Espías En París Borrador [Lordbug Y Ladynoir]

CAPÍTULO 4

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1975

La nieve caía y cubría todo de un manto blanco y sepulcral. El estar en EEUU podría responder a esa pregunta: ¿Por que tanta nieve en invierno?

Básicamente al joven al que le caía y no estaba librado de parecer un muñeco de nieve andante, no le importó cuan cerca estuviera su país del polo norte.

Desde hace años, meticuloso como siempre lo fue, investigó al respecto. Lo que tenia que ver, por supuesto, con su misión. No con el clima.
El deseo de crear una maquina del tiempo para ayudar a vencer en la segunda guerra mundial, no servía para hallar la paz tan deseada por parte de los americanos de la FBI.

Al menos, eso querían mostrar frente al mundo. Lo que ocurriera dentro, les importaba un bledo. Solo era por reputación.

Teniendo 25 años, se consideraba aún un Jovenvito con una larga lista de virtudes. Si. Era soberbio hasta el tope.

Sumido en esos pensamientos, tarda en darse cuenta de que una jovencita rubia con esmeraldas por ojos estaba caminando en su misma dirección. Solo que ella tenía una montaña de bolsas, sostenidas por unas, al parecer, frágiles manos. El ser repartidora de una tienda de diseños es agotador.

Las cosas salen volando. La rubia maldice, masculla y mucho más. Levantándose, se proponía mandar al diablo al torpe que no se dio cuenta y no previnió este desastre, cuando una mano se extendió para ayudar.

Rechazó al bienhechor. Se sacude la cantidad de cristales de hielo ( nieve para los que no entienden) y se arregla la boina color vino que tenia como sombrero.

Al levantar la vista, ambos quedan anodados. Si tuviéramos que hablar de amor a primera vista, pondría a esto como un ejemplo.

/Ese chico era yo, Gabriel Agreste de Vanily y ella era Emilie Dupain Cheng/

/Esa chica era yo, Emilie Dupain Cheng y el era Gabriel Agreste/

Cada diario tiene un recuerdo, un aroma, un amor. A través de los años, en contra de los que dicen todos, la gente no olvida. Si lo hacen es seguramente por una razón específica.

Una razón que no se atreven a pronunciar.------G.A

La chica sonrió de manera tímida y se apartó un mechón fuera de lugar en su rostro; consiguiendo una risita del chico.

Era muy tierna...

--- Me llamo Gabriel, ¿y tu?