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Mikasa caminaba de un lado a otro en ese gran pasillo, sus nervios se encontraban a flor de piel, sus manos sudaban como locas. ¿La razón de sus nerviosismo? Bueno hoy eran las inscripciones para el gran festival de otoño, estaba nerviosa ya que hace dos semanas audiciono para entrar. Nunca antes había hecho esto, era algo nuevo para ella.

La puerta fue abierta y de esta salió la rubio, Mikasa se alarmó y se acercó a ella con una sonrisa.

—¿Que sucede, Annie?—pregunto impaciente.

—¡Entraste Mikasa!—exclamo con alegría—¡Participaras en el festival!.

—¡Ohh por dios entre!—grito. Tomo la hoja que la castaña le había entregado, sonrió al ver su nombre en ella—¡Levi estará muy orgulloso de mí!.

—Ehh Mikasa, últimamente piensas mucho en el_sonrio pícara. Mikasa bajo la mirada apenada.

—¡Claro que no!—sonrio nerviosa.

—Como tú digas—sonrio.

Ambas se dirigieron a su clase a seguir con sus estudios.

Las demás clases trascurrieron normal, al terminar Mikasa se dirigió hacia su casillero y de este saco su pequeña gabardina de color azul, la coloco en su cuerpo y acomodo su cabello. Camino hacia la salida y quedó parada al ver las gotas de lluvia caer sin ningún permiso. Suspiro.

Ya había pasado una hora y el azabache no llegaba, estaba comenzando a preocuparse, la lluvias ya había casado lo que agradecía infinitamente. Suspiro y comenzó a caminar, busco un taxi con la mirada y al observo que uno venía le hizo la parada, subió a el y le entrego la dirección a donde se dirigía.

Tardó veinte minutos en llegar a su vivienda, le pago al taxista y bajo, quedó parada al ver el auto del pelinegro y las luces encendidas. El no había llegado primero, desecho todos los malos pensamientos y se encaminó hacia la puerta de su casa, la abrió y entro. Desde donde estaba podía escuchar algunas risas, y estaba segura que no eran de la castaña, esa no era la risa de ella.

Sin hacer ruido se encaminó hacia el marco de la puerta, sus pupilas se dilataron al ver a una chica de cabellos color miel abrazando el cuerpo del azabache. Una pulsada en su corazón se hizo presente, así que por esa razón no había ido por ella. Bufo molesta.

—Ohh Mikasa, no te escuché entrar—levanto la mirada a escuchar la fría voz del azabache, sonrió de lado con disgusto—Te presento a Petra, mi nueva subordinada.

—¡Ohh tu eres Mikasa!—esa chica sonrió acercándose a ella—¡Levi siempre habla de ti en la comisaría!—ese comentario disgusto mucho a la azabache obligándola a chasquear su lengua—¡Esperó y seamos muy buenas amigas!.

—A mi también—contesto en tono seco—Ire a mi habitación.

—¿No te quedarás a comer?.

—No, muchas gracias.

Dicho eso salió de la cocina y se encaminó hacia las escaleras, las subió lo más rápido que pudo y entro a su habitación azotando la puerta tras de ella y recostandose en ella.

¿Porque le dolió tanto ver esa escena?, Algo dentro de ella se rompió al ver esa escena que para la vista de sus ojos, era desagradable. Pero sin embargo algo dentro de ella, sabe que el azabache no es de ella, el tiene derecho a tener novia, a casarse y cuando eso suceda el no podrá estar más con ella, cuando eso suceda ella ya no podrá estar más a su lado.

Levi no le pertenece.



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¿Tu Me Amas? (Levi y Mikasa). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora