TREACHEROUS

681 70 10
                                    

Capítulo trece: This slope is treacherous

La siguiente semana fue muy estresante, estuve llena de pendientes en mi trabajo y llegaba tarde a casa por ellos, tampoco me daba tiempo de ir a comer. Deseaba tanto que llegara el sábado para descansar como era debido y poder estar con mis amigos.

El viernes ya había preparado todo para dormirme, me encontraba dando los últimos sorbos a mi leche con chocolate mientras escuchaba las noticias. En eso, escuche que tocaron la puerta del departamento, no quería abrir, me encontraba muy cómoda y ya tenía puesto el pijama. Los golpes se volvieron más insistentes, así que con todo mi pesar dejé la taza en la mesa y me levanté a abrir.

Una melena rubia observaba hacia los dos lados del pasillo, se miraba muy impaciente. Amber por fin vio al frente, una sonrisa se formó en sus labios.

—¡Jade! —exclamó emocionada—. Al fin te veo.

No miraba a Amber desde casi una semana, su departamento tenía mucho trabajo y habían cambiado sus horas del almuerzo, por lo que me enteré. Lo único bueno de esa semana fue el montón de trabajo, porque no sería lo mismo sin ella. Me preguntaba que pasaba con Martin.

Invité a mi amiga a pasar, noté que ella también traía puesto el pijama, acompañada de unas pantuflas rosas y su oso café en sus brazos junto con su almohada.

—Te extrañe mucho, Amber.

—Yo también —Dejó las cosas en el sofá—. Por eso me pareció una buena idea que hiciéramos una pijamada, ¿te parece bien?

—Me encanta tu idea —ella sonrió.

—Qué bueno —suspiró—. Martin me dijo que nos extrañaba mucho y que quería invitarnos a desayunar mañana.

—Parece perfecto.

Miramos la televisión por un rato y comentamos lo que decían. Minutos más tarde acomodamos un par de cosas y, sin darme cuenta, me quedé dormida.

...

Tardé mucho en alistarme y Amber tocaba la puerta del baño impaciente porque le ansiaba meterse a bañar, aparte de que ya tenía hambre. Hice caso a sus insistencias y salí, la esperé en la sala mientras observaba sin ningún interés mi Facebook. Después de quince minutos, ella salió bastante arreglada y su cabello ya no estaba mojado. Fue una buena idea que dejara ropa desde la última vez que se quedó, sino hubiéramos desperdiciado otra media hora en ir a su casa para que se cambiara el pijama.

—Vámonos —dijo—. No quiero que Martin se enfade de estar esperando.

—Tranquila, Amber —puse los ojos en blanco—. Sabes que Martin se entretiene con cualquier cosa, además, si fuera tan tarde ya nos hubiera marcado.

Salimos del departamento, Amber iba frente a mí platicando sobre quién sabe qué cosa y se dirigió al ascensor mientras yo cerraba la puerta con llave. Iba a seguir a mi mejor amiga, pero me detuve al ver que se abría la puerta del departamento de Matthew. Él salía, parecía algo apurado.

—Hola —salude.

—Hola Jade.

Nos saludamos con un beso en la mejilla, y me susurro.

—Te ves hermosa.

Se separó antes de que pudiera responder y cambió de tema.

—¿Vas de salida?

—Sí —respondí un tanto aturdida todavía—. ¿Tú también?

—Sí, iré a visitar a mi madre.

Caminamos hacia el ascensor, donde me esperaba una sonriente Amber.

—Buenos días, Matthew. ¿Cómo estás?

—Buenos días, Amber —dijo con una sonrisa—. Excelente —respondió mientras me veía—, ¿y tú?

Ellos conversaron unos minutos y, al salir del edificio, tomamos nuestros respectivos caminos.

—Se nota que le gustas —canturreo.

No respondí y me subí al auto, pensando en que podía ser verdad lo que mi amiga decía.

...

—¡¿Entonces?! —preguntó Amber emocionada.

Martin sonrió.

—Natalie y yo ya somos novios.

Ambas festejamos, estábamos bastante felices por esa noticia. Martin desde hacia un par de semanas quería pedirle a Natalie que fuera su novia, pero no se pudo decidir por el momento perfecto o se ponía bastante nervioso.

—Cuenta —Amber puso su mano en su barbilla—. ¿Cómo pasó?

Martin comenzó a contar cómo sucedieron las cosas, pero yo las escuchaba algo lejanas. Me imaginaba a Matthew pidiéndome que fuera su novia o que yo tuviera la valentía para por fin aceptar un beso. Lo quería y no podía esperar a estar lista para dar ese paso tan importante con él, pero primero necesitaba cerrar el capítulo con Jason.

Salí de mis pensamientos y presté atención a mi amigo, se notaba emocionado.

El tema del amor tomó parte de nuestra conversación, Amber me miró curiosa.

—¿Y qué pasó contigo y Matthew?

—Tuvimos un sábado... —suspire—. Maravilloso.

—Entonces, ¿él te gusta? —preguntó Martin.

—No voy a responder eso.

—No es necesario —opinó Amber—. Se te nota hasta en la manera en que respiras cuando están juntos.

Mis mejillas se tornaron de color rosa, lo podía apostar.

—¿Tan así? —pregunte en un susurro.

—Sí —ella sonrió—. ¿Qué más pasó el sábado?

Estuve a punto de contar lo maravilloso de ese día, pero cometí el error de levantar la vista.

—Demonios —dije por lo bajo.

Mis amigos siguieron mi mirada y yo quise que no lo hubieran hecho, porque él notó nuestra presencia. Jason caminó hacia la mesa, y con ello, arruinándome otro extraordinario fin de semana.

R E D // Matthew Gray Gubler ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora