▪CAPÍTULO 20

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Marinette

Contuvo un gemido de dolor. No deseaba que Ladynoir hiciera algo que la pondría en peligro.

— Vamos, Lady. ¿No querrás que deje a tu amigo peor que coladora, cierto?

— Y-yo...

Él negó. El liquido rojo brotaba más, ante el menor  movimiento. Sus labios estaban resecos.

— ¡Ladynoir! —escuchó otra voz. Más suave que la suya. Era Lordbug. Éste parecía necesitarla.

Vió como la chica lo observaba y asintió a la japonesa. Ryuko lo soltó y él cayó abruptamente al suelo. Gruñó por el dolor. Todo le daba vueltas.

Ladynoir trató de verlo pero, la fuerte mano de la de ojos marrones la detuvo. Le susurró algo en su oído y ella se dejó llevar.

No.

No lo permitiría. Su amada y el Miraculous principal —por lo tanto, el mundo entero— estaban en peligro. Se arrastró como pudo y tomó su arco y una flecha. La lanzó y cayó desmayado.

— Un trato es un trato hermosa. Si intentas escapar o ayudarlo, me veré obligada a quitarle la vida a tu amigo... o lo que sea que representa para ti —le susurró en su oído, de un modo grotesco.

¿Qué era Luka para ella?

Pues, un hermano. El único que no la insultó, trató mal o la molestó durante su estadía en aquel lugar donde se conocieron y pasaron su infancia juntos. En el orfanato.
Claro que era especial y valioso para ella. Es la familia, junto a la General Dupain, que jamás tuvo.

Un hermano.

El grito de auxilio que hizo Lordbug la llenó de pavor. ¿Qué le sucede a su novio... o... bueno, lo que sea que son?

Una flecha, con la fuerza del viento, quiso atravesar a aquella azabache asiática. Pero, de pronto, Ryuko se convirtió en agua y lo esquivó. La cosa era de Viperion, quien estaba desmayado.

No iba a desperdiciar esa oportunidad.

Cuando la mujer se volvía a regenerar, usó su poder para destruir su Miraculous. Eso hizo que ella gritara de dolor y cayera, inerte al suelo. No sabia si la había matado; pero, no se arrepentía. Se metió con uno de los suyos. Y eso no se lo iba a permitir.

Cargó como pudo al chico peliazul y lo acomodó en un lugar oscuro. Para que no lo vean. Le dió un beso en la frente y salió a ayudar a Su Lord.






— ¡Quítate de su encima!

Le dió un golpe en el estómago a la rubia, logrando separarlos. Lordbug le agradeció con un giño. Haciendo que ella se sonroje.

— Esa loca encima mio no huele como tú. Sinceramente, estaba a punto de vomitar.

— ¡Ca-cállate! —le lanzó la red. Él lo recibió y empezó a mirar todo alrededor—. Logra decifrar la solución rápido. Viperion esta herido. Temo por su vida.

— ¿Quien...?

— Larga historia —lo interrumpió. Preparó su bastón e hizo unos giros con el. El dolor producto de su herida aún estaba ahí—. Prepárate. Ahí viene.

El rubio no dijo más. Ambos visualizaron como la portadora abeja se levantaba y agarraba la cuerda de su trompo. Escupió.

Espías En París   Borrador  [Lordbug Y Ladynoir] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora