051.

7.3K 658 49
                                    

He mirado el oscuro cielo, donde las estrellas todavía titilaban débilmente. Comencé a recordar el rostro de Draco sintiendo un fuerte dolor en mi pecho.

—¿Está todo bien?

—Sí. Todo está bien —dije mirando a Harry con una pequeña sonrisa—. No te preocupes.

Harry iba a mencionar al más, pero el repentino ruido de una puerta abriéndose llamó nuestra atención.

Bellatrix Lestrange cruzaba el jardín a grandes zancadas hacia nosotros, acompañada de Griphook y aunque sabía que en realidad era Hermione, no conseguí evitar sentir un inmenso odio hacia ella. Después de todo fue la mujer que me torturó en mi quinto año.

—¡Sabía a rayos! ¡Era peor que la infusión de gurdirraíz! Ron, ven aquí para que pueda arreglarte...

—Solo recuerda que no me gustan las barbas demasiado largas.

—¡Esto no es ningún concurso de belleza!

—¡No es por eso, es que se me enreda con todo! Lo que me gustó fue esa nariz que me pusiste la última vez, un poco más corta; a ver si te sale igual.

Hermione suspiró y se puso a trabajar, murmurando por lo bajo mientras transformaba varios aspectos del físico de Ron. Luego me ha mirado y me ha entregado una pequeña botella, la cual no tenía un buen aspecto.

—Esto será tan extraño —dije mirando el contenido de aquella botella. Me la llevé a la boca para así comenzar a beber su contenido y entonces, todo mi aspecto comenzó a cambiar radicalmente.

Hermione me pasó un espejo, donde pude ver que mi cabello rojizo había desaparecido y ahora tenía un cabello rubio bastante refinado. Mis ojos adaptaron un color grisáceo y las facciones de mi rostro eran varoniles.

En aquel espejo me estaba viendo con el aspecto de Draco Malfoy, mi novio.

—Si no supiera que eres tú —comenzó a hablar Ron—, te hubiera golpeado por cortejar a mi hermanita.

—No empieces, Ronnie —suspiré al momento en que miraba a Harry—. ¿Qué tal?

—Bueno... pienso exactamente lo de Ron —dijo y ante ello he vuelto a suspirar—. ¿Nos vamos ya?

He contemplado El Refugio, oscuro y silencioso bajo las estrellas, cada vez más débiles; luego eché a andar junto a los demás, al otro lado del muro que bordeaba el jardín, donde ya no actuaba el encantamiento Fidelio y donde podríamos desaparecernos.

Era momento de que comenzara a actuar como Draco Malfoy.

✧✧✧

Sentados en altos taburetes ante un largo mostrador, unos duendes atendían a los primeros clientes del día. Hermione, Ron y yo nos dirigimos hacia uno de ellos, muy anciano, que examinaba una gruesa moneda de oro con un monóculo.

—¡Señora Lestrange! ¡Joven Malfoy! —exclamó el duende sin disimular su asombro—. ¡Cielos! ¿En qué... en qué puedo ayudarles?

—Queremos entrar en mi cámara —respondió Hermione.

El anciano se inquietó un poco. He mirado a nuestro alrededor pudiendo notar que los otros duendes habían interrumpido su trabajo y nos miraban con extrañeza.

—¿Tiene usted... algún documento que acredite su identidad?

—¿Algún documento que...? ¡Pero si jamás me han pedido ninguno!

—¿Qué acaso no está viendo bien? —pregunté fingiendo la voz más grave que he podido—. No diga estupideces o no querrá sufrir las consecuencias, ¿verdad?

LONELINESS; Draco Malfoy. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora