No quiero que te vayas. ¿Sujetaras mi mano?. Oh, ¿no te quedaras conmigo?. Porque eres todo lo que necesito (...). Pero, cariño, quédate conmigo(...).
Stay with me...
En esta casa de corazones rotos, hicimos nuestro amor con pilas de cartas. Y si, intentamos sujetarnos fuerte porque sabíamos que nuestro amor era difícil de encontrar. Y nuestras casas de papel alcanzan las estrellas hasta que rompamos y dispersamos mundos. Si, pague el precio y soy dueño de las cicatrices. ¿Por que subimos y caemos tan lejos?. Sostenemos nuestras cartas, las construimos alto. Pero demasiado cerca de la luz. Así que gira y déjanos ir. Aprenderé a respirar por mi cuenta.
Paper House, Niall Horan
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Los días pasaban. Cada uno era un reto para el hogar que empezaba a reconstruirse de nuevo, cada minuto crecía pero también caía en picada. Llegaba a la luz pero esa luz era muy dañina. Los dos corazones sobrevivían a cada oleada de problemas, no se rendian. No era momento de bajar la guardia, no cuando quedaban pocos días.
El estado de la ojiverde lo confirmaba. Las noches de insomnio lo decia todo, las mañanas que arrancaba sentada en el piso sacando todo lo que su cuerpo no tenia, lo decia todo. El momento llegaba y no sabia si lo quería. Antes se mostraba fuerte porque sabia que no podía hacer nada, pero ahora que ese momento llegaba tenia miedo. Por primera vez después de mucho tenia miedo de morir.
No quería que Jughead se enterara, no quería preocuparlo mas de lo que estaba.
Jughead, el era el mejor esposo. Hace unas semanas se instalo un pequeño escritorio en la habitación de los dos. Al principio se reusó porque no quería perder todo el espacio de su habitación pero Jughead puso esos ojitos y no pudo resistirse, no podía decirle que no. Así que en menos de una hora Archie traía el escritorio que Jughead iba a empezar a utilizar. El decia que no quería perder el tiempo, que necesitaba estar las 24 horas a su lado.
Ese pequeño puchero que tenia solo se convirtió en una sonrisa.
Desde ese día Betty despertaba con los ruidos de los teclados de la computadora y tenia la hermosa vista del azulino.
Era perfecto, todo lo era. Había días en el que solo se la pasaban en la cama contando historias o solo escuchando canciones, o en un completo silencio. Otros días salían, eran pocas porque Betty no podía estar tanto tiempo de pie. Iban al rio llevando comida y a veces nadaban. Otras veces Jughead tomaba la motocicleta e iban con el a Greendale y se quedaba en el pueblo unos días.
Hoy era uno de esos días en el que no salían. Acompañado de una pequeña pelea de esposos.
__ Podemos comprar una casa en Inglaterra, sabes que no tengo problema con eso __ Dice sonriendo. __ Ahora me estas restregando tu dinero, dios, no te veía de esa forma, amor __ Jughead suelta una carcajada, Betty se mordía el labio inferior, amaba ese sonido que provocaba la garganta del azulino.
__ Es nuestro dinero amor, en plural.
Una casa en Inglaterra, no sonaba nada mal. Pero no quería que Jughead sufriera. Si compraban esa casa significa que Betty iba a poner sus cosas, iba a estar presente en todo, ella no quería eso. No quería que cuando Jughead volviera del trabajo se volviera loco al no tener su presencia. No quería eso.
