058.

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El primer día de septiembre trajo una mañana tersa y dorada como una manzana. La gente que había en la estación lanzaba miradas de curiosidad a las lechuzas mientras nosotros zigzagueábamos hacia la barrera que separaba los andenes nueve y diez.

Atravesamos la barrera y aparecimos en el andén nueve y tres cuartos, desdibujado por el denso y blanco vapor que salía de la escarlata locomotora del expreso de Hogwarts.

—¿Dónde ha ido mi hermano? —preguntó Scorpius mirando en todas las direcciones en busca de su hermano mayor.

—Él está...

En ese momento un pequeño grupo de personas surgió entre la niebla, junto al último vagón. Draco, Scorpius y yo no logramos distinguir sus caras hasta que estuvimos a su lado.

—No quiero que te sientas presionado —oí mencionar a Ron—, pero si no te ponen en Gryffindor, te desheredo.

—¡Ron!

Lily y Hugo rieron, pero Albus y Rose se mostraron circunspectos.

—Nunca cambiarás, Ronnie —dije con un tono socarrón captando la atención de ambas familias—. Ha pasado un tiempo.

—Pero miren que ha traído el viento —dijo Ron, cruzándose de brazos—. Ya creía yo que mi hermana había sido secuestrada por un hurón...

Hermione le había dado un codazo a su esposo haciendo que este se quejara. Yo solté un suspiro al momento en que veía como el rostro de Draco comenzaba a tornarse de un color carmesí.

—¿Qué quiso decir con eso el tío Ron? —preguntó Scorpius curioso.

—Tu tío Ron solamente habla tonterías —dije acariciando suavemente su cabello rubio—. No le hagas caso a lo que dice.

—¿Dónde está Theodore? —preguntó Harry—. Creí que vendría con ustedes.

—Vino con nosotros, pero le hemos perdido el rastro cuando atravesamos la barrera.

—¡Ah! ¡Ahí viene Theo! —exclamó Lily, alejándose de Hugo y corriendo a los brazos de mi hijo mayor.

Theodore Malfoy, nuestro hijo mayor que se tenía las mismas facciones que su padre cuando este estaba en su juventud. Si no fuera por su cabello rojizo se diría que es una copia exacta de él.

—Hola —saludó con tranquilidad mientras sostenía fuertemente a Lily en sus brazos—. ¿Están listos para su primer día en Hogwarts?

—Yo también quiero ir a Hogwarts —reprochó Lily, cruzándose de brazos y realizando un puchero—. Ya quiero saber en qué casa quedaré...

—Yo sé que definitivamente quedaré en Slytherin —dijo Scorpius con orgullo, llamando así la atención de Albus.

—Si no quedas en Slytherin nuestro padre te desheredara.

La broma de Theo había causado que Scorpius mostrara una gran sorpresa e inquietud.

—Theodore Severus Malfoy. Te he dicho muchas veces que no molestes a tu hermano —dije con un tono hosco que causó que se tensara—. No le hagas caso a tu hermano, cariño.

—Ya es momento de que los niños suban al tren —dijo Harry y en eso su hijo Albus llegaba sin aliento hacia nosotros—. ¿Dónde estabas, Albus?

No le presté demasiada atención a lo que contaba Albus porque comencé a alejarme un poco para así despedirme de manera tranquila de mi hijo.

—Diviértete en Hogwarts —dije con una sonrisa—. Saluda a Zabini de mi parte y si te dice algo fuera de lugar dile que estaré esperando en la entrada.

—Sí.

—Has muchos amigos, Scorpius —le dijo Draco—, y...

Draco se acercó para susurrarle algo en el oído. Scorpius se sorprendió por un momento, pero no tardó en sonreír de manera orgullosa para luego despedirse de su hermano mayor.

Scorpius subió al tren y en eso algunos alumnos asomaban la cabeza por la ventanilla que tenían más cerca. Muchas caras, tanto en el tren como en el andén, se habían vuelto haca donde nos encontrábamos Harry y yo.

—¿Por qué nos mirando todos así? —preguntó Albus, y Rose junto a Scorpius estiraron el cuello para observar a los otros alumnos.

—No le des importancia —dijo Ron—. Es a mí a quien miran, porque soy muy famoso.

Albus, Rose, Hugo, Lily y Scorpius rieron. El tren se puso en marcha y yo caminé unos metros a su lado por el andén, contemplando el delgado rostro de mi hijo, encendido ya de emoción.

El último rastro de vapor se esfumó en el cielo otoñal cuando el tren tomó una curva. Draco se acercó junto a nuestro hijo mayor, el cual ya había dejado a Lily de regreso con sus padres.

—Él estará bien, madre —dijo Theo—. Así como yo lo estuve cuando estudiaba en Hogwarts.

—Sí. Él estará bien —dijo Draco, sosteniendo mi mano para así darme tranquilidad.

Habían pasado diecinueve años desde que derrotamos a Voldemort y desde que estuvimos viviendo en tranquilidad. Ya no había nada de que preocuparse.

↬ Fin.

✧ Muchísimas gracias por leer hasta aquí, agradezco por sus votos y comentarios que me hacían reír. <3

Esta ha sido una de mis primeras historias del mundo de Harry Potter por lo que he podido cometer uno que otro error, pero espero mejorarlos en mis próximas historias de este maravilloso mundo.

Espero nos leamos en otra de mis historias, desde ya, muchas gracias.

P.S: He comenzado a escribir otra historia de Draco, pueden encontrar el primer capítulo en mi perfil.

LONELINESS; Draco Malfoy. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora