Exiliados // Hyunlix

망명 33: Extraña estrategia 망명

Habían pasado toda la noche caminando, y por la mañana ya estaban en Mapo-gu. Todos estaban muy cansados, sus ojos se cerraban por la falta de sueño, pero tenían que encontrar refugio o estarían en peligro. Aún metidos en el bosque, antes de entrar en la ciudad, Kam les hizo sentarse en el suelo, para descansar y hablar un par de cosas.

- Muy bien. Hay unos edificios en una parte de la ciudad, que están viejos y no hay nadie, estaremos allí, pero antes tenemos que asegurarnos de que no haya nadie y de conseguir comida. Los que sois menores de 19 años, iréis a uno de los institutos de aquí cerca, soy amigo del director, pero él solo nos ayudará en eso, os dejará que vayáis allí para que el gobierno no piense que unos adolescentes no hacen clase.- explico el director.

- Bien, los que vendréis con Kam y conmigo seréis: Chan, Mina, Yoongi, Hoseok, Hongjoong, Seonghwa, Changbin y Taeyong.- dijo la profesora Su.- El resto iréis con Kibum al instituto. No iréis todos juntos para que no sospechen, tendréis que ir en grupos. El grupo 1 son; Rose, Yeosang, Jeongin, Nayeon y Lisa. El grupo 2 son; Minho, Hyunjin, Seungmin, Wooyoung y Woozi. Y el grupo 3 son; Hyeongjun, Jisung, Felix y Serim.

- Tenéis que ir en grupos separados, porque si os ven en grupos grandes pueden sospechar.- advirtió Kam.- Los institutos están totalmente vigilados, pero ya no hacen pruebas, porque las acabaron todas una semana después de que Yongbok llegara, así que si el efecto del suero se gasta, no tenéis por qué preocuparos.

- Después de clase, Mina, Taeyong y Hongjoong irán a buscar a cada grupo.- hablo Kibum.- Recordad, no importa que vayáis a la misma clase, si no es parte de vuestro grupo, no os conocéis.- recordó.- Se que es un poco difícil, porque todos sois muy buenos amigos, pero recordar que una guerra podría venir y no queremos que haya heridos, o que pase.

Todos asintieron después de la charla que les dieron. Se separaron en grupos, y Kam les dio mochilas para clase, porque el director del instituto se las dio para ayudarlos. Algunos tenían miedo del plan de su director, pero tenían que aceptarlo y se pusieron en marcha hacia el edificio en grupos.

El grupo número 3 caminaba por el interior del edificio, siendo vistos por los alumnos de este.

- ¿Felix, es normal que nos miren tanto..?- murmuró Jisung.

- Si, los nuevos son "la sensación", porque no saben nada del lugar y son más vulnerables.- respondió, también bajito.

- ¿Ya os habéis tomado las gotas?- pregunto Serim. Era el más pequeño, pero el más responsable.

Los otros tres asintieron, y continuaron con su camino hacia sus aulas, que se vio interrumpida por una señora con gafas, traje color vino y una cara muy seria. Detrás suyo había dos hombres con trajes, iguales que los del día que le hicieron la prueba a Felix.

- Disculpen, ¿son los nuevos alumnos?- pregunto la señora, todos asintieron con miedo.- Puede que ya lo hayan hecho, pero les haremos la prueba de los exiliados por si acaso.- dijo, dándoles una señal a los hombres.- Por aquí.

Los jóvenes la siguieron, con un poco de miedo, mejor dicho, con mucho miedo. La señora los estaba guiando hacia una habitación, que parecía ser una enfermería, pero era muy grande, con tres camillas y muchos estantes con frascos y pastillas.
Uno de los hombres cogió a Hyeongjun del brazo y lo sentó en una de las tres camillas, y la señora cogió a Serim y lo sentí al lado de Hyeongjun.

- La prueba ha cambiado un poco.- dijo la señora.- Ahora es mucho más fuerte y eficaz, si dan positivo, notarán mareos, pérdida de la consciencia y otros síntomas parecidos. También sentirán un fuerte dolor en el brazo, porque hemos puesto aceite de citronela, que por lo visto les hace daño a los exiliados. Pero todo eso sí es positivo. - explico con una sonrisa.

- Ah.- respondio Hyeongjun, no muy emocionado.

- ¿Y qué hago yo?- pregunto Serim sin entender.

- El pinchazo puede doler un poco, porque la aguja es más grande.- explico el hombre acercándose con este a Hyeongjun.

El hombre atravesó el brazo de Song con la aguja, y este casi por reflejo, agarró la mano de Serim con fuerza y los ojos cerrados. El hombre retiró la aguja, y limpió con una gasa el brazo del chico, que se estaba retorciendo de dolor por el pinchazo. Aquello quemaba como mil demonios, pero además de eso no sentía nada más. Pero quemaba, quemaba mucho.

- ¿Cómo te sientes?- pregunto el otro hombre, preparando la aguja para Serim.

- B-Bien.- asintió, tocando su brazo con molestia.

El hombre que se había mantenido al margen, se acercó al pelinegro con la aguja y se inyectó el líquido, pero este no se movió ni un poco. Tenía agarrada la mano de Hyeongjun, pero no con fuerza, sino para saber que seguía allí y no se había ido.
La aguja fue retirada, y solo asintió con la cabeza en señal de que estaba bien, si sentía el intenso dolor, ardía por dentro, pero no podía mostrar nada porque si no sabrían que son exiliados.

Se levantó de la camilla, tirando del brazo del mayor, para quedarse a un lado.
La señora de las gafas sentó a los dos jóvenes que faltaban y también los pincharon, sintieron mucho dolor, pero no expresaron nada un tanto extraño para no ser descubiertos. Las gotas de Kam habían hecho efecto.
Salieron de la enfermería suspirando con alivio.

- En verdad dolió mucho.- se quejo Jisung.- ¿Cómo pudiste aguantar tanto?- le pregunto a Serim.

- En el laboratorio me hacían pruebas cada semana, estoy acostumbrado.- dijo, con una sonrisa.

- ¿Cómo sentiste la prueba?- pregunto Hyeongjun a Felix.

- Las gotas hicieron efecto, porque la vez que me lo detectaron, no sentía mis piernas y me desmayé.- explico en un murmuró.

- Agh, bien.- dijo Jisung.- Vayamos ya a clase, nos vemos en la puerta de clase de Serim al acabar las primeras horas.

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