Felix solo quería vivir su vida de estudiante. Pero una prueba, lo manda a un internado lleno de gente con poderes mentales. Pero lo peor de todo, es que una mujer loca quiere matarlo.
Alejado de su familia, tendría que enfrentarse a lo que es no te...
- ¿Por qué los ojos de Felix son tan perfectos? Porque tiene que gustarme tanto...?- pensó Hyunjin.
Sí. A Hwang le gustaba Felix desde hacía poco más de una semana. Lo averiguo enseguida, porque se dio cuenta de que solo lo trataba así a él, de la manera en la que lo veía y su sonrisa, esa sonrisa. Bien tenía un pasado difícil, y nunca le había gustado nadie, pero sabía que Lee era diferente a todos. Cuando se enteró de que se había besado con Hyeongjun, en un principio, recibió un pinchazo en el corazón y la cabeza empezó a hacerle preguntas. Pero no le pregunto por no sacar el tema. Los dos estaban tan metidos en la mirada del otro, que no se dieron cuenta de que alguien les estaba llamando.
- ¡¡Señor Hwang y Lee, vuelvan al trabajo!!- gritó por 3ª vez el profesor Kibum.
Los dos jóvenes volvieron a la vida real y miraron con miedo al profesor. Con prisa, se levantaron del suelo. Hyunjin le dio el botiquín al profesor y Felix se baja la manga del jersey. Cada uno volvió a su lugar sin decirse nada. Felix no sabía que sentía en ese momento, nunca le había gustado nadie, y Hyunjin seguía soñando con los ojos del pequeño pecoso.
Entrenaron por una hora más, cuando ahora fue Jisung quien cayó al suelo, otra vez. Su poder no se podía forzar demasiado, pero lo estaban haciendo, lo obligaban. Minho fue a su lado y miró con preocupación a su amigo. Jisung respiraba con dificultad, desde hacía ya un rato.
Mientras que Su había vuelto, obligó a Jisung a pelear con Lisa, quien podía crear armas. Ella también se veía cansada, pero no tanto como Han.
- Han, arriba.- le ordenó Su. Este obedeció y se puso de pie, con un gran esfuerzo.- Ahora vuelve a atacar.
Dicho y hecho, Jisung se volvió a convertir en una pantera negra, algo cansado. Lisa, quien también seguía órdenes, tenía un arco, con el que disparaba flechas, que estaba vez no tocaron a Jisung, quien se abalanzó contra la chica. Ambos estaban tan cansados y dolidos, que Jisung volvió a su forma humana, pero no tuvo fuerzas para poder levantarse, Lisa igual. Sus respiraciones eran agitadas. Jisung había protegido el cuerpo de Lisa para que no le doliera la caída, pero aun así ella tampoco podía levantarse. Jade, se acercó a los adolescentes, que seguía en el suelo.
- ¿Podéis levantaros?- pregunto la mujer.
Ninguno de los dos respondió.
- Bien, creo que fue suficiente para vosotros por hoy.- dijo medio insatisfecha.- Felix, lleva a estos dos a la enfermería y de paso que te miren ese brazo.
El pecoso dejó lo que estaba haciendo y respiro tranquilo, apoyando su peso en sus rodillas. Si no le hubieran dicho aquello, seguramente se hubiera vuelto a caer. Se acercó a sus amigos, quienes seguían en el suelo. Cogió a Jisung, pasando su brazo por los hombros del australiano. No podía cargar con dos personas a la vez, así que dejó primero a Jisung en la enfermería. Al recostarlo en la cama, suspiro y volvió a la sala de entrenamiento a por Lisa. Ella seguía en el suelo, pero ahora se había intentado levantar. Se acercó apresurado a ella.
- ¿Qué haces?- pregunto, alarmado.
- Levantarme.- dijo Lisa en un murmullo.
- ¿Estás loca? No hagas esfuerzos así.- dijo levantándola por la cintura del suelo.
La joven cogió al chico por los hombros, apoyando su cabeza en el hombro de este. La llevó hasta la enfermería y la dejó en la camilla de al lado de Han. Este estaba dormido, porque mientras él buscaba a la joven, la enfermera le dio la medicación. La señora revisó también a Lisa, y solo le puso un paño frío en la frente y medicación. Luego se acercó a Felix, y le subió la manga del jersey para después comenzar a desenvolver la venda, dejando ver las marcas de las agujas.
- ¿Quién te hizo esto?- pregunto la señora, amablemente.
- Fue sin querer en el entrenamiento..- dijo Felix.- ¿Por qué?
- Unos centímetros más a la derecha, y te hubieras desangrado entero.- dijo la señora, sería.- Tendré que coserte esto, no son muy grandes, por lo que no habrá muchos puntos.
- No pasa nada.- murmuro Felix.
La señora asintió y fue a buscar la aguja e hilo. Cuando los tuvo a mano, limpio la herida del menor, primero antes de empezar.
- Como aquí no tenemos anestesia, tendrá que ser sin. Puede que duela.- le advirtió.
Felix se encogió en su sitio, pero no podía hacer otra cosa más que aguantarse. La aguja entró en su piel, y cerró los ojos con fuerza. Cuando empezó a pasar la aguja, no pudo aguantarse y dejó bajar una lágrima por su mejilla. Cuando la primera punzada estuvo hecha, suspiro con dolor. Pero venían unas cuantas más. Mientras Jisung estaba medio dormido, podía oír los gritos que Felix dejaba salir, por el dolor de su brazo.
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Todos estaba entrenando en sala de entrenamiento.
Después de que Su dejara a Lisa y Jisung, se puso a trabajar con Hongjoong, que parecía matarla con la mirada. Mientras Su se cabreaba por tonterías, los demás descansaban 10 segundos si podían. Hyunjin estaba a punto de atacar otra vez a Hyeongjun, con quien entrenaba, pero un grito lo sacó de sus pensamientos. A él y sus compañeros, que también lo escucharon.
- Es Felix.- musitó Hyeongjun, todos pudieron oírle.
- ¿Qué le están haciendo?- pregunto Hyunjin con el ceño fruncido.
- Solo lo están curando.- avisó Kibum entrando en la sala.- Ahora proseguid, queda 1 hora y 30 minutos.
Todos intentaron volver a su entrenamiento. Su, continuó gritando a Hongjoong, quien soportaba la bronca únicamente para que sus amigos pudieran descansar un poco. Pero los gritos se seguían escuchando. Hyunjin intentó no pensar en ellos, y dejarlos correr, pero su pequeño estaba sufriendo. Iba a decir algo, cuando Su se adelantó.
- ¡Agh! ¡Que alguien vaya a callar a ese chico!- gritó la profesora.
Hongjoong la miró peor que nunca. ¿Cuándo se había vuelto así la profesora Jade? Cuando ellos eran pequeños, era como su madre, pero ahora todos la querían matar. Se volvieron a oír los quejidos pero todo el pasillo. Su, se volvió a quejar en alto.
- Hwang, ves a calmar a tu amigo.- dijo el profesor Kibum, con la mejor sonrisa que pudo poner.
De entre todos los profesores, Kim Kibum era el mejor. Hyunjin asintió, y abandonó la sala, para salir al pasillo. Los gritos se escucharon más desde allí fuera. Se encaminó a la enfermería, donde estaban sus amigos, o lo que quedaba de ellos. Entró a la habitación con un poco de miedo, y vio a Felix, sentado en una de las camillas, mientras la enfermera le cosía las heridas provocadas por las agujas. La enfermera acabó con una de las heridas y se preparó para la siguiente.
Lee, con lágrimas en sus ojos, se giró a ver la puerta, desde donde Hyunjin miraba a su pequeño. Se acercó a él con una medió sonrisa, que tranquilizó a Felix, quien sonrió al verlo acercarse. Cuando estuvo delante del peli blanco, le seco las lágrimas con su dedo pulgar.
- La siguiente.- anunció la enfermera, antes de comenzar a coser la siguiente.
Con la mano libre, Felix apreto la mano de Hyunjin con fuerza, mientras este miraba las expresiones faciales del contrario, con lástima. Se sentía tan mal que estuviera pasando por esto. Más lágrimas cayeron los los ojos del pecoso, y quejidos salieron de su boca, haciendo que Hyunjin se estremeciera, y cogiera con más fuerza la mano de Lee.
- Todo pasará pronto, pequeño..- dijo en un susurro.
