CAPÍTULO 14

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[...]


El pobre hombre, el señor Alva, pensó que la dignidad humana estaba desapareciendo.

  --- Yo....yo me tengo que ir. Con permiso.

A trompicones, el rubio se marchó de aquel....lugar. Estaba confundido, abrumado. Exhausto por alguna razón....

Lo pensó y se sonrojó. Y más todavía cuando recordó que jamás había tocado a una mujer. Era virgen en cuerpo y mente. Ahora, una gatita azabache le había quitado eso....
Y más.

Tomó el metro. Como el transporte iba cargado de pasajeros, tuvo que ir todo el viaje a pie. Para distraerse, revisó su celular. Al buscar la ventana para escuchar música, notó que la galería estaba abierta. Y la cámara también.

Entró. Las imágenes casi le provocan un paro cardíaco.

Era Ladynoir.

En una estaba con su corbata como corona, mientras mostraba una sonrisa radiante. Otra, estaban los dos. Ella le daba un beso en la comisura de sus labios y a él....¿le brillaban los ojos? .

En la última, se apreciaba a la chica dormir. La sábana blanca cubría casi todo su cuerpo. No pudo evitar sonreír. Se veía....tierna. Guardó esa foto, mientras leves rubores cubrían sus mejillas. El antifaz, por suerte, cubría bien su rostro.

[...]


  --- Ey, Adrien. --- reconoció la voz y rodó los ojos. Era el inglés. --- Marinette nos invitó a pasar por su trabajo. Un té y unos pastelillos. ¿Qué tal?

Desvió la mirada. No estaba del todo seguro. ¿Cómo podría verla a la cara y no recordar (por culpa del cabello azabache de la muchacha) su noche con la francesa?

Pero....seria descortés no aceptar. Después de todo, si Ladynoir era la elegida, debía olvidarse de Marinette; quien, por lo visto, parecía estar fuera de su alcance. Ladynoir siempre estuvo a lado de él. En la misión y en todo.

No era porque "me quedo con las sobras", no. Estaba seguro. La relación con la chica gato era mas propensa a ser duradera. Eso, si los altos mandos no se daban cuenta.

Ademas....con ella había estado....

Bueno, se entiende el contexto.

  --- Acepto. ¿A qué hora?

  --- En diez minutos. Voy a cambiarme.

  --- Te espero.....Aquí --- tenía que hacer un esfuerzo. Aún no le caía bien.

[...]


Ambos jóvenes mantenían la cabeza gacha. Estaban sonrojados. Los rasgos de uno, le hacía recordar al otro la noche anterior.

(Eso que no sabían quien era quien)

  --- Y....¿qué pasa?....Parecieran incómodos. --- preguntó curioso el peliazul.

  --- Este....¿como van las sesiones de fotos? --- balbuseó, para su sorpresa, la chica.

No había notado que ella también estaba en ese estado.
C

omo si fuera provocado, la imagen de una chica azabache encima suyo apareció en su mente. Inhaló de modo violento.

Espías En París   Borrador  [Lordbug Y Ladynoir] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora