no hablaba.

—Es hermoso.

Me puse frente a ella, tomé sus manos y con algo de temor la vi a los ojos.

—Matthew, ¿por qué hiciste esto?

—Porque quería encontrar la manera perfecta para decirte que estoy enamorado de ti —sus mejillas se pusieron rojas de nuevo—, y para pedirte una oportunidad para conquistarte.

Una lágrima resbaló por su mejilla.

—¿En serio?

—¿Por qué bromearía sobre este tema contigo? Jade, quiero ser parte de tu vida, nada me haría más feliz que eso.

Pasé mi dedo por sus mejillas, quitando rastro de las lágrimas.

—¿Me das la oportunidad de hacerte feliz?

Me vio a los ojos y noté que los suyos tenían un brillo especial.

—Sí —susurró—. Por supuesto que sí.

Solté el aire contenido, tenía mucho miedo de que me pudiera rechazar.

Después de ese momento, bebimos un poco de jugo —ya que lo tenía listo como recuerdo de aquel día en que comimos juntos— y nos tomamos fotos con la cámara. Me tomaría muy en serio el tema de conquistarla y por esa razón comenzaría ese mismo día.

...

Ya se encontraban la mayoría de los invitados cuando llegamos a la fiesta. Saludamos a unos cuantos y la presente como mi novia, lo cual la tomó por sorpresa, pero no me reclamo ni me corrigió. Antes de seguir con los demás, me acerqué a Jade para preguntarle si quería algo de beber. Era extraño, se veía pálida y sus ojos parecían a punto de salirse de sus cuencas.

—Jade, ¿estás bien?

—Sí —titubeo—, necesito ir al baño.

—De acuerdo, yo iré por algo de beber. ¿Quieres algo?

—Sí, lo que sea está bien.

Y salió casi corriendo al baño. ¿Qué estaba pasando?

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N/A: Holaaa :D 
Espero les haya gustado leer un poco desde el punto de vista de Matthew :3 fue hecho con mucho cariño. Quiero aprovechar esto también para decirles que... Se viene el drama :0

Gracias por sus votos y comentarios ♡

R E D // Matthew Gray Gubler ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora