Exiliados // Hyunlix

망명 27: Hermana 망명

Chae y Woozi se sentaron en su cama. Estuvieron hablando un rato sobre cosas al azar, hasta que Chae se fijó en algo.

- Mira.- señalo a su hermano durmiendo con Hyunjin.

Woozi miró en la dirección que la chica le indicó. Vio a su amigo, y sonrió ampliamente.

- Se ven lindos.- dijo Woozi sonriente.

Soyeon entró en el despacho de su jefa, porque ella quería que hablaran. Obviamente, sabía que sería sobre cómo encontrar a los exiliados. Pero estuvo pensando, y no le gustaba la idea de tener que ir matando a gente porque alguien se lo dijera, ¿qué le habían hecho aquellas personas como para hacerles eso? De todas formas, asistió al despacho.

- ¿De qué quieres que hablemos?- pregunto, sentándose en una de las sillas.

- La enviaremos hoy.- dijo seria.

Soyeon casi se atraganta con el aire al oír eso. La miró, buscando respuestas, pero Hyejung se veía muy seria. ¿Lo decía en serio? Sí que tenía ganas de encontrar a aquella gente como para utilizar esa estrategia.

- ¿En serio vamos a probar con eso?- pregunto sorprendida.

- Claro que sí, es la única manera.- respondió segura.

- Como tú lo veas. - le advirtió Soyeon, saliendo por la puerta.

La chica de semblante serio se dirigió a su habitación, compartida con sus compañeros. Porque cuando Serim se escapó, no querían arriesgarse y los mantenían encerrados a los 4 todo el día, en la misma habitación.
Entró en la habitación y se tiró en su cama de la litera, la de abajo. Suspiro con cansancio.

- ¿Qué te ha dicho?- pregunto Daehwi.

- Van a mandarla a ella.- respondió frustrada.

- ¿E-En serio?- pregunto Wendy.- Esto será un desastre.

Narradora: Hwang Yeji

Corría por el bosque muy rápido. Dejaba el edificio atrás, mientras gritaba como una loca desesperada por ayuda.

Las heridas que me habían hecho, realmente me habían dolido. ¿Hacía falta utilizar tanta fuerza bruta?
Seguí corriendo por el bosque, mucho, mucho rato. El sol estaba bajando y cada vez el cielo era más oscuro, pero yo no me detenía, tenía que conseguirlo.

Habrían pasado horas desde que empecé a correr. Llegue a una especie de campo, ya con las fuerzas demasiado bajas. Hasta que todo se volvió negro, me desplome en medio del campo.

Hongjoong empezó a sacudir a Hyunjin y Felix, quienes llevaban durmiendo toda la tarde, ya era muy noche y todos estaban durmiendo. Hyunjin abrió sus ojos, encontrándose con Hongjoong y un semblante serio. Felix también se había despertado, y se percató de que era muy tarde, todos estaban durmiendo. Les indico salir de la habitación, pero los dos chicos al llegar al pasillo iluminado, se percataron de que también estaba Serim con ellos.

- ¿Qué está pasando aquí?- pregunto Hyunjin, rascando su ojito con sueño.

- Han de encontrado a una chica.- informo Hong.- En el bosque, gritaba y estaba herida.

- ¿Una chica?- pregunto Felix, extrañado.

- Sí. - respondio Serim.- Y tiene tu apellido, Hwang.

Hyunjin se quedó estático. Hongjoong y Serim los guiaron hacia la enfermería. Entraron en la enfermería, y Hyunjin se paró en seco al ver a la chica. Felix notó que la mirada de Hyunjin estaba posada en la joven, y no podía reaccionar. Cogió su mano, dándole seguridad.
El mayor apretó más fuerte su agarre, y a paso lento se acercó con los otros chicos a la camilla, donde la joven permanecía dormida.

Tenía varios cortes en su cara y brazos. Su cabello era de un castaño claro y sus labios pequeños.

- ¿Hyunjin, quién es? - pregunto Hongjoong.

- Ella es... mi hermana.

Después de eso, volvieron a la habitación, porque Hyunjin no entendía nada y le dolía mucho la cabeza.
Se volvieron a tumbar en la cama, esta vez, Felix tenía su cabeza apoyada contra el pecho del mayor. Hyunjin pasó su brazo por la cintura del menor, rodeándolo en un pequeño abrazo. Felix escuchaba la respiración de Hyunjin, mientras este lo abrazaba con delicadeza. El mayor le daba caricias en el pelo, poco rato después Lee se durmió. Hyunjin siguió despierto el resto de la noche.

Observaba dormir al pequeño entre sus brazos. Como se apegaba a su pecho y respiraba tranquilo. Algunos mechones revedles le caían en la frente, los apartó y acarició su rostro con delicadeza, como si de una flor se tratase. La flor más bonita de la faz de la tierra. Le dio un pequeño beso en la frente y apegó su carita hacia su pecho, y quedando más cerca. Pero no se durmió.

A la mañana siguiente, Felix abrió sus ojos lentamente, viendo el pecho de Hyunjin, mientras lo abrazaba por la cintura y la cabeza. Noto que el mayor estaba despierto. Esa sensación se sentía bien, tener a ese alguien que te cuide y te dé mimos.
Hyunjin miró a Felix, quien le devolvió la mirada.

- Hola..- saludo Felix con timidez.

- Hola.- Hyunjin le sonrió al decir eso.

- ¿Hyunjin, por qué me dijiste que no querías que me fuera..?- pregunto en un murmullo el pequeño.

- ¡ARRIBA TODOS, TENEMOS COSAS QUE HACER!- gritó Hongjoong, para despertar a todos. Se apresuró a llegar hasta Hyunjin y Felix, que seguían fuertemente abrazados.- El profesor Kam quiere vernos, ahora.

Los dos asintieron, y se fueron a cambiar. Felix le seguía dando vueltas a la frase que anoche le dijo el rubio. Cuando ya estuvieron, se encontraron con Serim y Hongjoong en el pasillo, como anoche. Caminaron hasta la enfermería, que es donde Kam les estaba esperando. Hyunjin volvía a tener esa intriga que anoche no lo hizo dormir. ¿De verdad su hermana estaba aquí? Entraron en la enfermería, donde ya estaban Kam y dos profesores, Kibum y Jade.

- Tenemos que hablar seriamente.- dijo Kam.- ¿Ella es realmente tu hermana?

- Así es.- respondió Hyunjin seguro.

- Pero hay un problema.- dijo Kibum.- Dice que no recuerda nada.

Eso alertó a todos.

- ¿No recuerda nada?- pregunto Hongjoong.

- Entonces puede que venga del laboratorio.- dijo Felix.- Como mi hermana.

- Eso ahora no es lo importante.- dijo Kam, cortante.- ¿Si es tu hermana, donde estuvo todo este tiempo?

- Ya le expliqué lo que pasó hace años.- empezó a protestar Hyunjin.- Alguien estaba fuera y nos cogieron, se llevaron a mi hermana, no sé donde, y también cogieron a mis padres. Lo que hicieran con ellos no lo sé, por eso pensé que todos habrían muerto.

- Está bien, ya pensaremos en algo.- dijo, suspirando.- Ahora, tienes que hablar con ella.

-