Seria hermoso despertar con los cantos de los pájaros que posaban en tu ventana y cantaban una dulce melodía pero eso era solo una tontería de los cuentos de Disney. Eso no pasaba en la vida real, en nuestra vida, bueno en la mía yo despertaba con los bullicios de mi despertador o los horribles cantos de mi hermano. El y su empeño que despertar cantando era lo mejor para empezar un buen día cosa que era un completa mierda.
_ Cierra tu boca_ al parecer mi hermana coincida conmigo, me alegro por eso y gracias a ella logre pegar un ojo durante un segundo porque mi hermano entro echo un torbellino a mi cuarto y empezó a saltar en mi cama. Aveces dudaba que tenia veinte, pensaba que había un niño de diez años atrapado en su cuerpo. Me tape con todas las colchas pero eso no funciono ya que sentí todo su peso encima mio.
_ ¡Vete!_ dije toda enojada pero a mi querido hermano le importo un comino mis gritos. La paciencia solía durarme un buen tiempo pero ahora eso se esta yendo.
_ ¡Te mato!_ empece a amenazarlo con diferentes cosas pero no funcionaba._ Deja a tu hermana_ escuche la voz de mi padre dentro de mi habitación, al parecer el había escuchado mis gritos de auxilio.
_ ¡Estúpido!_ me senté en la cama con todos los pelos alborotados.
_ ¡Una bruja!_ mi hermano empezó a gritar mi padre decidió hacer lo mismo. Dos los gritaban en mi cuarto, uno que aparentaba tener 50 y el otro de 20, eran unos locos con toda la palabra._ ¡Si no bajan se quedan sin desayuno!_ pude ver como los rastros de los dos se desvanecían, al escuchar la palabra desayuno se enloquecían. Me tumbe de nuevo en mi cama pero solo duro unos segundos, ya que volví a escuchar los gritos de mi hermana.
¡Ash!
_ Tenemos el día atareado_ confeso mi hermana quien ya había acabado de desayunar. aveces me daba miedo que se atragante, ella literalmente se metía todo a la boca y masticaba lo mas rápido que podía. Algún día va a morir por meterse tanta comida en la boca. Yo por ejemplo me atragante con un maldito choclo, solo porque quería irme rápido al instituto.
_ ¡Betty vamos!_ no me había dado cuenta que mi papa, Polly y Charles ya se estaban alistando para salir y yo acá bebiendo mi café frió. Aveces me preocupo mucho por mi, siempre estoy en las nubes pensado cualquier cosa antes de prestarle atención a la realidad. Uno de estos días un auto me va atropellar por estar volando por las nubes como el niño del cuento.
Fue muy mala idea no traer el auto, al ver todas nuestras compras un dolor de espalda ya se asomaba en nuestros cuerpos. Seria un largo camino a casa y con bolsas pesadas. Gracias charles por no traer el auto.
_ No me mires así_ amenazo mi hermano. Tenia todo el derecho de dirigirle una mirada de odio y no solo de mi parte si no la de mi papa y la de mi hermana. E tenia la culpa por no traer el auto, ya que el señor quería "estirar las piernas".
Solo nos alejamos dos cuadras del enorme supermercado y mi padre ya estaba cansado. Era su edad, un pobre anciano de cincuenta años, dios no puede ser tan exagerado, no tiene ochenta pero el señor se cansaba rápido.
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The Night We Met
RandomNo quiero que te vayas. ¿Sujetaras mi mano?. Oh, ¿no te quedaras conmigo?. Porque eres todo lo que necesito (...). Pero, cariño, quédate conmigo(...). Stay with me...