Habia pasado una semana desde el accidente de Jughead. Las cosas seguían igual, nada había cambiado. Todo era jodidamente igual.
Era una completa mentira, toda su vida había tomado un rumbo diferente. Nuevos sentimientos que lo volvían loco, y lo peor es que no entendía porque sentía todas esas cosas. Pero tenia algo en claro y eso eran los sentimientos hacia Betty. Después de una extensa charla que mantuvo con Archie todo se había tornado claro. Gracias a su amigo supo que su corazón reclamaba a Betty.
Pero lo peor es que tuvo que aguantar las burlas de su amigo. El no podía hacer otra cosa que quedarse callado y escuchar a Archie. Después de todo el tenia razón. Estaba feliz, estuvo dos días enteros con una sonrisa en su rostro. No se la borro ni siquiera cuando Cheryl le pregunto si se había drogado. Tampoco cuando su padre lo regaño por estar distraído en una reunión importante. Dios, había pasado de todo en una sola semana y todo eso era la culpa de una pequeña de ojos verdes.
_ Se van a salir tus ojos_ comento Archie seguido de una carcajada.
Pero claro, su felicidad no duro como lo esperaba.
Tenia los puños apretados, quería golpear, quería llevar sus puños a ese rostro. ¡dios! quería y anhelaba tanto poder ir donde ese chico que se pasaba de listo con su ángel, quería golpearlo y gritarle que no tenia el derecho de acercarse a Betty.
Eso estaba muy mal, muy mal. El no tenia el derecho de hacer eso. Betty podía tener todos los amigos que quisiese. El estaba equivocado, no podía hacer nada, solo debía quedarse quieto en su lugar y ver como su ángel sonreía a ese chico.
_ Que tierno te vez cuando estas celoso_ Archie llevo unas papas a su boca.
_ Cierra tu boca si no quieres recibir unos cuantos golpes...y no estoy celoso _ dejo de torturase y alejo su vista de la mesa de Betty _ ¿Seguro? si no estas celoso entonces podrías ver como Mark besa a Betty_ Archie mantenía una sonrisa y se ensancho cuando vio con sus propio ojos como las mejillas del azulino se tornaban rojos.
_ ¡¿Que?!_ se levanto de golpe. Todos giraron su vista hacia el, pero poco le importo. Lo único que quería saber si lo que había dicho Archie era cierto. Se tranquilizo cuando los orbes verdes de Betty lo miraban atentamente. A sus espaldas su amigo se reía a carcajadas, era muy molesto. Se había enojado por nada y todo era culpa de un pelirrojo, ese que había cavado su propia tumba.
_ Oh querido Archie, no sabes en que te haz metido_ el pelirrojo dejo de reírse cuando vio la macabra sonrisa del azulino. Con toda la rapidez se paro y empezó a correr. No podía salvarse de eso, no después de haberlo echo pasar vergüenza.
_ ¡Sabes que no podrás huir de mi, Archie! _ corrió con toda la velocidad que sus piernas que otorgaban. Todos miraban espesantes ante la escena que daba el azulino.
Unos bellos ojos lo miraban con suma atención. Tenia una de las mejores sonrisas al saber que el azulino se encontraba feliz.
Quería ir y hablarle después de una semana de no hacerlo. Pero quería conservar un poco de su dignidad.
Las cosas ya no eran lo mismo, por lo menos no para ella. Sabia lo que le pasaba, sabia sobre sus sentimientos, pero tenia miedo a salir lastimada. No quería verse tan débil, no con el. No podía dejar que Jughead la lastime, no quería volver a sentir aquel miedo. Pero sus sentimientos ganaban, se sentía tan confundida. Su mente le decía que se aleje, que lo ignore por completo pero su corazón decía todo lo contrario. Pedia a gritos volver a estar con el azulino, su cuerpo pedía aquel contacto. Necesitaba estar a lado del pelinegro, necesitaba sentir su aroma y la calidez de su cuerpo.
¿Cuanto mas iba a durar? ¿podía negar todos esos sentimientos?.
¿Me gusta? claro.
Esas miradas no eran de amigos, su sonrisa cada vez que lo veía no era de amigos.
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The Night We Met
RandomNo quiero que te vayas. ¿Sujetaras mi mano?. Oh, ¿no te quedaras conmigo?. Porque eres todo lo que necesito (...). Pero, cariño, quédate conmigo(...). Stay with me...