Capítulo 23

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El miedo es una de las emociones mas peligrosas. Puede hacer que cometas el peor de los errores. La venganza es una de las mas grandes idioteces que puedes cometer, no siempre es bueno vengarte. 

Pero el miedo es otra cosa, ese sentimiento puede hacerte la persona mas sensible o puede llevarte a convertirte en otra persona, a sentir odio. 

Jughead en estos momentos sentía miedo, mucho miedo, pero también odio, el odio a su padre. El había sido el responsable de haberse separado de su pequeña. Nada de esto estaría pasando si el se hubiese quedado con ella. 

El vuelo a México era corto pero ahora parecía como una eternidad. Quería llegar lo mas rápido posible. Llamo a Sweet Pea, quien era el responsable de las guardias que cuidaba la casa Cooper. Estaba tranquilo cuando escucho desde su propia voz que nadie había entrado a la casa de su novia, tenia algo de paz. 

Llego a la noche.

Su padre intento comunicarse con el pero lo rechazaba, necesitaba tiempo para procesar toda la mierda que había cometido en tan solo horas. 

Aunque Sweet Pea le digiera que todo estaba tranquilo, sentía que había algo mal. Betty no contestaba sus llamadas, ya había perdido la cuenta de cuantas llamadas había realizado. ¿Y si algo malo le había pasado y nadie se entero? No tenia que perder las esperanzas, Betty seguro estaba durmiendo, si, era eso. 

Bajo del avión a corridas y se subió al auto que lo llevaba a la casa Cooper. No tomo mas de una hora cuando llego a la casa de su novia. Fangs lo esperaba en la puerta e hizo una reverencia cuando este cruzo por la puerta, nadie estaba en la casa. Subió las escaleras y entro al cuarto de Betty. 

El miedo que tenia hace un momento solo desapareció. Intento acercarse pero su pequeña se lo negó, había algo mal. Lo noto cuando sus ojos azules cruzaron con lo sorbes verdes de Betty, aquellos que se encontraban rojos.

Algo andaba mal. 

(...)

¿Qué podía hacer?

Ella sabia que alguien ya ocupaba su corazón, su presencia solo servía para completar aquel vacío que Jughead tenia. No podía hacer nada, no había con quien competir. 

No obligaría a Jughead olvidarla, el primer amor no se olvida. 

Durante un mes pensó que Jughead la amaba de la misma forma que ella lo hacia, pero se equivoco. Jughead no la amaba, no con la misma intensidad. El amaba a Sofia, siempre va hacer así. Nunca va a poder remplazar aquel amor. 

Fue tan ingenua al pensar que ella podía llegar hacer la primera, pero ese puesto ya lo había ocupado otra persona. 

Solo basto unas fotos para darse cuenta, unas fotos y varios mensajes. Su celular estaba repleto de fotos de Jughead y Sofia, unas lagrimas silenciosas cayeron por su rostro al ver a su novio sonriendo como nunca con esa chica que se había llevado todo su corazón. 

¿Por qué lloraba? Jughead era feliz con ella, tendría que ser feliz porque su Juggy en esos momentos era el hombre mas contento.  Pero le dolía no ser esa persona, le dolía demasiado no ser la que le saca una sonrisa o la persona que esta impregnada en su cabeza. 

¿Todo lo que Jughead le dijo era cierto? ¿de verdad la amaba o solo era alguien que le calentaba la cama?.

Levanto su vista cuando vio la puerta del cuarto abrirse. Sus orbes verdes se cruzaron con los azules del pelinegro. Una maravillosa mezcla, en un mal momento. 

¿El la amaba? ¿Hacia su corazón latir cada vez que el la miraba? ¿había amor o solo...vació?

__ Betty __ quería decirle que se vaya, quería gritarle y ¿no? no quería eso, quería correr a sus brazos y pedirle que mienta. Quería escuchar desde su propia boca que solo ella y nadie mas que ella correspondía a su corazón. 

The Night We MetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora