Felix solo quería vivir su vida de estudiante. Pero una prueba, lo manda a un internado lleno de gente con poderes mentales. Pero lo peor de todo, es que una mujer loca quiere matarlo.
Alejado de su familia, tendría que enfrentarse a lo que es no te...
Las pruebas ya había acabado, y yo salía por los pasillos buscando a mi hermano con la mirada. Notaba algunas encima de mí, pero no estaba para rollos. Unas manos se posaron en las mías, haciéndome parar. Jimin.
- ¿Pasa algo?- pregunté sonriente.
- Chaeyoung- dijo serio.
Algo no iba bien, me llamó por mi nombre.
- Es Felix...- dijo mirando el suelo.
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Narradora: Park Rose
Lágrimas.
Era lo único que se podía escuchar en el despacho de la directora.
- ¿Cómo es eso posible?- pregunto mi madre, llorando.- ¡Nosotros dimos negativo!
- Esos casos se pueden dar, señores Lee. - dijo la directora.
- ¿Dónde está?- pregunte yo.
- Está en el laboratorio de la ciudad, es el primer caso en la ciudad entera. Esta tarde lo llevarán a su nuevo hogar.- dijo el guardia civil.
- ¿No lo matarán?- pregunto mi padre, esperanzado.
- No. Lo llevaremos a un lugar donde estará bien, cuidarán de él.- respondió seguro.
- Solo... No quiero que le maten. Solo eso.- pidió mi madre.
Salimos de la dirección. Mis padres se adelantaron, porque no querían estar allí más tiempo. Yo me tomé mi tiempo, reflexionando y preguntándome ¿por qué de entre toda la ciudad, él? Unos gritos desde lo lejos de pasillo me sacaron de mi mundo.
- ¡Rose! ¡Espera!- me giré, encontrándome con Woozi, el mejor amigo de mi hermano.
Sin pensarlo dos veces, le abracé. Se sorprendió, pero correspondió. Al separarnos, yo había manchado su uniforme con mis lágrimas. Me avergoncé un poco, pero yo era totalmente transparente delante de él. Le miré detenidamente, tenía los ojos rojos y una expresión que nunca vi en él. Tristeza.
- Yo estaba delante cuando pasó...- dijo, hundiendo su cara entre sus manos.
Le volví a abrazar, aún tapando su cara.
- Woozi, no es tu culpa. Siento que hayas tenido que ver eso.- dije, acariciando su cabello.
- ¿Quieres que.. te expliqué como fue?- pregunto inseguro.
- Sé que me dolerá, pero necesito saberlo.- respondí, separándome de él.
- Bien...- suspiro.- Le habían pinchado, hasta ahí todo estaba bien. Pero agarro su brazo con fuerza y una mueca horrible en su rostro,... pude sentir su dolor. Luego, miró sus piernas, con los ojos muy abiertos. Yo ya sabía que... algo andaba mal. Se intentó poner de pie, pero... se agarró a la camilla, por momento en el que casi cae, y dijo "no siento las piernas". Luego, susurro un par de cosas más y ... se desmayó. Corrí hasta él, intente despertarlo, pero no pude y se lo llevaron...
Woozi lloraba. Igual que yo.
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