▪CAPÍTULO 24

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Capítulo 24

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Felix Adrien Agreste Smith


Todas las pistas apuntaban a esa posibilidad. Un infiltrado del Eje moderno podría ser la respuesta a tantas cosas que recientemente pasaron. El atentado, el que sepan sus movimientos, el conocer —quizás— sus identidades reales...


— Tiene sentido —meditó su novia.

Admiró aquel vendaje algo mostaza (hoy debían cambiarle las vendas) de Marinette. Ella es una de las pocas personas que causan ese fanatismo suyo por saber cada uno de sus actos o palabras. El primero fué el General.

— Eso sería desastroso para la misión. Al tener en su mano nuestros datos y planes, bien podrían atacar nuestros puntos débiles y eliminarnos del mapa —dijo serio. Su actitud al ser Lordbug regresó por unos instantes.

Instantes que se acabaron al ver el rostro perturbado de la chica. Sonrió de lado.

— Eliminarnos del mapa....

— No te desesperes por eso —entrelazaron sus manos, sin dejar de mirar al horizonte—. Debes recuperarte. Mientras tanto, tendré que planear algo con tu agencia. Y comunicarme con la mía —se mordió el labio—; quiero hablar con mi tío.

— Ay.... —Marinette soltó un suspiro, logrando que él se preguntara el porqué —. Tengo que ver a Luka. Ver si está bien.

— No sé si es buena idea. Al haber sido rechazado....

— No te vuelvas paranoico, Mi Lord —comentó despreocupada. Aunque no le engañaba. También estaba nerviosa—. Luka es mi amigo ante todo. Me preocupa su bienestar. Siempre será así.

— ¿Cómo buenos hermanos?.

— Exacto.

Luka Cuffaine


Al ver a la feliz pareja, caminar lentamente, frente a sus ojos; se sintió cansado. Y no porque debió quedarse en cama, reposando. Era ese típico cansancio de haber desperdiciado casi toda tu juventud en una persona.

Y, al final, salía con otro.

— Aquí está, joven Cuffaine —volteó al escuchar esa voz. Con ayuda de sus brazos, encaró a la fémina.

La enfermera Calixta era la persona encargada de ver sus avances con su recuperación. A pesar de tener un Miraculous como protección, la herida producto de la espada nipona, le había dejado en un estado —no tan delicado como los civiles comunes que reciben alguna vez eso— algo agudo.

— Debe reposar. ¿Cómo podrá volver a caminar normal si sigue cometiendo negligencias? —advirtió ella.

— Me siento aburrido allí dentro. Solo quería respirar aire fresco —mintió. Cali, como la llamaba, desvió su vista hacia la pareja que él estaba mirando. Ambos bufaron —. Volveré ahora mismo.

Espías En París   Borrador  [Lordbug Y Ladynoir] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora