Capítulo 28

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Las imágenes resultaron más sobrecogedoras que lo que imaginaban. Adrien estaba más mal herido que la última vez que lo vieron y Ladynoir se hallaba luchando con Mayura, como se autoproclamaba la rusa. Emilie se mordía las uñas angustiada. Al notar que volvía con ese mal hábito, renegó y agitó sus manos. Agarró una menta y masticando, volvió a la pantalla.

Gabriel sintió un breve mareo. Agarró como pudo una baranda y en silencio, negó a que lo ayudara un soldado que vió su caída. Le hizo una seña de cierre de una casaca para hacer que se calle lo que presenció. No quería aumentar la preocupación de su linda ex novia. Y único amor.


—Mira, Gabriel. Los tiene y... y los puede lastimar —Su comentario agregó una nueva estocada en el débil corazón del mayor. Asintió resoplando. Más agentes trataron de auxiliarlo, pero, una mirada fulminante de parte del General Americano los espantó enseguida.

—Veo... veo...

La General Dupain sintió como si una pequeña aguja atravesaba su hígado. Era una advertencia de que algo malo iba a ocurrir. Pero lo asoció con su hija. Ella era lo más importante; y la presencia del mayor Agreste no cambiaría eso...

—Gabriel, creo que debemos... ¡Ah!

Volteó y se encontró con un grupo de hombres cargando con dificultad al hombre que más había amado en su vida. Sus ojos azules se hallaban cerrados. Y su respiración entrecortada. Allí temió por su vida.

***


—Segunda oportunidad —murmuró lleno de deseos de saltar a la acción. Lanzó una flecha en dirección hacia Ryuko, pero falló y le cayó a Rodwel. Quien cayó al suelo, desmayada.

Mayura notó eso y lo miró fijamente. Luego visualizó a su sentimonstruo. Evitó un golpe de parte de Ladynoir, saltando y dando un giro de barril.

—Ya no te necesito —dijo, chasqueando los dedos. Al instante, la figura de Rodwel desapareció de la faz de la tierra. Todos se estremecieron.

Los sentimonstruos eran seres inventados por el portador del Pavo Real para poder hacer una actividad en cuestión. Allegados a un sentimiento intenso y sin control, Natalie usó su odio para crear una mujer sentimonstruo calculadora y callada. Ideal para ser tomada como asistente de Emilie durante años. Gracias a eso, obtuvo mucha información de los planes secretos de los Aliados.

Y de la ubicación de la "bomba mágica". Estaba en Francia.

Asaltó el lugar y con akumatizados de Lila, robó aquella pesada artillería. Con el 60% de la energía de los kwuamis, la activó. Pero, para hacer que pudiera explotar, necesitaba tres joyas más. Los que tenían los Aliados.

En cuestión, resultó ser perfecto el hecho de que los portadores sean allegados de su mayores enemigos. Y podría usarlos para dañarlos. Rusia estuvo de acuerdo con robar la bomba, pero nunca supo de la venganza que planeaba su representante. Fueron engañados, al igual que todos los visionarios que ayudaron a aquella mujer llena de rencor y recentimiento.

Él salió deprisa, para colaborar con la derrota de El Jefe; siendo interrumpido por el Presidente de Italia. Este lo observaba serio y sin mueca alguna. Parecía ido.


Lo calificó con una akumatizado.

—Presidente, no deseo pelear con usted...

—Dejemos las formalidades y peleemos —anunció quitándose el corbatín con el que siempre andaba, en especial en los discursos; ante la mirada atónica de Viperion, que no reconoció aquella voz.

Espías En París   Borrador  [Lordbug Y Ladynoir] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora