망명 36: Confesiones 망명

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Wendy se marchó con Yeji por órdenes de Hyejung.
Pero, pasaron unos minutos, y solo sonaba la escandalosa alarma, pero nadie se veía o salía. Hyejung cada vez estaba más enfadada, y furiosa.

- Seguidme.- les indicó a los tres jóvenes a sus espaldas.

Caminaron por el campo, hasta llegar al otro lado.
Ni nada ni nadie. Los habían engañado.

- ¿Nos han engañado?- pregunto Soyeon.

- Esa estúpida..- dijo enfurecida.

- ¿Ahora que haremos?- pregunto Daehwi.

- Puede que ellos ya estén muy lejos. Yeji se lo habrá contado todo y los habrá ayudado a escapar. Y seguro que se ha llevado a Wendy con ella.- dijo, dandose la vuelta.

- ¿Volvemos?- pregunto Jungkook.

Llegaron al antiguo laboratorio

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Llegaron al antiguo laboratorio. Hyejung se encerró en su despacho, y no salió en lo que quedó de tarde. Los chicos que quedaban de La Orden, se fueron a su habitación. Soyeon se tiró a la cama y aplasto el cojín con furia. Jungkook solo miraba el techo y Daehwi daba vueltas por la habitación.

- Primero Serim y ahora Wendy.- dijo Jungkook.- Creó que va siendo hora de que abramos los ojos.

Soyeon suspiro.

- Cierto.- dijo la chica.

Los dos jóvenes allí la miraron asombrados.

- Esta noche nos escapamos.- dijo segura.

Llegada la noche, los tres chicos subieron a su habitación compartida después de la cena

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Llegada la noche, los tres chicos subieron a su habitación compartida después de la cena. Hyejung había empezado a confiar más en ellos, diciendo que eran como sus hijos y que sabía que la ayudarían en todo, y los dejaba cenar con ella.

El guardia cerró la puerta, pero antes de que se cerrara del todo, Jungkook se encargó de poner un papel entre la puerta y suelo, para después poder abrir con facilidad.

Ya eran las 10 de la noche, y todo fuera estaba muy silencioso. Abrieron la puerta, percatándose de que no había nadie en los pasillos. Los tres jóvenes avanzaron con rapidez por los pasillos que tanto sé conocían. Tenían la puerta a tan solo unos metros de ellos, pero la alarma empezó a sonar escandalosamente, sellando la puerta de salida con barrotes de hierro.

Daehwi intentó abrirla, sin éxito.

- ¿Creen que iban a llegar muy lejos?- dijo una voz femenina. Ella.- Tengo cámaras por todas partes, pude oíros.

- Nosotros...- murmuro Soyeon.

- Cójanlos.- les indicó a los guardias.

Cada guardia cogió a un muchacho y los arrastraron en contra de su voluntad por el pasillo, hasta la parte baja del edificio. Ya sabían donde iban, y de allí sí que era imposible salir. Pusieron a cada uno en una habitación diferente. Las habitaciones tenían paredes acolchadas, sin ventanas y con una puerta de hierro cerrada con rosca. Soyeon sabía que no podía salir de allí, así que simplemente se sentó en un rincón y se quedó dormida. Los otros hicieron exactamente lo mismo.

Allí concluyó su plan.

Allí concluyó su plan

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Felix se despertó, y abrió los ojos con lentitud. Se encontraba mirando a Hyunjin de frente, este seguía teniendo sus manos rodeando su cintura, sin querer soltarlo. Pero el mayor ya se había despertado hace rato, no quería despertar a Felix todavía, así que simplemente se quedó mirando como dormía. Los ojos de ambos conectaron, haciendo que Felix se sonrojara por la cercanía y por las manos de Hyunjin encima de su cintura. Hyunjin, apartó unos mechones rebeldes de la frente del menor, acariciando su suave pelo.

-Buenos días.- murmuró con una sonrisa el mayor.

- Buenos días, Jinnie.- respondió Felix también bajito.- ¿Qué hora es?- pregunto preocupado.

- Aún es muy temprano, casi todos duermen.- dijo Hwang, despreocupado.

Se quedaron el silencio por unos minutos, solo viéndose a los ojos.

- Lixie, necesito que hablemos de algo.- dijo Hyunjin con decisión, dejando sus nervios atrás. Felix asintió.- ..Tú me gustas.- repitió.- Me acuerdo el primer día que te vi, estabas todo nervioso porque eras nuevo y no conocías apenas a nadie. Al principio hice como con todos, ignorarte. Pero... todo cambio cuando te vi aquel día en el suelo del patio, con un corte en la mejilla. - dijo, con una sonrisa.- Nadie te ayudaba, y me acerqué a ti, y te ayudé a levantarte del suelo. En ese momento, supe que no eras como los otros. Y cuando me enteré de que te habías besado con Hyeongjun, sentí algo que nunca había sentido con nadie. Eres la primera persona a la que ayude, el primero al que sonreí, el primero al que le demostré como era yo de verdad, al primero que bese y del que me enamore. No se a ciencia cierta que es el estar enamorado, pero creo que es la sensación que tengo cuando te veo sonreír o cuando dormimos.- puso sus manos en las mejillas del pequeño.- Felix, estoy enamorado de ti.

El corazón de Felix casi explota en ese momento. Hyunjin era el chico más dulce y tierno que había conocido. Todas las palabras que le dijo el mayor, se le grabaron en su interior. Y su estómago picaba, como si miles de mariposas estuvieran en el. ¿Eso se sentía estar enamorado? Sí. Porque él también estaba enamorado de Hyunjin.

- Hyunjin..- murmuró, con una sonrisa.- Yo también estoy enamorado de ti.- respondio, poniendo sus manitas alrededor del cuello del mayor.

Se acercó un poco, el mayor hizo lo mismo, con una sonrisa que nadie podía quitarle. Sus respiraciones chocaron, con una mezcla de felicidad, emoción y nerviosismo. Sus labios quedaban en un simple roce, hasta que Hyunjin los terminó de juntar, creando un beso simple y suave, pero que demostraba todo lo que sentían el uno por el otro. No era un beso subido de tono, sus labios se movían sincronizados, porque se sentían. Cuando se separaron, Felix no fue capaz de abrir los ojos, no podía.

- ¿Por qué no abres los ojitos?- pregunto Hyunjin, sonriendo.

- Porque no quiero que esto sea un sueño.- murmuró, con su cabeza en el pecho de mayor.

- No es un sueño.- aseguro, dando un beso en su frente.- Lix, te quiero.

- Yo también te quiero, Jinnie.- respondió, abriendo los ojos, para mirar al mayor.

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Exiliados // HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora