¿Tu Me Amas? (Levi y Mikasa).

Especial 🍒

Cómo todos sabemos, llega un punto en la adolescencia, y como explicarlos cuando ya las chicas cumple la mayoría de edad, dónde ya se encuentran entrando a la adolescencia, llega lo menos inesperado.

Si.

La amada, rreigla.

Para una madre, es común que a cierta edad su hija tenga este gran cambio hormonal. Pero como todos estamos consientes aquí, que claramente la pequeña Mikasa no cuenta con una madre que la apoye en esta situación. Y muy bien sabemos, que Levi Akerman no es el mejor en estás cosas de ser papá.

Mucho menos, ahora que sepa que a la pequeña le vino lo que tanto a odiado en su vida.

Claramente sabemos que no está listo,para está gran noticia.

La pequeña Mikasa salió del baño, con pequeñas lágrimas caendo por sus mejillas y suspirando a cada segundo, camino a paso lento hasta la sala de estar, dónde se encontraba el azabache bebiendo una taza de café. Suspiro antes de hablar.

—Levi—susurro su nombre.

—¿Si?—contesto con su voz seca. Pasaron algunos segundos y lo único que pudo apreciar sus oídos, fueron pequeños sollozos.

Sin esperar un segundo, se levantó y vio a la pequeña azabache sosteniendo sus piernas, y de sus hermosos ojos caían lágrimas sin parar. ¿Que había pasado?.

—¡¿Mikasa estás bien?!—pregunto, arrodillándose a la altura de ella.

—Levi—y sin previo aviso, se lanzo a sus brazos escondiendo su rostro en el cuello del mayor.

El mayor aún confundido, simplemente la abrazo acariciando su cabello. Pasaron segundos, y cuando la azabache ya había parado su llanto, tomo valor y le volvió a preguntar.

—¿Mikasa estás bien?—volvio a preguntar.

—Levi—suspiro antes de seguir—Creo que me vino Andrés.

—¿Eh?—pregunto confundido. ¿Quien diablos era Andrés?.

—¡Hay por dios Levi!—exclamo enojada—¡Me vino Andrés!—el azabache frunció el seño.

—¿Eh?.

Y esa fue la gota que derramó el vaso.

—¡Ahhhh!, ¡Que me vino mi Maldita rreigla!, ¡Ya no soy una niña Levi Akerman!—exclamo con enojo.

El azabache abrió sus ojos, mientras miraba con atención los intensos ojos de la pelinegra. Suspiro.

Sip.

Se había desmayado.

La pequeña azabache rodó los ojos, mientras tomaba un poco de dinero y salía de su hogar.

Le esperaba una larga noche.

Muy larga.

Holaaa espero les guste❤️❤️.

Quería preguntarles, ¿si desean una segunda temporada o no?.

Siempre leeré sus comentarios 😊😊

Adiós, hasta el próximo capítulo 😊