LONELINESS; Draco Malfoy. ✓

007.

LA CAMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.

TEMED, ENEMIGOS DEL HEREDERO.

Eso era lo que estaba escrito en una de las paredes del recinto, pero lo que más llamó mi atención ha sido el hecho de que la Señora Norris, la gata de Filch, se encontraba colgada por la cola en una argolla de las que se usaban para sujetar antorchas.

—¡Temed, enemigos del heredero! ¡Los próximos serán ustedes sangre sucia!

Filch atraído por el grito que había hecho Malfoy se abría paso entre la multitud que se había creado en un momento y al ver a la señora Norris se echó hacia atrás, llevándose las manos a la cara de manera horrorizada.

Dumbledore había aparecido segundos después junto a otros profesores para así sacar a la señora Norris de la argolla y luego llevarse consigo a Harry, Ron y Hermione.

Los murmullos no se hicieron esperar en cuanto el director se ha ido junto a los tres alumnos de Gryffindor. Algunos comenzaron a especular acerca de aquellas palabras, mientras que otros se encontraban bastante asustados y más por el hecho de que Malfoy había comenzado a decir que los de sangre sucia, serían los primeros en desaparecer.

—¿Qué sucede, Weasley? —me preguntó el rubio. —¿Ya te has espantado?

—¿Por qué debería de estarlo?

—Estoy seguro que desaparecerás junto a los de sangre sucia.

—Ya deja de mencionar eso. —le dije, a lo cual él me ha mirado con una sonrisa arrogante. —Y quita esa estúpida sonrisa de tu rostro.

—¿Qué no te gusta?

—Es un asco.

He apartado mi mirada de la suya para así comenzar a dirigirme a mi habitación y poder descansar luego de todo un día de estudio.

✧✧✧

Harry, Ron y Hermione me han habían pedido ayuda para sacarle información a Draco sobre la cámara de los secretos porque ellos pensaban que aquel muchacho era el heredero de Slytherin.

Obviamente me había negado a ayudarlos, ya que, no quería lidiar con el Malfoy y además nosotros no nos llevábamos para nada bien por lo que no sería para nada de ayuda.

¿Qué acaso creían que él me contaría todo con tal solo preguntar?

Al tan solo pensar en Malfoy y yo hablando de manera calmada me daba un escalofrío.

—Sal de aquí, Weasley. —dijo Malfoy al momento en que ingresaba a la sala común junto a Crabbe y Goyle.

—La sala común es para todos los Slytherin. —dije sin moverme de mi lugar, haciendo que el muchacho bufara para ir a otra parte dejándome junto a sus amigos. —¿Qué me miran?

Crabbe y Goyle inmediatamente han dejado de mirarme, lo cual me ha parecido bastante extraño.

—Miren esto. —dijo Malfoy, quien regresaba con un trozo de periódico en sus manos y así entregárselo a sus compañeros, a los cuales he visto colocar unas expresiones de asombro e incluso algo asustadas. —¿No les parece divertido? Arthur Weasley tiene tanto cariño a los muggles que debería romper su varita mágica e irse con ellos.

—¿Qué estás diciendo de mi padre, Malfoy? —pregunté, mientras dejaba mi asiento para quitarle aquel periódico de las manos a Crabbe.

Al leer que mi padre había sido multado con cincuenta galones por embrujar un automóvil muggle me he quedado boquiabierta por un momento y por lo bajo he maldecido a Ron por meter en problemas a nuestro padre.

—Por su manera de comportarse, nadie diría que los Weasley son de sangre limpia. —dijo Malfoy, mi rostro comenzó a enrojecer de la ira al oírlo. —¿Qué te sucede, Comadreja? ¿Tienes algo que decirme?

—Eres un maldito hurón teñido. —escupí, haciendo que él frunciera el ceño para luego acorralarme contra una pared intentando intimidarme. —¿Te has molestado, Malfoy? ¿Acaso piensas acusarme con tu tonto padre?

—Retira tus palabras.

—Oblígame.

Malfoy había inesperadamente colocado sus manos en mi cuello haciéndome sorprender, ya que, nunca pensé que el muchacho reaccionaría de esa forma.

—¡Détente! —expresó Crabbe, haciendo que Malfoy me soltara y lo mirara confundido.

—¿Estás defendiendo a la sucia Weasley, Crabbe?

Crabbe se ha quedado mudo por un momento, pero inmediatamente a negado para luego mirar a Goyle; quien no dejaba de mirarme un tanto preocupado.

¿Pero qué sucedía con estos chicos?

He tocado mi cuello donde el calor de los dedos de las manos de Malfoy seguían intactas, haciéndome sentir un ligero escalofrío.

—A veces me gustaría saber quién es el heredero de Slytherin. —dijo Malfoy. —Así podría decirle que te hiciera desaparecer, Comadreja.

Crabbe en ese momento se había colocado de pie y por un momento he pensado que golpearía al Malfoy, pero simplemente ha comenzado a decir que necesitaba algo para su dolor de estómago por lo que comenzó a irse junto a Goyle.

Y mientras se iban he podido notar ligeramente que la cabellera de Crabbe se tornaba rojiza por lo que he comprendido lo que sucedía.

Harry y Ron se habían infiltrado en Slytherin para sacarle la información que yo me había negado a sacarle a Draco.

✧✧✧

Harry se encontraba mirando fijamente un cuaderno negro y al verlo he creído que se trataba del diario de la muchacha Evans, por lo que he ido rápidamente a quitárselo.

—¿Qué haces? —me preguntó, al momento en que intentaba quitarme de las manos aquel cuaderno. —Regrésamelo.

—¿Se lo has quitado a Snape? —pregunté, escondiendo el cuaderno en mi espalda para que así no lo tomara. —Responde, Harry.

—Claro que no. —dijo, bastante confundido. —Lo he encontrado en el baño de chicas del segundo piso.

—¿Baño de chicas? ¿Qué hacías en el baño de chicas, Potter?

Las mejillas se Harry han comenzado a enrojecer al percatarse de sus palabras.

—Te aseguro que no estaba haciendo nada malo.

—Como sea. ¿Por qué tienes el cuaderno de la chica Evans? —pregunté, y en eso Harry se ha quedado un tanto quiero por lo que he tomado el cuaderno para verlo, pero al ver que en la portada no salía el nombre Evans me he quedado confundida.

—¿Chica Evans? ¿Ese no es el apellido que tenía mi madre? —preguntó Harry. —¿De qué cuaderno me estás hablando?

—Eh. Eso no importa. —dije, extendiéndole el cuaderno. Aunque Harry no le prestó demasiada atención porque no ha dejado de mirarme de manera interrogante.

—¿Qué tenemos aquí? La Comadreja y el San Potter juntos. —dijo una voz, la cual he reconocido sin problemas. —¿Qué traes contigo?

—Regrésalo, Malfoy. —dije seriamente.

—¿Es tuyo? —preguntó con una sonrisa arrogante. —¿O será tuyo, Potter?

Malfoy iba a abrir aquel cuaderno, pero antes de que lo hiciera he visto como aquel cuaderno se le escapaba de las manos a Malfoy por el hechizo Expelliarmus que le había lanzado Harry.

—¡Harry! —oímos la voz de Percy. —No se puede hacer magia en los pasillos. ¡Tendré que informar de esto!

He podido ver que a Harry no le importaba demasiado las palabras de Percy, ya que, se encontraba mirando con una sonrisa a Malfoy por haberle ganado.

Malfoy miraba furioso a Potter, pero en tal solo segundos ha comenzado a irse, pero no sin antes darme un ligero golpe con su hombro.