Capítulo 17

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Llegué a Los Ángeles, eran las once de la mañana y estaba esperando que llegara el taxi para dirigirme a la casa de Brianna, junto a Ryan y Mitzy que quisieron venir.

Una parte de mi se sentía fatal, con mucha culpa y tristeza, y por otro lado estaba furioso, muy malhumorado y decepcionado.

La tristeza me invadió.

Cuándo el taxi se detuvo frente a la casa de Brianna, la primer persona que miré a su lado fue a Rauw, estaba abrazándola y ella recargada en el cajón donde estaba su mamá.

—Debemos bajar Bryan, anda —Mitzy me sacó de mis pensamientos absurdos.

Bajamos con cautela, con maletas en mano y de lo más discretos atravesamos el patio hasta llegar al pórtico. Todos vestidos de negro y en completo silencio. Dejé las maletas al lado de la puerta, me paré detrás de Brianna y coloqué mi mano sobre su espalda baja.

Inmediatamente giró para ver de quien se trataba, sus ojos brillaron al verme y su semblante triste desapareció por unos segundos.

—Brianna, yo... Lo siento mucho —al decirle eso.

Se abalanzó sobre mí, sollozó fuerte para después romper en llanto. Yo la abracé con todas mis fuerzas y la pegaba a mí.

—¡Mi mamá, Bryan! ¡Se fue! ¡Me dejó sola! —gritaba desconsolada, con fuerza.

—Yo estaré contigo mi amor, no te voy a dejar —respondí con un doloroso nudo en la garganta.

—¡Mami! ¡¿Por qué tú?! ¡Yo no quería que te fueras!

Se abrazaba al cajón, miraba a su mamá a través del vidrio y rompía en llanto cada vez más fuerte.

—Brytiago, soy Bethany —una chica de piel clara y cabello negro me saludó con una sonrisa triste.

—¿Ah tú eres su amiga?

Asintió—. Llévala para adentro, se a pasado toda la noche en vela, no a dormido nada ni siquiera a probado bocado desde... Bueno, desde lo que pasó.

—Claro, lo haré.

Me acerqué a Brianna quien seguía recargada al cajón, sollozaba mientras acariciaba el vidrio donde solo dejaba ver la cara de su mamá.
La abracé por los hombros y me miró.

—Vamos pa’ adentro —señalé la puerta con un movimiento de cabeza.

—No, yo quiero estar con mi mami. Yo me quiero quedar aquí con ella —decía histérica limpiando las lágrimas que corrían por sus mejillas con rapidez.

—Solo acompañame un rato, vamos, ¿sí?

Dió un paso atrás y se soltó de mi agarre, me tomó del brazo y me guió hasta adentro, estábamos en una habitación de color blanco con detalles en rosa.

—¿Aquí duermes tú?

—Sí, ¿cómo te enteraste?

—Rauw le dijo a Noriel, y él me avisó. En cuanto supe yo... Me sentí tan mal, peleamos ese día y que te sucediera algo tan fuerte...

—¿Viniste porque te sentías culpable?

—No bebé, claro que no —la tomé por los hombros—. Vine porque quiero estar a tu lado, quiero cuidarte y protegerte, vine porque te quiero, Brianna.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, la abracé de nuevo y nos acercamos a la cama. Se sentó sobre mi pierna mientras escondía su cara entre mi cuello.

—Ya te extrañaba, extrañaba tu olor y tu voz.

Recuerdos Adictivos | Brytiago.© [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora