Capítulo 30

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Bryan corrió al baño que estaba al fondo del pasillo y vomitó todo lo que habíamos comido hace rato en Mc Donald's.

—Bebé, ¿estás bien? —me acerqué a él y acaricié su espalda.

—Agh. Que puta mierda, que asco —decía molesto.

—Toma, enjuágate la boca.

Le di un vaso con agua, presionó el botón y bajó la tapa del baño para sentarse sobre ella.

—Siento el sabor de la kétchup en la garganta —su cara me decía directamente que el sabor era malísimo.

—¿Qué fue lo que pasó? Si a ti te gustan mucho los nachos.

—No sé, cuando el olor me pegó en las narices se me revolvió el estómago.

—¿Te habrá caído mal la hamburguesa? Eso fue lo que vomitaste.

—No sé baby, no sé —fuimos a nuestra habitación y se lavó los dientes.

—¿Quieres que nos quedemos aquí acostaditos en la cama?

—Eso me hace falta ahora mismo, ya se me quitaron las ganas de todo.

Asentí y fui a quitarme los tenis para meterme a bañar.

Se acostó en la cama con las prendas puestas.

—Voy a bañarme, ¿quieres venir? —le dije al oído.

—Me siento mal baby, tú ve, ¿si?

—¿Quieres tomar algo para que mejores?

Negó y cerró los ojos.

Le di un beso en la mejilla y sonrió.

—Te amo —dijo entre ronroneos.

—También te amo bebé, descansa.

Minutos después de bañarme y arreglarme para dormir, salí y Bryan estaba desnudo, toda la ropa regada por el suelo y él recostado sobre la cama boca arriba.

—¿Y eso, Bryan? —le pregunté sorprendida.

—Me dio calor y estaba sudando, por eso me quité la ropa —su pecho se inflaba mucho.

—Métete a la tina —le ordené.

—No, me quiero dormir ya.

—Bryan por favor, tienes fiebre, métete en la tina —tocaba su frente y su pecho.

—Brianna —gruñó molesto, quejándose y fue al baño.

Puse a llenar la tina mientras lo ayudaba a meterse en ella. Esto le ayudaría a bajarle esa fiebre tan alta que tenía.



Dos semanas después, Bryan seguía con lo mismo. Se la pasaba vomitando y con muchas náuseas y mareos, se repetía diariamente durante las primeras horas del día, después de las doce continuaba normal y comía mucho.

Aunque se veía más ojeroso y delgado. Por eso decidimos ir al médico para que lo checara.

—En efecto Bryan, estás muy por debajo de tu peso ideal, debes mantenerte bien hidratado y comer más saludable —le decía el doctor mientras anotaba en unas hojas.

—¿Sólo es desnutrición y cansancio?

—Si, no debes saltarte ni una hora de comida, en especial el desayuno que es el más importante —le entregó una receta—. Son vitaminas, y otras para la migraña que tienes, tómate una cada día en distintas horas, y nada de alcohol.

Recuerdos Adictivos | Brytiago.© [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora