Espías En París Borrador [Lordbug Y Ladynoir]

▪CAPÍTULO 3

                               

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Capítulo 3

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Adrien Agreste Smith

Abrió su laptop acariciando su cuello. La mejor forma de despistar a alguien era consiguiendo, ¿Una nueva "vida"? Deslizó el mouse hacia abajo. Había para ser mecánico, albañil, incluso trabajar en un circo. La kwuami roja se moría de la risa.Pero, por arte de magia, halló uno muy alucinante. El ser modelo.

— ¿Piensas ser modelo? —cuestionó Tikki con una ceja levantada. No iba a negar que era muy guapo pero... ¿No era muy arriesgado? Podría tener enemigos como cualquier otra persona pública que podrían perjudicar su misión.

— Podría ser; no estoy seguro. Aunque el mundo del espectáculo puede brindar muchos datos sin pensarlo. Un modelo "comun", no sería vigilado. Ni mucho menos asociado con un espía. ¿Qué espía se coloca en una posición tan delicada como ser persona vista por todos? —sonrió. Tikki también lo hizo, pero para despistarlo. No estaba segura—. Nada.

— Bueno... si lo dices así no puedo refutarlo. Buena suerte Adrien —Tenía que acatar sus órdenes. Después de todo, solo era una fuente de poder. Así la veían los Aliados.

El rubio cerró el dispositivo contento. No le agradaban las cámaras —no tenía fotos de a partir de los 10 años. Las que si había fueron tomadas por su tío— pero, era muy buena fuente. Una muy buena. Eso esperaba.

                           
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Al día siguiente, el de mirada verdosa caminó desde su nuevo departamento hasta la agencia más cercana que halló halló en la red. Aseguraban unas fotos de buena calidad y la carrera de los modelos eran increíbles. Eso que la agencia solo tenía 5 años de edad.

— Aquí estamos. Ahora es momento de la verdad... —se arregló el cabello—. Espero

— Deseo que seas el mejor... y a la vez el menos notado. Ay. Estoy en un lío con mi conciencia. La misión y la gloria provienen del espionaje perfecto, pero también de la búsqueda de información exclusiva y contundente.

Adrien movió la cabeza, sonriente, al ver el debate interno que sostenía su pequeña kwuami. Era razonable; es más, él también tenía dudas acerca de entrar o no hacerlo. El modelaje puede ser un camino de cristales rotos y de espejismos. Por suerte, solo sería por unos breves meses.

— Calma Tikki. En necesario más cordura. Sabes que debo tomar el riesgo. Además: me agrada el que me admiren. Me causa... éxtasis.

— Ja, ja. Muy bromista —Tikki rodó los ojos, para luego senatarse en el hombro de su portador—. Te pareces mucho a Plagga. Igual de bromista, comedia negra claro.

 — ¿El kwuami de Ladynoir? ¿ese gatito del que habló mi tío?

— Exactamente.

Se encojio de hombros. Debe ser un kwuami irritante. Pobre chica. Aunque, ¡se merece todo eso! Si. Ladynoir trató de humillarlo y él no iba a hacer nada como venganza. Pero... eso no le quitaba el derecho de desearle el mal. Sonrió malicioso. El aura perturbó a la catarina.