Capítulo 5

8K 639 109
                                    

Un repugnante sonido de algo golpeando a otra cosa resonó en todo el templo. Con ello, la cabeza del Shinobi había desaparecido.

Habiendo perdido su cabeza, su cuerpo naturalmente cayó de espaldas al suelo. Los amigos del Shinobi caído empezaron a gritar.

Habiendo destrozado la cabeza del ninja con su mazo, la estatua regreso y asumió su posición junto a la puerta como si nada hubiera pasado.

—¿Qué? ¿Eso significa que todas las estatuas aquí pueden moverse? — cuestiona alterado un ninja.

—¡Ni siquiera lo vi oscilar esa maza! — gritó el líder.

Fue en ese punto que Naruto repitió las palabras de la sanadora en su mente.

—Si eso es cierto...— murmura con miedo.

Se estremeció. Realizando un esfuerzo por mover su cuerpo aterrorizado, se volvió y miró a la Estatua de Dios, y se encontró con esta misma mirando directamente a él.

—Ah— jadea Naruto aterrado.

Esto solo estaba empezando, los ojos de la gran estatua estaban iluminados y con una luz carmesí. ¿Fue su instinto de Shinobi?

No, eran los instintos de supervivencia de un ser vivo.

—Algo viene— susurra.

Algo que no podía ser detenido por nadie en esta habitación. Naruto se volvió y grito con todo el aire de sus pulmones.

—¡Al suelo!

Justo cuando abrió la boca el rubio, un rayo de luz carmesí salió disparado de los ojos de la estatua. Naruto se arrojó hacia la sanadora y la tiro al suelo.

El rayo de luz pasó a través de donde Naruto estaba parado unos momentos antes 1 décima de segundo. No, 1 centésima de segundo, si el tiempo de sus acciones hubiesen sido solo una infinitésima más lenta. Desafortunadamente un Shinobi fue lento y fue borrado sin dejar un rastro de vida. Nunca había presenciado un ataque devastador. Todos los sobrevivientes tragaron saliva y miraron a Naruto.

Naruto comprobó que la estatua dejo de atacar, pero sus ojos seguían brillando en carmesí. El Uzumaki volvió la vista al suelo, la sanadora estaba en shock, completamente aterrada. Pensando en ayudarla el rubio empezó a levantarse cuando una mano fuerte lo obligó a bajar

—No te pongas de pie— ordena el líder. —¡Todos quédense dónde están! ¡No se mueva de su posición!

Miro en donde debería haber un cadáver solo había una gran zanja de suelo destruido.

—¿Nos gritaste después de descubrir algo? — cuestiona serio el hombre.

—Solo sentí que algo peligroso se avecinaba, eso es todo— dice Naruto.

El hombre le sonríe, sus instinto eran más agudos, eso es bueno. Su mirada se convirtió en tristeza, mientras Naruto mira por un momento al hombre.

—líder... Tu brazo...— habla incómodo.

—Está bien, puedo soportarlo. Ayúdame a parar el sangrado con una venda— pide el hombre.

Cuando Naruto asintió y completó los primeros auxilio, el hombre dejo escapar un largo suspiro. Fue un suspiro lleno de experiencia de una vida Shinobi. El líder mira a su alrededor, observó los alrededores y el estado de su situación. El hecho de que la Estatua de Dios haya detenido su ataque no significaba que su adversidad hubiese terminado. Pasó el tiempo mientras los Shinobis yacían en el suelo.

—Esto no debía pasar... ¿Por qué? — murmura un ninja de Suna en pánico.

—¡No podemos quedarnos aquí! — grita otro.

Naruto: Solo LevelingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora