—¿Que sientes, cuando alguien te gusta?—pregunto la azabache con un leve rubor en sus mejillas. La castaña la observó sorprendió, sonrió segundos después.
—¿Mikasa acaso te gusta alguien?—sonrio pícaramente.
—¡No!—bajo la mirada—Bueno si—musitó en un susurro.
—¡Ahí Mikasa!—sonrio—Bueno pueden ser cosas tan insignificantes, cómo su sonrisa, su forma de ser, la forma en la que te trata. Cuando una persona te gusta, puede ser hasta la más mínima cosa, pero tú siempre le encontrarás algo que admirar.
La azabache quedó pensativa ante las palabras de la mayor. Le gusta mucho la sonrisa del azabache, le gusta su forma de ser, aunque habeces sea un poco amargado, le gusta la manera que la trata. Siempre está en su mente, se sonrojo cuando el le hace un cumplido, habeces sueña con el y sus...
¡No!.
Mikasa no podía sentir todo eso por el, el era su amigo, hermano y la persona que la cuidado, ella solo lo admira nada más que eso. Ella nunca podría sentir algo más aparte del cariño hacia el, ¿O si?. Se encontraba confundida.
—Es muy fácil aceptar que te gusten esas cosas, pero es aún más difícil aceptar que el sentimiento es aún más grande—volvio hablar la mayor sorprendiendo a la azabache.
Hanjí tiene razón.
¡Cállate Mikasa!.
—¿Cuando regresan?—pregunto cambiando de tema.
—Posiblemente mañana—se encogió de hombros—El estará bien, Mikasa.
—Lo se, confío en el—sonrio.
Siguieron comiendo y viendo la TV, mientras una que otra pregunta no hacía falta. Al terminar de desayunar Mikasa llegó sus trastes hacia el fregadero y observo todo el hogar, estaba hecho un desastre el pelinegro la mataría si lo viera de esa manera.
—Ehh, Hanjí debemos limpiar. Si no Levi nos matara—soltó una risilla.
—¡Si tienes razón!—exclamo levantándose del sofá.
Ambas comenzaron a ordenar el departamento y dejar todo impecable, así como le gusta al azabache. Al terminar Mikasa subió a su habitación a darse un baño y estar lista para la salida que tienen con la castaña, al salir de la relájate ducha se encaminó hacia su armario. Escogió algo simple como: un pequeño vestido color rosa que, detallaba muy bien su cuerpo, sus converse blancos, y si hacía frío un, un pequeño suéter blanco.
Aliso su cabello y lo amarro con una liga, coloco un poco de brillo labial en sus labios. Tomo su cartera y salió, bajo la escaleras y llegó hasta donde Hanjí se encontraba, le sonrió.
—¡Bueno vámonos!—exclamo con una sonrisa.
Mikasa sonrió.
Solo esperaba salir viva de esto.
O tan siquiera, no perder la cordura.
🍒🍒🍒
La pequeña azabache miraba todo el lugar, había mucha ropa para chicas de su edad. No sabía cómo había terminada aquí, tampoco sabía porque estaban ahí. Si, Hanjí está completamente loca.
Suspiro con pesar y se dirigió a dónde se encontraba la castaña que estaba hablando animadamente con unos de los trabajadores del lugar, suspiro al llegar a su lado.
—¡Ohh Mikasa!—exclamo dándole un abrazo—Este chico nos ayudará a escoger ropa para ti.
Mikasa abrió sus ojos.
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¿Tu Me Amas? (Levi y Mikasa).
FanfictionTu vida puede cambiar en unos instantes, ese cambió puede hacer que tú forma de pensar cambié, que tus sueños cambien. Que toda tu vida cambien por completó, pero todo tiene un un porque y una causa. ¿dejarías que tu vida cambie, para cuidar y prot...